Un día extraño (1ª parte)

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Durante el fin de semana, Nath estuvo pensando en lo que había pasado durante estos seis días (domingo, lunes, martes, miércoles, jueves y viernes) y tenía un gran lío en su cabeza: se había enamorado de Adrien, pero también seguía gustándole Marinette, a pesar de que lo había rechazado por culpa de que le gustaba el primero que ya he mencionado. Estaba claro que Adrien lo trataba muchísimo mejor que Marinette, pero ella también era amable con él. Le apenaba que Adrien solo lo viera como a su gran amigo.
Nathaniel: no tengo claros mis sentimientos... Intento escuchar a mi corazón, pero eso solo hace que esté más confuso... Y si yo en verdad no le gusto? Y si le declaro mi amor y vuelvo a ser rechazado de nuevo? Ya he pasado por eso y no quería volver a repetirlo.
Pensar en esto hizo que le entraran ganas de llorar, tenía miedo de que pasara y quedarse completamente destrozado, pero se las aguantó y simplemente cogió su cuaderno y empezó a dibujar para no pensar en nada. Pero al terminar de hacer uno de sus dibujos, pudo comprobar que inconscientemente se había dibujado a sí mismo llorando y al lado a Adrien y a Marinette yéndose y pasando de él. Tiró al suelo su cuaderno y su lápiz y se tumbó en la cama. Apagó su móvil. Si Adrien le llamase, no estaría en condiciones de responder. Después de hacer esto, cerró los ojos y se durmió.

Adrien también tenía dudas acerca de sus sentimientos, ya que no sabía si seguía amando a Ladybug o ya no porque sentía algo por Nath. Ya le daba igual si llevaba tiempo sin verla, no sentía desesperación, como le ocurría antes. Para aclarar sus sentimientos, decidió llamar a Nathaniel, pero este no le contestó. Cada vez que pensaba en aquel beso que le dio en su mejilla después de haberle salvado la vida, o en el beso que casi se dieron en el parque de atracciones, se ponía rojo y le entraba mucho calor de repente (además de que su corazón latía rápidamente)...
Se entristeció un poco porque no le contestó la llamada, pero luego pensó que posiblemente estuviera durmiendo...
Y así estuvieron hasta que llegó lunes y se vieron en el insti. Todos fueron a preguntarle a Nath si estaba bien y les respondió rápidamente para que se fueran pronto (no le gustaban las multitudes), excepto Adrien (que llegó después y se lo preguntó ... pero estando solos ...).
Adrien: oye, Nath, por qué no respondiste a mis llamadas? Te hice ... Puf, he perdido ya la cuenta de las muchas llamadas que te hice...
Nathaniel: mi madre me castigó sin móvil... *hizo una sonrisa forzada*
Adrien: ah, bueno, lo siento... Pero es que estaba preocupado por tí... Quería saber cómo estabas...
Nathaniel: estoy bien, gracias...
Adrien: me alegro mucho... (Que raro... Se habrá enfadado conmigo? Pero yo que he hecho ahora?)
El timbre sonó y se dirigieron a clase. Adrien se volvió a sentar al lado de Nath. Quería saber qué le ocurría.
Nathaniel: por qué te has vuelto a sentar a mi lado? No tendrías que estar con Nino?
Adrien: Porque quiero. Tu también eres mi amigo así que puedo estar contigo.
Nathaniel: ...
Adrien: necesito saber qué te pasa.
Nathaniel: eh? No, si a mí no me pasa nada! *intentó reírse, pero le salió sin ganas*
Adrien: ah... Bueno... Vale... No, ahora en serio, qué te pasa? Estás enfadado conmigo o algo por el estilo?
Nathaniel: no... No estoy enfadado contigo... Solo que tengo que aclarar cosas en mi mente... Pero mientras no lo haga voy a seguir estando de esta manera...
Adrien: déjame ayudarte a aclararlas...
Nathaniel: no... Lo siento... Es algo personal...
Adrien: pero no me gusta verte triste!
Nathaniel: ...
Adrien: *le apoyó la mano en su hombro y lo miró fijamente a los ojos, con una cara de preocupación*
Vamos... Anímate... Alegra esa cara... Por favor...
Nathaniel: ...
Adrien: o sonríes tú o te hago sonreír yo!
Nathaniel: c-cómo?
Adrien empezó a hacerle cosquillas a Nath.
Nathaniel: jajajaja! Para por favor, para! Jajajaja!
Adrien: no pienso parar hasta que estés feliz!
Nathaniel: jajajaja! Vale, vale, estaré alegre, pero por favor, paraaa! Jajaja!
Adrien: vale... Ya parooo... Ves? He conseguido que sonrías! *ríe*
Nathaniel: *riéndo y secándose las lágrimas que había soltado de la risa* Idiota...
Adrien: *cogió y le sacudió el pelo a Nath*
Nathaniel: ay! Que me despeinas!
Adrien: discúlpeme, no pretendía despeinarle su perfecto cabello!
Nathaniel: para! No tiene gracia! Dedico mucho tiempo a mi pelo para que se quede bien!
Adrien: jajaja! En serio?
Nathaniel: Si!

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