Descendientes || La Hija de Hércules ||

Capítulo 2

⚽️

-¡Tú turno jovencita! Esta vez, para escoger algún deporte tienen que dominar alguna disciplina, y que mejor deporte para identificar cuál es ese talento que posee cada uno, que con el Tourney, que abarca casi todas, así que... ¡A la cancha!- Me explicó un hombre alto de color, vestido con los colores de la escuela.

«Genial.»

Me acerqué con lentitud mientras Dexter salía de la cancha agitado.

-Buena suerte Heath, intenta esquivar las bolas que lanza el chico del cañón mejor que yo, enana- se quitó el casco mientras reía.

-Nadie nunca reta a la hija de la fuerza, cerebrito- me puse el casco que me quedaba grande al igual que todo lo demás, recogí un escudo y una especie de paleta alargada, siendo sincera, no conocía a alguien más competitivo que yo, es decir, "Si puedes hacerlo, ¿por qué no ser la mejor?" según mi madre.

Entré a la cancha con 4 chicos con el mismo uniforme que portaba yo, y 5 más al frente con uniformes amarillos.

-Caballeros, es una chica por si no lo notaron, trátenla como tal- gritó el entrenador.

-¿Débil, ah? Vea esto- susurré.

Me dieron el primer pase, corrí esquivando a un montón de chicos intentando taclearme, no deje caer la bola en ningún instante, llegue a la zona de riesgo, que solo era una franja roja, donde te lanzaban bolas desde un cañón.

Abajo, salta, gira, bloquea, taclea, corre, esquiva, lanza la pelota al aire; mi cerebro mandaba las órdenes a mi cuerpo más rápido de lo que creía posible, dos chicos de amarillo, se dirigían a mi, bien entrenador, aquí está su chica débil, corrí de frente con el escudo delante mío, y la fuerza de Hércules no me fallo, ambos chicos cayeron a mis costados, pero creo que la emoción fue tanta, que cuando un chico de mi equipo pidió el pase, lo tacleé y salió despedido hacia un lado, lancé la pelota al aire y luego la intercepte antes de que cayera al suelo.

Anoté.

Me quedó un segundo de silencio para mi asombro personal.

-¡Bien hecho!- el grito me retumbó los oídos, me sentía bien, esto era lo mío, el Tourney era mi deporte.

Me quite el casco, era inevitable no sonreír, sé que es absurdo y patético pues solo es una prueba, nunca había sentido la adrenalina tan viva, me encantaba la sensación, "Heather, la chica que muere de emoción por un gol imaginario" esa era yo.

Los chicos me miraron expectantes como si en cualquier momento fuera a estallar, vi al chico de mi equipo que golpeé levantándose, corrí en su ayuda, le extendí la mano cubierta por el guante de protección.

-Lo siento... Supongo... Yo.... Me emocione un poco- dije atragantándome con las palabras, el chico me ignoro, y se levanto por su cuenta.

Por el rabillo vi a Dexter acercarse, el chico frente a mí se quitó el casco, y me miró con... un momento... ¿Molestia? Es decir, está bien, lo golpee, pero,  ¿tan duro fue como para que se enojara tanto?.

-Fíjate por donde vas, torpe- se acercó el rubio. Retrocedí inmediatamente como modo de autodefensa. -Si hay una próxima vez, no me importará que seas una chica- me apuntó.

-Yo...- intente responder

-Hey Chad, déjala, ya se disculpó- se interpuso uno de los chicos de amarillo.

El chico gruñó y se marchó.

Yo estaba intentando huir de la escena, cuando el chico que me defendió se giró.

-No te preocupes, suele ser muy exagerado algunas veces- sonrío apuntando detrás de su espalda.

«Pero yo no estaba preocupada»

-Si... Bueno... Está bien- sonreí al rubio que tenía frente a mí.

«¿Todos son rubios por aquí?»

-Por cierto, soy Ben- alargó su mano hacia mi, el chico tenía unos bonitos ojos verdes.

-Heather- estreché su mano. Dexter se nos acercó.

-Hey Heath, el entrenador te llama- me giré para verlo y tenía la vista fija en mí.

«Maravilloso, mi primer día en este lugar, y probablemente ya me gané la expulsión.»

Me acerqué con cautela, al entrenador que revisaba hojas y escribía notas.

-¿Entrenador?- intenté llamar su atención.

-¿Quiénes son tus padres?- preguntó sin verme.

-No.... No hace falta llamarlos... Fue un accidente, yo..., como lo.... Lo siento- tartamudee.

«Agh»

-Hice una pregunta- me miró un segundo y regresó su vista a las hojas.

-Hércules y Megara, señor- respondí.

-Bien, era de esperarlo... jovencita, quiero invitarte a los entrenamientos del equipo, tienes la fuerza de un varón incluso el triple, y dudo que puedas hacerte daño tan fácil, así que, ¿Qué te parece unirte al equipo?- dijo extendiendo su brazo.

«Un momento... ¿Qué?»

-Cla-Claro- sonreí estrechando su mano.

«Una chica en el equipo varonil de Tourney... asombroso.»

🗣👩🏻

-No puedo creerlo...- chilló una voz dentro de un grupo de personas que estaba muy cerca de donde estaba "intentando" prestar atención a la clase.

-Ya lo sé, quizá el poder lo está volviendo loco- chilló otra voz exaltada.

«Y yo creía que Ares* era exagerado»

-¿Y que haremos? Nos van a destrozar.

-Vencerlos una y otra vez, tal como con sus padres.

«Bien, ¿de qué demonios están hablando?»

Me rendí y comencé a dibujar en mi cuaderno, con la atención puesta en la conversación del grupo de a lado.

-No puedo creer que los hijos de los villanos vayan a estudiar en el mismo lugar que nosotros.

-Será un caos.

«....»

«¿Los hijos de los villanos?»

«Oh, mis, dioses.»

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*Ares el dios de la guerra, suele ser presuntuoso y muy arrogante, a lo que lleva su personalidad escandalosa y exasperante. "El dios griego de la exageración."*