Liu se puso de pie, listo para golpear al chico, pero sus dos amigos levantan sendas navajas hacia él, en actitud ofensiva."Esperaba que fueran más cooperativos. Parece que tendremos que hacerlo de la manera difícil."
Keith le pegó un puñetazo en el estómago a Liu, y Troy lo estrechó contra el piso. Randy se acercó a Liu, rebuscando en sus bolsillos y extrajo, al fin, una billetera. Jeff, inmóvil, padecía esa sensación desagradable, fría, erizada de ardores insoportables. Ahora ha sido muy potente, demasiado potente. Se pone de pie, pero Liu le hace gestos para que vuelva a sentarse en la banca de espera. Jeff lo ignora y se acerca a los chicos.
"Escúchame bien, pequeño punk, devuélvele la billetera a mi hermano, de lo contrario…"
Randy guarda la billetera en su bolsillo y saca su cuchillo.
"¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer?", se mofa, mientras desfila su cuchillo frente a la cara de Jeff. Pero este, en un movimiento rápido, toma la muñeca de Randy y se la rompe. Randy soltó un terrible grito; de inmediato, Jeff tomó el cuchillo caído. Troy y Keith se asustaron, indecisos ante los chillidos de dolor de su líder, y trataron de huir, pero Jeff es demasiado rápido. Lanza a Randy al suelo y arremete contra Keith, apuñalándolo en el brazo.
Keith se arranca el cuchillo y lo deja caer al piso, cayendo al suelo en medio de gritos espantosos. Troy continúa corriendo, pero Jeff logra alcanzarlo. No necesita ni siquiera el cuchillo. Le aprieta la garganta y con la otra mano le da de lleno en el estómago una serie de puñetazos, que obligan a Troy a vomitar incluso la cena de la noche pasada. Liu está perplejo, mudo de asombro."Jeff, ¿cómo?", susurra brevemente.
Saben que serán culpados por todo el asunto, así que empiezan a correr tan rápido como les es posible. En tanto corren, ladean sus rostros hacia atrás y logran ver al conductor del autobús corriendo hacia Randy y sus compinches.
Cuando Jeff y Liu llegaron a la escuela, no se atrevieron a contar lo que pasó. Todo lo que hacen es sentarse y escuchar. Liu se apacigüaba pensando en que su hermano solo había golpeado a unos cuantos chicos, pero Jeff disfrutaba del oscuro goce de sentirse poderoso, superior, la necesidad de lastimar por el mero placer de demostrarlo.
Cuando llegó a casa, sus padres le preguntaron cómo había sido su día, a lo que Jeff respondió con una voz un tanto desanimada:
"Fue un día maravilloso."
A la mañana siguiente, oyó que llamaban a su puerta. Caminó hacia abajo para encontrar a dos policías en la puerta y a su madre mirándolo con expresión de enojo.
"Jeff, estos oficiales me dicen que atacaste a tres niños, que no fue una pelea normal, los heriste con un cuchillo."
La mirada de Jeff se sepultó en el suelo.
"Mamá, fueron ellos los que nos atacaron a Liu y a mí".
"Hijo", se pronunció uno de los policías, "encontramos a tres chicos, dos apuñalados y uno tiene un moretón en el estómago, tenemos varios testigos de que los vieron huyendo de la escena. Ahora, ¿qué tienes que decir ante esto?".
Jeff sabía que era inútil. Él podía decir que su hermano y él habían sido atacados por ellos, pero no había pruebas de tal hecho. No podría decir que no estaban huyendo, porque a decir verdad sí lo hacían. Así que Jeff no podía defender ni a Liu ni excusarse a sí mismo.
"Hijo, llama a tu hermano."
Jeff no podía hacerlo, ya que fue él quien golpeó a todos los niños.
"Señor... Fui yo", declaró Jeff, "yo fui quien atacó a los niños, Liu trató de detenerme, pero no pudo."
El policía miró a su compañero y ambos se sorprendieron.
"Bueno, chico, parece que te espera un año en prisión..."
"¡Esperen!", gritó Liu. Todos se sorprendieron al verlo sosteniendo un cuchillo. Los oficiales sacaron sus armas y apuntaron a Liu, "Esperen por favor, no disparen, Jeff es inocente yo hice todo, perdí el control, me golpearon un poco esos punks y me enojé. Tengo las marcas para probarlo."
