O3.

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Al pasar las clases Miranda dijo que me iría a buscar para ir juntas al almorzar y que no me perdiera. Cuando llego hasta mí comenzó a hablarme de las materias que había tenido y que la habían sentado al lado de su crush. No pude evitar soltar algunas risas por su reacción al contármelo.

Finalmente entramos a la cafetería y nos pusimos en cola con nuestras bandejas. Podía sentir varias miradas de las personas a nuestro alrededor.

—Odio que la gente me mire—susurré para los oídos de Miranda.

—Es porque estás conmigo—me respondió.

— ¿Acaso eres popular? —soné algo despectiva.

Ella soltó un risa disimulada—Soy una de las raras—.

Veía que la gente de adelante y de atrás estaba atenta a nuestra conversación.

— ¿Se les perdió algo? —mi tono enojón había salido a la luz.

Las personas en la fila comenzaron a moverse más rápido.

—Así que eres una chica ruda—dijo Miranda mientras golpeaba suavemente mi brazo con su codo.

—No me gusta ser el centro de atención—murmuré tratando de calmarme un poco.

Cuando Miranda termino de recibir su comida hizo que la siguiera por entre las mesas rojas de la cafetería. Nos dirigíamos a una de las últimas mesas del lugar. Una chica de pelo rojo comenzó a saludarnos y pude ver como Mirando sonrió ante el acto.

— ¿Quién es tu amiga? —le preguntó la pelirroja a la chica a mí lado.

—Ella es Julia—dijo sentándose. Me hizo una seña para que la imitara.

—Soy Nia—dijo la chica del pelo rojo.

—Rena—respondió luego de tragar la chica junto a la pelirroja. Me gustó que su cabello tuviera mechones de diferentes colores.

Sonreí tímidamente ante ellas.

Pasaron unos minutos silenciosos en los que todas comíamos sin decir una palabra. Creo que era momento de que me fuera.

— ¿Tocas algún instrumento? —me preguntó Nia. Pude ver como de una mochila que había a su lado sobresalían unas baquetas.

— ¿Tú tocas la batería? —pregunté.

Nia sacó las baquetas de la mochila negra y las giró entre sus dedos con una gran agilidad.

—La guitarra eléctrica—respondí.

—Yo toco el bajo—dijo Rena—, y Miranda la guitarra también—.

Era gracioso como podía acordarme el nombre de estas chicas y no el de mis padres.

Estas chicas me estaban cayendo muy bien.

— ¿Eres adoptada? —preguntó una voz a mis espaldas.

Me di la vuelta para encontrarme con tres clones de Becca. Qué asco.

—Lo siento—rió ligeramente—. Soy Manuela.

¿Por qué me dice su nombre?

—Julia—. Mire deliberadamente a las chicas detrás de Manuela. Mi hicieron recordar mucho a Regina George y sus seguidoras. Una mala y barata imitación de Regina George y sus seguidoras— ¿Acaso tus perritos se llaman Gretchen y Karen? —.

Sus ceños se fruncieron haciendo que su maquillaje se notara exageradamente. No habían captado mi chiste.

¿Qué persona consiente no había visto Mean Girls en su vida?

No puedes escapar de nosotros; 5 seconds of summer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora