Amnesia ♡ Muke

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Luke estaba seguro que había reprobado el examen, se esforzó, estudió todo el día anterior, sin contar que se tomó un descanso de veinte minutos.

Luke estaba cansado de estudiar derecho, estaba seguro que esa profesión no era para él; pero no quería defraudar a su padre, así que continuaría aunque se estuviera destruyendo así mismo.

Últimamente en lo único que podía pensar era en ese teñido, el cual ya había dejado de ver hace dos largos años.

¿que habrá pasado con él? ¿lo extrañaría? ¿lo había olvidado? ¿había seguido con su vida como sí él no existiera? Eran las preguntas más frecuentes que el rubio se hacía.

Cuando sonó la campana indicando la salida, Luke salió como cualquier otro día.

El rubio no estaba del todo bien, tenía grandes ojeras, siempre estaba cansado, lo único que quería era tomarse un descanso.

En ese momento escuchó el tono de su celular, con pesadez se levantó de su cama y agarró su celular.

—Bueno—contestó el rubio con voz cansada.

—hey, Luke— escuchó él del otro lado de la linea, era ashton—. Hace tiempo que no salimos ni nada, se que la universidad te tiene agotado pero eso no es excusa para que ya no salgamos. Tengo una idea,  ven a mi casa, aquí también esta Calum. Podríamos pasar una tarde y noche entre amigos como los viejos tiempos.

Luke estaba pensando la mejor excusa para no tener que ir.—Ash, me encantaría pero-

En ese momento fue interrumpido el rubio.

—no aceptamos un no por respuesta— dijeron calum y ashton al mismo tiempo.
El rubio bufo, estupendo ahora tenía que ir a las casa de sus amigos a hacer quién sabe qué.

Dio un gran suspiro.

—ya voy para allá—Contestó el rubio por lo cual sus amigos dieron un grito nada varonil de la emoción.

Colgó la llamada, tomó su chaqueta de cuero y las llaves de su auto. Salió de su casa y se dirigió al ascensor, no antes de asegurarse de cerrar bien la puerta de su casa. No quería que se volviera a meter un vagabundo y le robara su comida como la última vez.

Se tardó más de lo normal gracias al horrible trafico que había en la ciudad de Sidney.
Se estacionó a unos metros de la casa de ashton, gracias a que habían algunos autos fuera de la casa del anterior nombrado.

Tocó el timbre, hace unos meses que no venía a la casa de su amigo, estaba bastante diferente, ahora era de un color  azul oscuro mientras que la ultima vez que vino era de un color amarillo claro.

—¡Luke!— abrió la puerta ashton dándole un abrazo.

—no respiro— dijo luke entre cortando las palabras.

—lo ciento, lo ciento— se disculpó el chico de rizos—. Pero en mi defensa hace ya 5 meses , Luke ¡¡5 meses!! Sin hablarte ni verte así que es tu culpa.

Luke rodó los ojos y entró en la casa. Al entrar pudo ver a Calum sentado en el sofá hablando con alguien por skype o eso creía él ya que el pelinegro hablaba y reía.

—Calum, ¡Calum!— llamó el castaño claro al pelinegro. El ultimo dicho levanto rápidamente la mirada—. Mira quien esta aquí—dijo ashton señalándolo con ambas manos.

El pelinegro cerró rápidamente la computadora, ocasionando un leve estruendo. La puso a un lado y se dispuso a saludar al rubio, se dieron el típico saludo de hombres.

****

Luke ha estado toda la tarde en la casa de Ashton y Calum. Hace tanto tiempo que no se divertía así. La tarde simplemente se había basado en vídeojuegos, películas, juegos de mesa y muchas pero muchas risas.

Ahora el rubio estaba en la habitación de los chicos con una pijama de un tierno pingüino, la cual le regaló ashton, ellos tenían pijamas similares solo que una era de un perrito y la otra era de una banana, estos chicos están locos pensó él.

—y entonces me tiró encima su café— contó el pelinegro—. ¿Y sabes que fue lo que me dijo cuando le dije que por qué lo había hecho?

Luke y ashton negaron al mismo tiempo.

—me dijo que era porque según ella, yo iba a caer enamorado de ella como en las historias clichés de una tal rayita. ¡quien demonios es rayita!

La habitación se lleno de risas a los segundos que él terminó de contar su historia.

—Luke, ¿haz vuelto a hablar con Michael?—cuestionó el chico de rizos.

El rubio inmediatamente giró su cabeza hasta encontrarse con la mirada del chico, los ojos del rubio estaban llenos de lágrimas, las cuales él no dejaría salir.

—no quiero hablar de eso— contestó él apartando su mirada del otro muchacho limpiándose una lágrima rebelde que se le había escapado. Ambos chicos asintieron.

El resto de la noche fue contar historias de cuando estaban en la escuela, Ashton tenía diferentes historias ya que él no estudio con ellos. Tampoco volvieron a tocar el tema del teñido que tanto daño le hacía al rubio.

Ya eran cerca de las dos de la mañana, ya habían decidido acostarse y dormirse. Calum le propuso al de mirada azul que se quedara a dormir, él aceptó amablemente.