Miércoles por la tarde, no hago más que pensar en Calum, en su pelo rubio y sus ojos verdes...
No puedo parar de pensar en sus abrazos, en lo tonto que es, en cómo me despertó a las cinco de la mañana el viernes en Mallorca, en el paseo en plena madrugada en la playa, en cómo me tiro al agua y en cómo me puso su chaqueta porque me estaba helando.
-¡Su chaqueta!-Exclamo, aunque se perfectamente que estoy sola, dijo que me la quedase.
La busco por mi armario hasta dar con ella.
-¡Berta, María ya está aquí!-Grita mi madre desde abajo.
Bajo corriendo, me despido de mi madre y me voy con María.
-Esa chaqueta es nueva.-Sonríe.
-Bueno, en realidad no, porque no es mía, bueno ahora sí pero antes no.
-¿Y de quien era?- Me rodea el cuello con su brazo derecho.
-De Calum...-Murmuro.
-Pues en Mallorca no hace mucho frío ¡eh!
-Excepto si son las cinco de la mañana y me tira al mar.-Ruedo los ojos.
-¿¡Cómo!?
No la contesto porque ya estamos con Pablo y Rubén.
-Hombre que guapas.-Dice Rubén.
-Seguís siendo los más guapos de los cuatro.-Respondo.
-No os rayéis que la guapa soy yo.- Se ríe María.
-Maldita imbécil.-Resopla Pablo.
-Creo que ya me acuerdo por que dejamos de quedar contigo, niño estúpido y creído.
-¡María!-Exclamo regañándola.
-¿Qué? Que a ti te gustase no implica que me cayese bien.
-¡Oh venga María! ¿De verdad tenias que sacar o de que me gusto? Yo nunca le he dicho a Rubén que llevas colado por él desde que lo conoces.-Me tapo rápidamente la boca, no quería decirlo, pero es que me saca de quicio.
-¿De qué habláis? Es que Pablo y yo hemos ido a por unas coca-colas.
-Nada, no hablábamos de nada.-Responde María.
-María, no quería decirlo.
-Berta, tienes suerte de que no estuviera porque hubieses dejado de ser mi mejor amiga.
-¿Por una estupidez como esa? ¿En serio? Nos vemos mañana.-Digo y salgo corriendo.
No puede ser, no creo que haya dicho que hubiese dejado de ser mi mejor amiga. Estoy corriendo a donde suelo ir cuando no puedo con nada, estoy yendo a la parada de tren abandonada, allí, a nuestro pequeño rincón, allí estábamos siempre los cuatro.
Donde siempre estábamos andando por las vías por qué no pasa el tren, porque esta parada, es una parada fantasma.
Me trae un montón de recuerdos, porque María y yo éramos las únicas que sabían dónde estaba esta estación y Rubén nos siguió, me acuerdo que nos estábamos haciendo fotos y que de repente se vimos a Rubén, María parecía que hubiese visto un ángel, bueno y Pablo, Pablo vino una tarde a mi casa porque estaba muy agobiado por que sus padres se iban a divorciar y le traje aquí.
-Hola.-Dice una voz masculina detrás de mí.
-Pablo, ¿Qué haces aquí?- Pregunto desconcertada.
-Supuse que estabas aquí, me acuerdo cuando me trajiste que mis padres se iban a divorciar y fuiste la primera en la que pensé para hablar, para desahogarme.-Suspira.
-Sí, me acuerdo de ese día, ibas con tu chándal del real Madrid y con el pelo todo repeinado.-Sonrío.
-Sí.-Se sienta a mi lado.- ¿No te da miedo?
-¿El qué?
-Qué pase un tren, estás sentada en unas vías de tren.
-Pablo, es una estación fantasma.
-Siempre puede venir un tren, nunca se sabe.- Empieza acercarse.-Sabia que en primero estabas colada por mí, y sé que ahora estás enamorada de Calum Heaslip, se que vives enamorada de ese maldito rubio.-Se ríe.- Crees que él ya te habrá olvidado y llevas su chaqueta para recordarle.
-¿Cómo sabes eso?-Pregunto desconcertada.
-Berta, porque yo en segundo me enamoré de ti, pero no dije nada, ahora estás enamorada de un rubio de ojos verdes.
-Me he enamorado de un famoso que no se enamoraría de su fan.-Intento reprimir las lágrimas.
-Mi pequeña, ven aquí anda.-Me abraza y empiezo a llorar.-Sí él no se enamora de ti está ciego, porque eres una persona muy especial, eres la chica de Tirso y la Lady Madrid de Pereza.-Será idiota.- Además si él no se fija en ti hay más peces en el mar.-Nadie como estúpido rubio.-Un servidor por ejemplo.-Se ríe.
Me coge la barbilla y me limpia las lágrimas, le abrazo lo más fuerte que puedo, y él hace lo mismo.
-Vamos que te acompaño a casa.-Me sonríe.
-No hace falta, puedo ir sola.
-Bueno quiero acompañarte.
Vamos hacía mi casa que esta a una media hora de donde estábamos, cuando llevamos ya diez minutos andando me voy hacia atrás y salto encima de él.
-¡Loca, pero avísame!-Se ríe.
-Como en los viejos tiempos ¿No?-Le doy un beso en la mejilla.
Cuando llegamos a mi casa se despide con un abrazo y yo le doy un beso en la mejilla.
Subo corriendo a mi cuatro y me tiro sobre la cama con una sonrisa boba.
Miro mi móvil para ver si tengo algún mensaje de María, Aurora o Carlota, nada de ninguna, cojo mi pijama y voy a ducharme, cuando termino bajo a cenar y subo a la cama, vuelvo a mirar mi móvil.
Calumheaslip te ha enviado un mensaje.
Calumheaslip; Enana😌.
Rubio😝; Beeerta__
Calumheaslip; ¿Qué tal pequeña🙌?
Bien, creí que te habías olvidado de mí😔; Beeerta__
Calumheaslip; No, deshacerte de mí no te será tan fácil😹.
Y eso ¿porqué?🙆; Beeerta__
Calumheaslip; Porque morena, me gustas🙈.
Hoy he llevado tú chaqueta ¿Sabes?🙊; Beeerta__
Calumheaslip; Te gusto ¿eh? 😏😏
Sí, me encanto, aunque me tirases al agua😒😒; Beeerta__
Calumheaslip; Te echo de menos tonta💖.
Yo también te echo de menos estúpido. Buenas noches rubiales, te quiero💕; Beeerta__
Calumheaslip; Buenas noches morena, te quiero.💕💖
Apago mi móvil, me meto en la cama y no puedo evitar pensarlo.
¿Y si solo está jugando conmigo? ¿Y si solo quiere vacilarme? O bueno... ¿Y si es verdad? ¿Y si me quiere? Pero ¿Mi ídolo enamorado de mí? ¿Es posible?
Te quiero Calum.
Tardo como dos horas en dormirme, pero consigo dormirme tranquila, pensando en él.
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¿Mi ídolo enamorado de mi?
FanfictionIntroducción Berta (la fan), una adolescente de 14 años, de pelo castaño y largo, ojos azules y bajita (1,56 m). Calum Heaslip (el ídolo), un adolescente de 15 años, de pelo rubio, ojos verdes y alto (1, 70 m). Ella le escribe una carta el día de...