O1.

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Julio,2012.

Lo primero que ví al ser levantada por mi alarma fueron los nítidos rayos del sol que se colaban por entre mis cortinas. La melodía ruidosa de la alarma seguía sonando aunque me había levantado hace algunos minutos. Con pereza, estire mi brazo y calle ese sonido. Retire rápidamente las sabanas blanca de mi cuerpo y me senté sobre el cálido colchón. Me desperecé tomándome todo el tiempo que necesitaba, las mañanas nunca habían sido mi fuerte.

Mis pies tocaron el helado piso de mi habitación; ese escalofrió fue lo único que me impulso para levantarme e ir hacia el baño. Cinco minutos fue lo que necesite para cepillarme los dientes y lavarme la cara. Cuando volví a la habitación, el desorden de esta hizo que mi cabeza diera vueltas y soltara algunas risas pequeñas. La ropa que había a un costado de la cama, y verdaderamente no me molestaría en usar otra ropa cuando la que había usado el día anterior estaba en perfecto estado. Termine de cambiarme y tome el estuche de de mi guitarra para luego bajar y dirigirme al comedor.

No comí mucho del desayuno que me habían servido, hoy era uno de los días en los que el hambre no era una de mis prioridades. Luego de recoger mi bandeja salí al patio trasero del lugar mientras era acompañada por otras dos chicas.

Me senté en una de las sillas que adornaban el exterior para poder sacar y tocar tranquilamente mi guitarra.

—Miren quien decidió salir por fin—la irritante voz de Becca se escucho cerca de donde yo me encontraba—Dime querida, ¿acaso nadie nunca te dijo que tocas horrible?—

—Prefiero tocar horrible, a meterme con cada hombre que mi vista capte—

Un pequeño grupo se comenzaba a formarse alrededor. Becca se paro enfrente de mi con los brazos cruzados.

—¿Estas insinuando que soy una fácil?—la indignación emanaba su cuerpo.

—Tus palabras, no las mías—.

La pequeña boca de la rubia estaba abierta para contraatacar mis palabras cuando del grupo de chicos apareció la silueta de la directora del orfanato.

—¿A qué se debe todo esto?—pregunto cansada.

No era una novedad de que siempre que había problemas Becca y yo éramos las protagonistas.

—Nada—murmuramos la rubia y yo al mismo tiempo.

La directora dejo de insistir y comenzó a decirle al grupo que se había formado que se disperse.

—Puede que sea su oportunidad—nos dijo ella volviendo su atención a nosotras dos—. Hoy han venido unos chicos que piensan adoptar-una ligera sonrisa se formo en su rostro.

Becca se fue junto a la directora, dejándome por fin en paz. Volví a tratar de repasar unos buenos acordes que había estado intentando hace un tiempo cuando veo por el rabillo del ojo a alguien que se sienta en la silla continua a la mía. Por curiosidad, examine a la persona a mi lado. No era un chico nuevo, de eso estaba segura, parecía lo bastante mayor como para ya haber terminado la escuela. Su camiseta de Nirvana me llamo la atención.

—Hola—dijo amablemente.

Mis ojos se desconectaron de su cuerpo para volver a la guitarra

—Hola—farfulle.

—¿Cuál es tu nombre?—pregunto curioso.

Debatí mentalmente si contestarle o no, el podría ser una de las personas que venían adoptar, pero de todas formas nunca me iban a sacar de este lugar. No tenía nada que perder ya.

—Julia—.

Mis dedos seguían rasgando las cuerdas. Una gran parte de mi quería que este chico se fuera.

—Un gusto Julia—dijo el extendiendo su mano en forma de saludo. Ni siquiera levante la mirada—Uhm, mi nombre es Luke—.

Finalmente decidí ignorarlo.

—¿Hace mucho que tocas la guitarra?—su esfuerzo por entablar una conversación era muy notable.

¿De qué serviría responder? Finalmente se levanto, lo mire discretamente y pude observar que su mirada viajaba dentro de lo que era el orfanato. Cuando se percato de mi curiosa mirada solo me regalo una amable sonrisa para luego irse. Había notado que un piercing estaba enganchado en su labio inferior. Genial.

Punto de Vista; Luke

Agradecí a mi madre y a Dios por haberme dado largas piernas. Cuando llegue al comedor del lugar, mis amigos estaban conversando entre sí. Antes de acercarme voltee a ver a Julia que seguía tocando la guitarra.

—¿Dónde estabas, Luke?—pregunto Ashton con un tono de preocupación—. Se suponía que íbamos a recorrer el lugar juntos—.

—Ya se a quien debemos adoptar—dije hablando rápido.

La conocida risa de Ashton se hizo presente mientras palmeaba mi hombro— ¿A quién, viejo? —

Me di la vuelta apuntando a la chica de pelo negro con la guitarra.

—¿Estás seguro?—pregunto Michael.
Todavía no sabía porque pero Julia había sido la única persona que había captado mi atención al llegar, además tocaba la guitarra, podríamos hacer un dúo. Sonreí instantáneamente ante la idea.

—Me gustaría conocerla antes—dijo Calum.

—Ella es muy amigable, sabe muchas cosas y sabe tocar la batería—dije entusiasmado. Una pequeña mentira no le haría mal a nadie.

—Es la correcta—dijo Ashton sonriendo.

Comencé a pensar como seria la cara de mi amigo cuando se entere de que Julia no tocaba la batería, sino la guitarra. Punto para Hemmings.

—Voy a llamar a la directora—murmuro Ashton.

Cuando llegamos a la oficina de la directora fue Ashton el que firmo los papeles de adopción, por lo cual llevaría su apellido, aunque creo que Julia Hemmings seria mil veces mejor. La señora nos hizo esperar afuera del establecimiento mientras iba a buscar a Julia.

—La futura Julia Irwin—dijo Ashton emocionado al salir.

—Todavía sigo sin entender porque no adoptamos a un perro—susurro Calum.

Baje su gorra riendo, haciendo que esta le tapara sus oscuros ojos. Ya podía verlo. Julia iba ser la hermana o hija, que nunca tuve.



Voy a comenzar a subir los
capítulos ya editados, cada cierto
tiempo voy a subir otro capitulo. Este es el primero, espero y les guste. Gracias a ustedes la novela . no hubiera llegado tan lejos.

No puedes escapar de nosotros; 5 seconds of summer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora