Capítulo 15

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William, Shawn, Paul, Harry, Victor, Hannah, Clark, Sasha, Amelia, su madre Dafne, y muchos más, muertos. La lista es larga. Y quien la creó, está libre, con una sonrisa victoriosa y un poder que no le corresponde.

Sean quiso decirme que la venganza no es buena. Sé que no lo es. Pero llegó a entender que estas cosas deben ser llevadas a la justicia. Y no me refiero a la policía o algo así. Sino a mi daga clavada en el pecho de esa serpiente.

Anhelo beber de su sangre, ver sus ojos aterrorizados y escuchar sus súplicas por piedad. No habrá piedad. No poca. Ha matado y destruido todo lo que hemos hecho. No hay tiempo para culpas. Tampoco para planeaciones, Ethan nos ha dicho que vayamos con él a su manada y seamos parte de ella.

Dice que él nos protegerá y se encargará de encontrar a esa mujer. Pero ahora, la decisión cayó sobre mi espalda. Los pocos sobrevivientes han dicho que seré yo quien dicte su futuro. Quien se asegure de que lo elegido sea lo correcto.

-¿y bien?- pregunta Talía con la mirada desesperada.
-aún no te considero mi alfa, ni nada por el estilo, pero sigo a mi familia, y ellos están dispuestos a seguirte a ti, así que decide ahora, ¿estando allá estaremos seguros?- dice Paul.

Vi a Ethan quien se encontraba de brazos cruzados esperando mi respuesta. Henton mantenía la vista baja enojado. Claramente no quería que fuéramos con Ethan.

-hemos perdido a suficientes personas aquí, familias, amigos, hermanas, hermanos, niños y niñas, todo ha sido mi culpa y por ello estaré eternamente arrepentida ya que ha sido mi culpa, pero la única manera de mantenerlos a salvo es con él, su manada tiene armas, casas con buena construcción y más terreno, ir allá es lo mejor para ustedes- dije.

América toma la mano de Sean. Quien le sonríe calmandola.
-entonces iremos- afirma B.
-serán bienvenidos y bien cuidados, hemos de entrenar duro- dijo Ethan.

-ella volverá- dijo Amett.
-¿Cómo lo saben?- preguntó América.
-porque algo busca, y no es exactamente a mi- respondí.

-¿entonces?
-no lo sé- baje la mirada.
-¿qué esperamos? ¡andando! no quiero seguir aquí, es deprimente y no me da buena espina- dijo Henton.

Habíamos llegado a la manada de Ethan después de un largo viaje. No éramos muchos, y por ello, hubo menos problema en acomodarnos. Les dieron una cama a cada miembro de nosotros.
-aquí entrenaremos, recuerden, esta vez atacaremos nosotros- dijo Sean. Los demás asintieron con miradas rabiosas y vengativas.
-Brooke- me llama Ethan. No subí la mirada, seguí viendo a la nieve debajo.

-ven acá pequeña- tomó de mi mano y me hizo caer junto a él en la nieve mientras me abrazaba. Su calor abrumador me calmaba. Podía respirar mejor y el dolor en mi pecho bajaba por poco.

-destruyó todo lo que habíamos creado nosotros mismos. Aquellos que más esfuerzo le pusieron a ello, yacen debajo de tierra cubierta de nieve, no es justo.
-ella busca volverte loca, quiere verte en la ruina desesperada, es su momento para atacar.

-es que... me aparté de todos los que quería, hasta del sujeto que más he amado, con tal de no herirles, y aun así...
-tshh, no importa ya- besó mi frente -¿así que... el sujeto que más has amado? ¿Cómo era?

Que manera de intentar subirme el ánimo. Reí.
-era muy atractivo, de ojos miel con verde, cabello oscuro, es lobo también.
-¿y es tan fuerte como yo?
-oh, es muy fuerte, ¿sabes? Lo hace tan bien.

-¿Qué hace?- pregunta con una ceja arqueada y una sonrisa pícara y seductora.
-sabes bien de lo que hablo- reí. Me besó con tanta fuerza que apenas pude agarrar aire, mi estomago daba vueltas y mi corazón golpeaba mi pecho con rapidez. Me aparté para respirar.

Trascendente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora