Capítulo 2

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Sentía mis manos temblar. Ni el fuego de la fogata apartaba el extraño frío que sentía. Los copos de nieve caían uno tras el otro, y los sentía rozar suavemente la piel de mis manos. Mi cabello se cubría también. Lo curioso del invierno es que lo anhelamos medio año, y cuando llega, deseamos el verano.

Mi invierno crudo, por más que sea verano, es aquel en el que no siento emoción alguna más que tristeza y soledad. Sólo Ethan me hacía sentir distinto. Y ahora no lo tengo. Probablemente jamás lo vuelva a tener. Otra mujer ha ocupado mi puesto. Y la culpa es sólo mía.

-entonces desperté y sin pensarlo los maté, a cada uno, bebí de la sangre que pasaba por sus cuellos sin piedad, hasta donde supe, ninguno era un ser humano de corazón de oso de peluche, pero aún así no lo merecían... sé que estuvo mal, y que no hay manera de cambiar lo hecho, por eso me he ido, debo arreglar las cosas y apartar a esa mujer de mi camino- decidí contarles toda la historia a los demás sobre como terminé siendo híbrida.

Después de todo lo merecían. Confiaron en mi y debido a ello los han perseguido también. No les conté sobre Ethan y los demás. Sólo de la pelea y la caída al acantilado. El ataque en la cueva. Y mi ida.

-¿cómo sabemos que estamos seguros?- pregunta Paul poniéndose de pie furioso. El marrón en sus ojos contrastaba con la luz del fuego frente a nosotros.

-No lo saben- respondí volteando la mirada hacia él sin temor. Debía dejarle en claro que conmigo no se debía meter. Pues se puede arrepentir.

-¿entonces tenemos a dos híbridos entre nosotros? ¡nos matarán!- grita Paul. Los demás parecían no darle mucha importancia. Harry, el único al que no le he escuchado hablar ni una sola vez, mantenía la mirada baja.

-de haberlo querido ya estarían muertos- responde Henton. Paul ríe sarcástico.

-¿esa es una amenaza?- pregunta retador.

-un hecho- responde sin importancia.
-¡no es ninguna amenaza ni nada! He aprendido a beber sangre de animales, no les he hecho daño a ninguno de ustedes, y si no quieren seguir con nosotros debido a lo de esta tarde, por mi está bien, no tienen por qué tolerarlo y lo entiendo.

Me puse de pie con mi arco en una mano y las flechas colgando en mi espalda. Paul asintió y se dejó caer en la tierra. Harry, Clark y Sasha no apartaban la vista de mi.

Amelia, B, Dafne Shawn y William veían a la nada.
-Brooke- Sean intenta callarme. Pero negué.
-es la verdad, y lo sabes, no tienen por qué ser parte de esto, ni ustedes dos, ésta es mi lucha, los he metido injustamente.

-¿es broma cierto?- Henton pregunta poniéndose de pie.
-sabes bien que no es cierto, las circunstancias nos han traído a donde estamos, no por ello significa que no estemos aquí por nuestra propia voluntad ¿cierto Sean?

-te hemos dejado claro que no nos iremos sin haber terminado con esto.
-¿qué si ustedes mueren en el proceso?
-al menos habremos muerto por la causa.
-eso no es gracioso Sean.

-nosotros los hemos aceptado como parte de nuestro grupo, quizá nos guardaron unos detalles a la hora de contar sus biografías, pero al menos ya lo sabemos, no tienen por qué irse si no lo desean, quédense, insisto.- Clark dice sonriendo.

-es cierto, sabíamos que no tenían del todo buena pinta, pero aun así, henos aqui- Dafne alza los hombros sin importancia.

-¡Clark! ¡Dafne! Hablamos de híbridos, chupan sangre como un jugo, tienen una parte vampira.- dice Paul agitando las manos.

-y una loba- B de pronto habla.

-y como tal debemos permanecer juntos, sin importar qué- dice Amelia segura y sonriente.
-sí, una bola de rogues juntos es difícil que nos dañen.- continúa Shawn.

Trascendente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora