La Hija de Hércules.

1.1K 64 0
                                    

"-No quiero bajar, los mortales son horribles- vi por el pequeño visor blanco hecho de nube junto a mi padre.

-Tu también serás una mortal hasta que logres hacer una obra de valentía- dijo pasándome una mano por el cabello.
-Y qué mejor que hacerlo de la misma manera que yo, con los mortales, y aún mejor, con los hijos de las personas de todas las historias mágicas- sonrío.

-No quiero, quizá sea una mortal también, justo como mamá, justo como ellos, pero no quiero irme del Olimpo, no conozco a nadie, y mucho menos a los hijos de todas esas... Princesas... Y gente extraña.- dije viéndolo.

-Heather, cariño, no espero que seas una diosa, solo quiero que convivas con personas de tu edad por lo menos, aquí solo hay ancianos, además, muchos son de la realeza, no te harán daño ni aunque quisieran, siendo mi pequeña, no hay ser que pueda dañarte.- dijo viendo a su alrededor, seguí su mirada y en efecto, además de ser la única "semidiosa" aún en el Olimpo, no me llevaba del todo bien con todos.

-Bien, bajaré, pero no me dejes desprotegida ¿si?, quizá sean crueles con lo diferente, o aún peor, quizá coman semidioses- dije estrangulando mis dedos inconscientemente.

Mi padre soltó una carcajada, y luego me palmeo la espalda, intentando darme ánimos.

-Bien, escucha, tienes un guardián en la Tierra, él te explicará el plan, en Auradon estarás a salvo mientras mantengas toda tu curiosidad bajo control, y por favor, haz caso a las reglas.- dijo pellizcándome una mejilla.

-No te prometo nada- sonreí -¿Nada más? Hagamos esto- suspire ansiosa.

-Tienes mi bendición: la fuerza, la de tu madre: la belleza, y un obsequio que te estará esperando- dijo abrazándome."

Descendientes || La Hija de Hércules || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora