Capitulo 29

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-¡Por Brooke!- gritó Sean alzando su copa.
-¡Por Ethan!- le sigue Amett sonriendo.
-¡Por la manada!- Luther exclama. Sonreí y alce mi copa junto con Ethan. Por fin nos sentíamos en paz. No más guerra. No más muerte. Cordelia se había ido, así como Kimo hace casi un mes. Una enorme cena había Sido planeada por Ashley para celebrar el comienzo de por fin una manada tranquila y pacífica. ya había nacido su pequeño bebé, era más que identico a ella. 

Ethan tomo mi mano y entrelazamos dedos. Su enorme sonrisa irradiaba mi vida. La media luna brillaba encima de nosotros y apesar de toda la gente sentía como si estuviesemos solos.
-Te amo Nemo, amo cada momento que hemos pasado juntos, por fin logramos la paz- rió emocionado.
Luther y los chicos gritaban malos chistes y festejaban bailando alrededor de la fogata como indios. Lejos de la mesa.
El padre de Ethan charlaba con Alfas de otras manadas.

-Pequeña- dijo Ethan. Sentí mis mejillas sonrojarse.
-Dime.
-Te tengo una sorpresa, cierra los ojos.
-Ethan si me avientas una ardilla pateare ty trasero- rio.
-Ese es tu estilo nena, no el mio, anda, cierra los ojos- accedí por fin y dejé que me guiara unos pasos hacia la entrada de su hogar.
-¿Puedo abrirlos?

-Claro- respondió. Pero su voz ya no se escuchaba tan cerca como antes. Al abrir mis ojos una ola de alegría me inundó. Sonreí mientras corría emocionada a abrazar a mi mamá y papá . Ambos me recibieron con mucho amor y felicidad.
-Ay mi niña, cuánto te hemos extrañado- sonrei
-Y yo a ustedes, los quiero- nos abrazamos de nuevo. Ethan se apartó y nos dejo un rato a solas. Los puse al tanto de toda la situación, la manada, Cordelia y más que nada de Nathan. Aquello me dolió solo mencionarlo.

-No es tu culpa Brooke, estoy segura que para el fue un placer disfrutar de sus últimos momentos contigo, fue un muy bien chico- mamá dijo mientras me sonreía consolandome.
-Se que donde esté, estará feliz de saber cómo ha terminado todo- dije con calma. Nathan estaría orgulloso del fin de Cordelia, de que todo es ahora pacífico. Y él tuvo mucho que ver ahí, de no haber hecho lo que hizo pudimos haber caído en una trampa terrible.

Los uni a la familia de Ethan y los presente ante todos. Los chicos se veían más que felices. Sean era de los más alegres junto a América. De pronto un gruñido se escuchó de entre los árboles. Supe que debía apartarme y seguirlo. Al llegar ahí, me asegure de que todos siguieran ocupados y volví a los árboles. Las ramas comenzaron a separarse y no pude evitar sentir que mi alma caía por el suelo. Una silueta de un hombre alto, cerca de los cuarenta, con buen aspecto, bien vestido y unos ojos brillantes y claros me observaban. Su sonrisa era más grande de lo que crei.

-Brooke- dijo con una sonrisa alegre. Su voz de lobo no era nada como su voz grave humana.
-¡Papá!- grite emocionada y lo abrace sin dudarlo. Me recibió con los brazos abiertos. Ambos reímos y apesar de las lágrimas que derrame me sentía como la mujer más feliz de la tierra.
-¿Brooke?- Sean apareció cerca de nosotros y al verlo se detuvo. Sus ojos se humedecieron y sus labios temblaron. La manada entera tenía la vista puesta en nosotros.

Sean sonrió y se abrazó con papá. Rieron dándose palmadas en la espalda.
-Mis dos hijos ya todos unos adultos- dijo papá sonriendo.
-No puedo creerlo- dijo Sean. Nos acercamos a la gente y presente a mi papá.
-Señor Romanov, es un gusto conocerle por fin en persona- Ethan estiró la mano hacia mi padre. Él lo vio con desconfianza pero enseguida le acepto la mano y no solo eso sino que lo abrazo e igualmente le dió palmadas en la espalda como a un hijo.

-Gracias por todo lo que haz hecho por mi hija, tienes completamente mí bendición-
Ethan sonrió y me vio orgulloso del halago.
-¿Como es que eres humano papá? Crei que ya no podrías volver asi- pregunto Sean.
-Solo sentí en el corazón que tu madre estaría feliz por todo esto, verte crecida como una mujer al igual que tu hermano todo un hombre, es justo lo que ella querria, entonces ya no estaba en cuatro patas si no en dos- reímos todos.

-John- mamá le llamo sonriendo. Papá segundo, lo abrazo.
-Es bueno verlos de nuevo- dijo papá primero. Mamá sonrió.
-Bueno, a cenar todos que rujo de hambre- dijo papá segundo señalando a la mesa.

-Pero antes- Ethan interrumpió. Luther, Amett y los chicos se acercaron a él. Henton me sonrió e igualmente se acercó a ellos. Sean hizo lo mismo.
-¿Qué hacen ahora? Por favor no destruyan la mesa de nuevo- reí. Los chicos me sonrieron. De pronto Derek caminaba detrás de mí tocando lentamente una guitarra. Tan suave y delicado . Mi corazón se congelo. ¿Derek toca la guitarra?

-Desde el primer día que te conocí Brooke Romanov, me di cuenta del desastre que eras- dijo Ethan. Mordí mi labio y le hice cara fea riendo. Mis padres rieron al igual que todos. Los chicos lentamente se movían de un lado a otro como coro de iglesia.

-Berrinchuda, terca, gritona, enojona... Pero ante todo, una luchadora, aquel día que huiste de mi y de mis lobos sentí que eras algo especial, nada como lo que yo haya visto alguna vez en mi vida, hemos pasado desde las peores tragedias hasta los mejores momentos, haz arriesgado tu vida tantas veces por mí y por los chicos que me faltan lobos para contarlas, me haz hecho sentir que sin ti no soy nada, cada misión, cada peligro, cada vez que podía ser nuestro último día temí que no me quedará más tiempo para expresarte mi profundo amor por ti, porque no puedo vivir sin ti, la palabra mate es solo una mitad, por eso quiero mas, quiero todo de ti, quiero tu persona conmigo y en un futuro pequeñas personas de los dos- mis ojos ya estaban más que húmedos y mi corazón no podía calmarse.

-Los días son mucho más largos y tristes cuando no estás a mi lado, cuando no escucho tu risa ni veo tus ojos que tanto iluminan mi vida, así que hoy, esta noche frente a mi familia, a la tuya, a nuestros amigos y la luna te pregunto a ti, Brooke Romanov, serias mi esposa por el resto de nuestros días?- reposo una rodilla sobre el césped sosteniendo un brillante y hermoso anillo con diamante en mi dirección, sus ojos brillaban. Sentí el mundo detenerse y mi sangre no fluir. Los chicos y toda la manada esperaba mi respuesta. Gina me sonreía emocionada y esperanzada tomada de la mano de Derek.

-Acepto- dije aquello y supe que significaba más que solo aceptar a mi mate; significaba que aceptaba vivir una vida entera desde las emociones más bajas hasta las más altas, vivir o morir por el amor de mi vida y tener por fin a mi familia. 

ESTO AUN NO ACABA
No se me vayan mis amados lectores que aún quedan unos detallitos!
Muchas gracias por llegar hasta aquí conmigo, los amo tanto
Me despido de esta historia en el siguiente capítulo

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