Viernes por la mañana.
Voy corriendo a instituto ya que me he dormido y con un poco de suerte me dejarán pasar a clase y no irme a la biblioteca.
-Lo siento, te tienes que ir a la biblioteca.-me dice el conserje.
-Ya me lo imaginaba-murmuro-, es la primera vez que llego tarde- sigo diciendo en un tono que me oiga, aunque no le importe.
Subo a la biblioteca y esta toda la clase de Pablo, tenían educación física a primera, supongo que su profesora no habrá venido, me siento en la mesa vacía que hay a mi derecha y empiezo a pensar en que Aurora y su madre me van a venir a buscar para ir a Málaga en cuanto terminen las clases.
-El grupo ese de chicos se separa- dice la profesora señalando al grupo donde esta Pablo.
-No, no, ya nos callamos-dicen todos al unisonó.
-Que os separéis-insiste y esta vez hacen caso, Pablo coge su mochila y se sienta a mi lado.
-Hola-sonríe-¿Qué tal?
-Buenos días, pues bastante bien, nada más se terminen las clases me voy para Málaga.
-Para ver mañana a ese maldito rubio-se ríe.
-Ese maldito rubio, aún me sigue pareciendo que después de lo de ayer no te quedaste satisfecho...
-Hombre, digo mujer-se ríe-, sol fue un beso...
-¿¡Y hasta donde querías llegar!?- me sorprendo, pero lo digo en bajo para que nadie nos oiga.
-¡No mal pienses!-exclama-, pero que no sé, haber igual otro beso y besos en el cuello...
-Bueno, pero Pablo, si hubiera pasado algo más te habrías hecho ilusiones y no quiero hacerte daño...
-Sí, lo sé.
Ya estamos a segunda hora, como odio sociales, aunque tengo que admitir que mi profesor no está nada mal.
-Bueno chicos abrir el libro por la página 160 y Berta por favor lee.
Empiezo a leer hasta acabar la página.
-Vale, ¿Os ha quedado claro?-pregunta.
-Sí-respondemos todos.
-Pues poneros a hacer el ejercicio uno.
María y yo empezamos a hacerlo, y el profesor se acerca.
-¿Seguro que lo entendéis, chicas?
-Sí-respondemos al unisonó.
-Pero unas clases particulares no nos vendrían nada mal-sigue diciendo María.
-Os puedo dar clases particulares los martes y los jueves-pero esta niña para que dice nada.
-Vale, pues el martes nos dices donde nos das las clases, o bueno podemos darlas en mi casa-respondo.
-Si podemos darlas en tú casa perfecto, solo me tendrías que dar tú dirección, pero ya la semana que viene que en un minuto suena el timbre-se va a recoger sus cosas y en cuanto suena el timbre se va.
Ahora toca lectura, media clase se dormirá, como siempre, me lo sé, María empezara a leer y cuando el profesor no se dé cuenta sacara el móvil y yo, pues leeré y ya está.
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-¡Por fin, fin de semana!-grita María nada más salir del instituto.
Veo a Aurora y voy corriendo a abrazarla, me da un bocadillo de tortilla y nos montamos al coche.
Son las ocho y ya estamos llegando, hemos ido cuatro horas dormidas y dos hablando.
Y estamos en el hotel.
-¡Qué bien se está en esta cama!-exclamo.
-Tenemos que ducharnos y bajar a cenar-se ríe-, así que venga veas a ducharte y luego voy yo.
Por fin me puedo meter en la cama tranquila, un viaje de seis horas me ha dejado agotado, pero no puedo evitarlo miro mi móvil, nada en WhatsApp, nada en instagram ni en facebook.
Miro por último snapchat, Calum ha subido una foto, solo se ve el ala del avión, mañana te veo rubiales.
-Buenas noches Aurora-ella ni responde ya se ha dormido, que mujer madre mía pero la quiero.
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¿Mi ídolo enamorado de mi?
FanficIntroducción Berta (la fan), una adolescente de 14 años, de pelo castaño y largo, ojos azules y bajita (1,56 m). Calum Heaslip (el ídolo), un adolescente de 15 años, de pelo rubio, ojos verdes y alto (1, 70 m). Ella le escribe una carta el día de...