Lunes por la mañana.
Con lo bien que se estaba en Málaga, en serio odio madrugar, además toca educación física a primera, que pereza me da...
Voy hacia la rotonda donde he quedado con María, Rubén y Pablo para ir a clase.
-Buenos días-me sonríen los tres.
-Sí, claro buenísimos días-digo sarcástica-como me gustan tanto los lunes...
-A ninguno nos gustan-se ríe Rubén.
-Yo me iría con vosotros a otro lado- dice Pablo.
-Y yo, aunque no te aguante creído-dice María, mientras empuja a Pablo.
-Nuestra estación no queda muy lejos de aquí...- digo bostezando.
-¿Propones que hagamos pellas?- se ríe María mientras pregunta- pero si solo faltas cuando estás mala.
-¿¡Y qué!? ¡Hoy no quiero ir, pues no voy!- me giro y me dirijo a la estación.
No la aguanto, no aguanto cuando se pone en plan, tú solo esto y tu solo lo otro, es como que me dan ganas de matarla.
Llego a la estación y me siento en las vías, están frías, muy frías, el frío hace que me olvide de todo lo de antes.
Cierro los ojos y solo se me viene la imagen de Calum a la mente, no puedo parar de pensar en su pelo rubio, en sus ojos verdes y en esa sonrisa, en esa jodida sonrisa.
-Te vas a congelar-dice una voz masculina, no es ni la de Pablo ni la de Rubén- ¿No vas a abrir los ojos para ver quién soy?
-No me interesa la verdad...-suspiro-seas quién seas vete.
-Abre los ojos, te vas a alegrar- dice otra voz masculina, ahora sí que parece la de Pablo.
-Pablo, si eres tú lárgate.
-Berta, en serio, abre los ojos-es Pablo, es muy pesado cuando yo no quiero hacer algo.
-Venga, te he dicho que te- abro los ojos mientras levanto mi espalda del suelo y veo a Calum-¡Rubio!- voy corriendo a abrazarlo-¿Qué haces aquí?
-¡Sorpresa!- dice mientras mueve las manos al lado de su cara- Estoy aquí porque el miércoles el cumpleaños de Aurora y Jesús ha insistido en que venga... -suspira.
-¡No tengo regalo para Aurora!-exclamo-Un momento... Pablo ¿Y tú como sabías que este venia?
-¿Todavía no se lo has dicho?
-Calum, compréndeme, es que... verás-me mira-, es mi primo-se ríe.
-¿Es tú primo? Este maldito rubio-digo señalando a Calum.
-¿Maldito?-pregunta Calum extrañado.
-Yo te quiero rubiales
-Ahora mismo me dices porque no me dijiste que Calum era tu primo-suspiro.
-Porque, me gustas, porque te quiero, te conozco más de lo que te imaginas Berta, créeme y también le conozco a él-suspira y se acerca a mi-, y sé que te hará daño-me susurra-, pero yo siempre te he dado ánimos con todo, hasta cuando se que te van a dañar, porque por un momento te veo feliz- sigue susurrando.
-Yo, me voy a casa mis padres ya se habrán ido a trabajar y vuelven después de las seis-recojo mi mochila-, Pablo una cosa- me acerco a él-, no creo que vaya a hacerme daño-le susurro-, porque puede que realmente me quiera...
Estoy entrado a casa, no están, mis padres no están, subo a ducharme, y me pongo un pijama de pingüinos, me hago una coleta y bajo al salón.
Unos veinte minutos después llaman al timbre, me levanto miro por la mirilla y veo a Calum, le abro y entra.
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¿Mi ídolo enamorado de mi?
Fiksi PenggemarIntroducción Berta (la fan), una adolescente de 14 años, de pelo castaño y largo, ojos azules y bajita (1,56 m). Calum Heaslip (el ídolo), un adolescente de 15 años, de pelo rubio, ojos verdes y alto (1, 70 m). Ella le escribe una carta el día de...