Capítulo 23: Confesiones, risas y llantos

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Toda la tarde nos la pasamos conversando, jugando cartas, viendo televisión, Chris haciéndome mimos y los chicos quejándose por ello, lo bueno de encontrarnos en una suite era que podíamos hacer casi cualquier cosa sin molestar a los demás pacientes, bueno Dina no se quejaba, si estuviera despierta nos acompañaría gustosa, una enfermera vino a avisarnos que las horas de visita habían terminado pero gracias a mi adorable hermano los chicos no tuvieron que irse tan pronto

- Podrían callarse? – La voz de Dina retumbó en el lugar aunque solo fue un susurro, todos nos quedamos pasmados al escucharla, había despertado, corrimos a su cama, ella abrió poco a poco sus ojos y frunció el ceño al vernos a todos ahí

- Que hacen todos en mi cuarto?- preguntó confundida, Chris corrió a llamar a una enfermera y Redrick a comunicarle a su madre que ya había despertado

- Estamos en el hospital- intentó levantarse pero Evans se lo impidió- recuerdas que nos encerraron en los vestidores?- ella asintió y sus ojos revisaron sus piernas

- Las arañas- dijo quitándose la sabana de encima

- Si, una de ellas te picó, estuviste inconsciente casi 2 días, pero ya estás bien- dijo Evans sobando su cabello- tu madre tuvo que ir un momento al trabajo, no creímos que fueras a despertar hasta mañana- prosiguió intentando calmarla, entendíamos cuan confundida debía sentirse

Los ojos de Dina fueron directo hacia mi

- Tu como estas? También te picaron?- preguntó preocupada

- No yo he tenido otro incidente, una crisis sin importancia, solo me tienen aquí para hacerme más estudios- sus ojos seguían mirándome exigiendo más información, no pensaba dársela en ese momento- la historia de mi vida, después te la cuento-

Una enfermera entró corriendo a la habitación, tomo sus signos vitales, le hizo algunas preguntas, cuando terminó pidió a los chicos que se fueran, ya era muy tarde y debíamos descansar, los ojos de Dina aun se notaban cansados, seguro resultado de la medicación

Redrick fue el primero en despedirse, mi novio y Evans se quedaron un poco más,  no deseaba separarme de él, con un beso apasionado me despedí deseándole buenas noches, abrazados esperando que la otra pareja hiciera lo mismo vimos como Evans se lanzó, sus labios hicieron contacto con los de mi amiga quien aun con la sorpresa respondió al beso, mi boca permanecía abierta mientras ellos continuaban demostrando algo que habían ocultado por meses, mi novio me tomó por la barbilla y besándome para que dejara de espiar a los tortolitos, fue muy efectivo, de mi mente se borró de inmediato la escena que ocurría a unos metros

Terminaron yéndose y dejándonos a ambas enamoradas solas en ese cuarto de hospital, Dina no resistió mucho tiempo y volvió a dormir de inmediato, yo por mi parte aunque deseaba hablar con ella toda la noche la dejé descansar y me quedé viendo televisión hasta que el sueño se apoderó de mi

Alguien sobando mi cabeza me trajo a la realidad, su tacto era frío, pero sus manos suaves como el terciopelo, no reconocí su aroma, no lograba ver nada debido a la oscuridad de la noche, me incliné hacia la pequeña lámpara al lado de mi cama, la encendí, mis ojos se acostumbraron a la luz, la mano retiró un mechón de cabello de mi cara, no lo podía creer, era mi madre, mi madre me acariciaba sin la repulsión con la que siempre me miraba, con una sonrisa dulce que jamás noté en su rostro, ella estaba allí conmigo, me quedé congelada, mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, siempre esperé me demostrara aunque fuera un poco de cariño, me acerqué para abrazarla pero en ese instante se desvaneció y yo desperté

- Que tienes cariño? Te encuentras bien?- por mi llanto debí despertar a la madre de Dina quien saltó de inmediato a mi cama. No lograba decir ni una sola palabra, seguía llorando- iré por tu hermano- asentí Josh había decidido estar en guardia los días que yo permaneciera internada

- Que tienes monstruo?- mi hermano entró corriendo a la habitación, sentándose a mi lado en la cama, me abalancé hacia él abrazándolo con todas mis fuerzas

- Soñé con mamá- dije entre sollozos él pareció entenderme y apretó su agarre sobre mí, se acostó a mi lado como cuando era pequeña, siempre que soñaba con ella, terminaba consolándome hasta que volvía a dormir

- Hacia mucho tiempo que no soñabas con ella- me dijo sobando mi cabello intentando calmarme

- Lo sé, pero he estado pensando mucho en ella en estos días- Josh continuaba acariciándome –Les has dicho lo que ha pasado?- pregunté por un lado deseando que no lo hubiese hecho, de esa manera significaría que no estaban enterados por eso no se habían contactado

- Claro que si enana, al saber tu estado fue lo primero que hice- un llanto aun mas fuerte salió de mi boca, intenté tapar el sonido aferrándome al pecho de mi hermano, no quería molestar a Dina y su madre

- Eso solo significa una cosa, no les importo, no han llamado para saber cómo estoy- me encontraba demasiado sentimental en ese momento, me dolía su indiferencia, Josh continuó acariciándome, susurrando que todo saldría bien, pasado un tiempo me calmé, mi hermano se quedó conmigo, pude ver el cansancio en su rostro, por la preocupación mi crisis, su próximo bebé, su pequeña hija, había envejecido unos años en estos días, no era justo para él, tener que hacer todas las cosas que hizo por mí, fue un padre, en los momentos cuando ambos necesitábamos protección y guía, se mantuvo firme en su decisión de cuidarme, no ha sido fácil

– Lo lamento- frunció el ceño al escuchar mis palabras- Lamento ser una carga para ti, que tus padres se olvidaran de ti al tenerme, sé que ellos si te querían, lo puedo ver en las fotos, todos eran felices antes de que yo naciera, siento haber arruinado tu vida alejándote de ellos y seguir haciéndolo aun después de tanto tiempo, debiste dejar que me llevaran a un internado tan lejos como ellos deseaban, así no estarían peleando todo el tiempo- las lagrimas habían dejado de salir de mis ojos, en ese momento entendí que ya no valía la pena llorar por algo que nunca iba a suceder

- No vuelvas a decir tal cosa- dijo muy serio, sosteniendo mi barbilla para que lo mirara- TU NO ARRUINASTE LA VIDA DE NADIE, Está claro? nada de esto es tu culpa, nada de lo que has vivido es por que hayas hecho algo mal, son ellos quienes se han equivocado en todo- sus ojos reclamaban toda mi atención, asentí necesitaba desahogarme, no tenía unos padres me aferraría a quien siempre estaba conmigo, mi hermano.

Con el amanecer Dina despertó, me alegré de verla consciente, dueña de su cuerpo, me miró y haciendo una mala cara rió

- Te ves horrible- dijo riendo de mi aspecto

- Dina!- gritó su madre- por qué eres tan grosera- la regañó

- Solo digo la verdad, mira sus ojos- en ese momento notó lo impertinente que estaba siendo- estuviste llorando?- fue más bien una afirmación disfrazada de pregunta, yo no dije nada, su madre habló antes que pudiera hacerlo

- Sus padres no han llamado siquiera- su tono de voz fue triste y bajo- lo lamento, estaba preocupada, le pregunté a tu hermano- se disculpó; pero no tenía nada que ver en todo el desastre que era mi vida

- ESO ES HORRIBLE, TUS PADRES SON UNA MIER...-

- DINA!- su madre gritó interrumpiéndola y yo solo reí al ver la escena

- Es cierto, sus padres son una porquería, no deberías llorar por ellos- dijo mi amiga furiosa, parecía estar completamente recuperada y eso me alegraba- mamá, puedes maquillarnos un poco, quitarnos estas caras de zombies que llevamos?- su petición me pareció extraña pero recordé lo de ayer con Evans, achiné mis ojos hacia ella, quien me pidió no dijera nada

Luego de maquillarnos y hablar por gran parte de la mañana Lilian tuvo que ir nuevamente a su trabajo, llamaron a Sam para que nos hiciera compañía, intenté oponerme, no quería verla en el hospital sobre todo no ahora que estaba a punto de dar a luz debía descansar, pero nadie me hizo caso

- Los chicos están por llegar- la voz de Dina me sonó muy emocionada, sonreí, habíamos logrado que ese par por fin dejara los juegos y se decidiera a estar juntos

El Ingenioso Plan de Jenny Rivers - #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora