Baby Pornograph

CAPITULO XXXV: Hasta siempre

Hace cinco años era virgen, paseaba mi lechuga por la ciudad buscando la oportunidad en la que un machote me la quitara sin piedad. ¿Qué sucedió? Mi profesor, ese tan respingado y que parecía tener la vida resuelta, en un ataque de hormonas, me robó mi preciado vegetal. Imaginaba que mi primer hombre sería alguien de piel tostada, cuerpo musculado, tatuado a más no poder, rudo como marinero en alta mar y conocedor de las más variadas poses sexuales. Tuve que conformarme con lo que llegó, con mi bebé gigante, pálido como la leche, peludo como un cachorrito, contextura normal casi rollizo, de falo... bueno, de eso no me quejo, me ha dado buenos momentos. Sexo salvaje, eso quería que nos uniera, y nada más. Otra vez mis sueños no se realizaron y me terminé enamorado como un idiota. Ahora tengo dieciocho años, soy mayor de edad y estoy a punto de emprender mi más anhelado sueño.

Sigo al lado de Diego, nuestra relación se ha consolidado y aunque ya hemos practicado todas las locuras eróticas que se puedan imaginar, exceptuando el swinger, no nos aburrimos de intimar y de crear nuevas historias, como la del toro que se confunde de vaca y folla a un pobre e indefenso conejo. ¿Qué más quieren? Ni siquiera la mente más brillante puede producir ideas frescas cinco años seguidos.

¿Saben qué otra relación sigue estable? Jaime y Marquitos, ¿qué no se los había comentado antes? Pues ahora se los informo. El mayordomo, aquel que siempre estuvo enamorado de don Benjamín, conoció al maestro de Cata en una fiesta que realicé hace un par de años. El anciano, con sus pelucas de cabellos extravagantes, grandes tacones y vestidos ajustados, terminó conquistando el corazón del siempre uniformado sirviente. Supongo que lo hizo con su encanto, el carisma que siempre le ha caracterizado y que alegra a todo aquel que le conoce. Se fueron a vivir frente al mar, relajados viven su vejez unidos. Debo reconocer que es una pareja extraña, hasta el día de hoy no puedo descifrar quien es el activo y el pasivo, ¿o será que ambos se turnan y son versátiles? Puede ser una buena respuesta a mi interrogante. Así es como nos quedamos sin el mayordomo fiel de la mansión y aunque no lo quiera reconocer, el mayor de los Bolingbroke le extraña. Creo que fue como una garrapata insistente, que siempre estuvo enamorado de él, escondido en las sombras. Pues ahora que sufra, quién lo manda a ser heterosexual.

Estoy seguro que quieren saber sobre Natalia y Matías, si siguen juntos y todo eso. Me es difícil hablar sobre el tema, porque ha sido muy doloroso para todos quienes le queríamos. Todo fue muy repentino, en un momento sus defensas bajaron y luego, le vimos siendo enterrado. Della Rovere murió hace un año, dejando devastada a mi hermana y a sus amigos. Espero que esté donde esté, nos ayude a soportar su ausencia.

¡Pamplinas! A quién engaño, solo quería ver la reacción que tendrían. La verdad es que Matías es el de siempre, alegre y con el ego más alto de todos, especialmente luego de ingresar a medicina en una de las mejores universidades del país. Para que vean, el sujeto no era tan tarado como parecía. Además de tener un futuro esperanzador, sigue fielmente al lado de Natalia, a quien ama con locura, tanto que quiere convertirla en su esposa. Hace unos días me dijo que al terminar la carrera, le pediría matrimonio. ¿Ella irá a aceptar? Es algo que no sabemos, aunque como queda tanto para que el chico de los ojos celestes logre titularse, no es importante aún su reacción, durante todo ese tiempo muchas cosas pueden cambiar.

Con sortija o sin ella, ambos viven juntos en el centro, en un departamento muy parecido al que vivíamos anteriormente, ese que se derrumbó a causa de las obras del metro. ¿Pueden creer que donde antes estaba nuestro edificio ahora han construido un motel? Quizás toda la fuerza erótica que yo dejé impregnada en aquel sitio, obligó al destino a dejar el lugar como un centro del sexo y la pasión. Como podrán imaginar, con Diego fuimos a inaugurarlo, disfrutamos de la suite africana, esa donde los consoladores son más grandes porque tienen que hacer gala de la fama morena.