Percy y Annabeth (#1)

Te amo tanto que duele.

Narrado por Percy.

Pocas palabras podrían describir cuanto odio al campamento en este instante y desde hace tres semanas.

Por lo que parece, los dioses se divirtieron bastante y muchos nuevos campistas entraron al campamento, fue tanta la cantidad que se necesitaron mas personas que dieran las clases porque los presentes no dábamos abasto, la salida de Annabeth solo había agregado mas horas a los demás.

Este nuevo y extenso cronograma no me permitió ver a Annabeth, habíamos hablado por facetime y por teléfono miles de veces, podíamos colgarnos por horas a hablar o aveces solo el escuchar su respiración del otro lado de la linea me transmitía una paz indescriptible.

El hecho, es que tampoco quería llamarla todo el tiempo porque se acerca de las muchas clases que toma y las largas jornadas de estudio que realiza.

Me dirigía hacia mi cabaña después de tres horas seguidas de lucha, la verdad es que solo quería llegar para prender mi ordenador y ver a Annabeth aunque sea por un medio virtual. Luego de darme una merecida ducha, me prepare para mi alegría del día. Un golpe en la puerta me hizo sobresaltar.

-Percy, los horarios de mañana se han cancelado, tienes un fin de semana libre-informo un coordinador. Tal fue mi alegría que ni me di cuenta cuando se fue.

Rechace la videollamada de Annabeth y me dispuse a preparar un bolso con cosas indispensables, en el que no tarde mas de dos minutos si exagero. Corrí hacia mi auto en las afueras del campamento e inicie el viaje a Nueva York mas rápido del mundo. Pare en unas cuantas gasolineras.

No atendí las llamadas de Annabeth en todo el camino.

Subí las escaleras de a tres y toque la puerta demasiadas veces.

-Sra. Benson ya le dije que su gato no esta aquí- Annabeth respondió sin levantar la vista, cuando poso sus hermosos ojos en mi, sentí que volvía a nacer.

-¿Percy?.... PERCY- la duda inundo su voz, luego un grito de emoción. Se colgó de mi cintura como si fuera un koala y me beso.

Sus labios sabían exactamente como lo recordaba.

-Ay dios Percy, te amo, te amo, te amo.

-Yo te amo mas- respondí con una sonrisa.

Camine con ella hacia dentro de su apartamento y cerré la puerta de una patada. La senté sobre la encimera de la cocina y la abrace demasiado fuerte.

-No lo soportaba mas Annabeth, estas tres semanas fueron demasiado duras- exclame.

-Yo también te extrañaba tanto, creí que estabas enfadado conmigo ya que no respondías las llamadas- me reclamo.

-Quería sorprenderte, cariño.

-Lo has hecho. El gato de la sra Benson se escapa cada dos por tres y siempre viene aqui.

-¿Como te ha ido hoy?

-Increible, saque la nota maxima en el examen de calculo avanzado.

-No esperaba menos de ti- respondí con una sonrisa.

Nos miramos durante un tiempo sumidos en un completo silencio.

-Gracias por venir hasta aquí Percy, se que es complicado estar a la distancia y no puedo agradecerte todo lo que haces por mi. Mírate estas exhausto del campamento y sin embargo condujiste hasta aquí.

Solo pude responder con un beso. Nos besamos por un tiempo, casi horas diría y a medida que las agujas del reloj avanzaban, mas crecía la temperatura entre nosotros dos.

-Espera.... Annabeth espera, hemos hablado de esto, no es necesario que sea hoy - dije. No quería apurarla, habíamos conversado acerca de mantener las cosas por un tiempo, yo era virgen y a pesar de que Annabeth me incendiaba con solo respirar nunca la obligaría o apuraría a realizar algo de lo que no este segura.

-Nunca estuve mas segura de algo en mi vida Percy.

Sus respiraciones eran pesadas, pegue nuestras frentes.

-¿Ni de que me amas?- pregunte con una sonrisa de lado.

-Nunca sentí otra cosa por ti que no fuera amor, excepto cuando te "liabas" con Rachel, en ese tiempo solo quise matarte.

-¿Tengo que recordarte todos los regalos que obtenías en tu cabaña o la de inútiles que trataban de conquistarte?

Sonrió.

-Creo que estamos a mano- me beso.
Seguimos besándonos.

-Percy por favor.

Nos dirigimos al cuarto en completo silencio otra vez. Cerre la puerta con cuidado para encontrarla sacándose la blusa.

-Annabeth- la frene- si vamos a hacerlo voy a desnudarte.

Sonrió de nuevo.

-Pido lo mismo.

Lentamente avance hasta el centro de la habitación donde se encontraba y la observe.
Que preciosidad de mujer, amaba estar con ella, verla feliz era mi motor y no me imaginaba sin ella ni un solo día.
Levante los bordes de su blusa con cuidado y lentamente. La observe fijamente.
Realizo lo mismo con mi camiseta.

-Has estado entrenando, ¿Donde quedo ese joven alto sin físico?- pregunto riendo- De ahora en adelante tienes prohibido andar sin camiseta por el campamento o cualquier lugar.

-No quiero que uses escote nunca mas a no ser que sea solo para mi -pedí.

Y entre risas, la ropa fue desapareciendo para dar paso a una noche inolvidable. Yo sabia que Annabeth era la mujer para mi pero esa noche al ver y sentir como nuestros cuerpos se unían a la perfección lo entendí, yo era suyo de la misma en que ella era mía. Ningún dios lograría separarme de ella.