Ángeles sin alas | 5 Seconds of summer | Fanfic

Capitulo 4.

Llamaron a mi habitación varias veces pero a penas me molesté en abrir. El haberme acostado a noche muy tarde me había provocado tener un sueño inmenso. Entonces gritaron mi nombre y reaccioné. ¡Oh mierda, la prueba! Me levanté de un salto y abrí la puerta de la habitación. Allí me encontré con el Sr. Smith.

-¡Al fin Alisson!¿Se puede saber que estabas haciendo?

-Lo siento Sr. Smith me había dormido.

-¡Dios mio, date prisa, muchísima prisa. Ya están todos reunidos en el estudio de grabación!

Me vestí rápidamente con una camiseta blanca de manga corta, una camisa de cuadros roja y negra, unos pantalones negros y unas botas negras doc marten. Cogí unas galletas que me había traído en la maleta y cogimos un coche hasta llegar al estudio.

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-¡Hola, hola, ya estoy aquí, ya estoy aquí!-dije entrando corriendo en la sala.

Allí me encontré con dos hombres con barba y una señora de pelo rubio teñido y gafas enormes. Al lado sentados en unas sillas se encontraban Evolet y otro de los finalistas. Me senté al lado de Evolet.

-Veo que usted llega tarde.-me dijo la señora de pelo rubio.

-Si, lo siento.

-Si está aquí es porque usted a querido, debería ser un poco más responsable.

No dije nada y la señora volvió a mirar al frente dónde otra finalista iba a comenzar a cantar. Genial, pues si tenía que valorarme esa arpía iba mal.

-Tia, ¿que te ha pasado?-me susurró Evolet.

-Me he quedado dormida.

-Normal, a mi también me ha costado levantarme esta mañana después de lo de anoche.

-Lo de anoche estuvo genial. Hubo un momento en el que incluso creí que era un sueño y que nada de eso pasó.

-Jajaja Ya ves fue increíble, y si, fue real.

La chica rubia que vi en la revista estaba ahora mismo cantando. Su voz era bonita pero tampoco algo del otro mundo, no era de estas voces que dices vaya vozarrón. En cambio sus expresiones eran muy exageradas y eso me dio risa.

-¿Quién crees que va a ganar?-le pregunté a Evolet.

-Yo creo que la cosa está entre tu, yo y el chico.

-La chica esta canta bien pero tampoco es para tanto.

-Ya lo sé, ¿has visto que gestos más raros hace?-reímos.

La mujer rubia volvió a mirarnos y esta vez nos chistó para que nos calláramos. Después de un estribillo la chica salió de la sala y volvió a sentarse. Evolet y yo intentábamos aguantarnos la risa pero no podíamos.

-¿Se puede saber que os pasa?-dijo ella.

-Nada, nada-respondió Evolet sin contenerse.

-¿Os estáis riendo de mi?

-No, no-dije yo riéndome.

-Sois unas niñatas os reís por como canto ¿verdad?, pues que sepáis que canto mil veces mejor que vosotras. Ratas.

-¿Hay algún problema?-intervino la señora rubia.

-Si, que las perras estas están riéndose de mí-dijo la chica.

-Eh, un respeto asquerosa. Eso es mentira-pero Evolet no podía parar de reír.

-¡Oigan como sigan así tendrán que irse de mi estudio!-parecía enfadada.