Percy y Annabeth (#1)

Nuevo nivel de estupidez desbloqueado.

Narrado por Annabeth.

El campus era un desastre. Siempre creí que el lugar mas atestado de personas en el que había estado era la ciudad pero el periódo de exámenes finales me demostró lo contrario.

Los estudiantes corren de un lado a otro desesperados, buscando el mejor sítio en la biblioteca o un simple árbol que les proporcione un poco de sombra bajo la cuál leer.

Entregué mi último exámen y salí del auditorio donde se rendia la prueba con dudas. La exigencia era cada vez mayor y a pesar de que podía mantener el equilibrio entre mi empleo y la universidad, saber que Percy estaba pasando demasiado tiempo solo me hacía sentir muy triste.

Mientras colocaba la llave en la cerradura y la giraba logrando que la puerta principal se abriera, lo oí cantando una de sus canciones favoritas, ese tipo de música que lo hace bailar todo el tiempo y que escucha incluso cuando toma una ducha.

-¡Estoy en casa! -anuncie.

-Hola, cariño. He ordenado comida, no quiero repetir lo que ocurrió el otro día- dijo mientras se acercaba y me besaba como solo el sabía hacerlo.

-Te ves fatal- declaré.

-Siempre tan amorosa, ¿Estas segura de que amas?

-Por supuesto y porque te amo no voy a mentirte.

-Esta bien, puedo lidiar con eso. Puedo lidiar con todo.

-Menos con una sartén en llamas- retruque con gracia.

-¡Ya te he dicho que solo me distraje un segundo!

-¡ Te quedaste dormido, Percy!

-Solo cerre los ojos por un milisegundo -se excusó.

-¡Había baba en toda tu cara!

-Dices eso pero babeas por mi baba.

-¿Acaso eso tiene algún tipo de sentido?

-Claro que lo tiene, puedo justificarlo por como gritas y babeas todo el tiempo mientras estamos juntos.

-No puedes usar eso como argumento, te amo y te considero el hombre mas candente de toda la tierra y el olimpo, es obvio que voy a gritar y babear por ti mientras tenemos sexo.

Se acerco hacía mi mientras reía y una sonrisa picara cubría su rostro.

-No me estaba refiriendo al sexo que por cierto, es fantástico, sino a tu forma de babear cuando duermes luego de un examen muy difícil o como gritas cuando magicamente logro ganarte en los videojuegos pero ahora que lo mencionas, tambien amo como gritas cuando tenemos sexo en cada parte del apartamento y como babeas por mi cuando me ves.

Me presionó contra su cuerpo de modo que ya no había espácio entre nosotros y nuestros alientos se mezclaban.

- Es más dificil lidiar contigo desde que te has vuelto tan arrogante, que tus compañeras de clase traten de conquistarte ha logrado que desbloquees un nuevo nivel de estupidez- declaré.

-¿Ah sí? ¿Es por mis compañeras de clase?

-Totalmente, revolotéan a tu alrededor, se la pasan dandote regalos, tratando de estar en las mismas clases que tú tienes.

-Es verdad pero ¿Que hay de Harold?

-Es diferente.

-Siento ganas de golpearlo cada vez que lo descubro viendote.

-Mirate, tan valiente.

-Mirate a tí, tan celosa.

-Los celos con tontos.

-Y sin embargo los tienes, bebe. Quedate tranquila, no tienes de que preocuparte, esto que tienes aquí es todo tuyo por y para siempre.

-¡Que mala suerte!

-Te arrepentiras de eso, Listilla - dijo y me besó.

Esa tarde, no hicimos más que recuperar el tiempo perdido.