Tercer Disparo: El juego comienza

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La mesa llena de papeles, la sala con millones de carpetas regadas por todas partes y un solo chico con ojeras marcadas sentado en medio de todo ese caos era lo primero que me encontré al despertar.

-¿Qué es todo esto? – pregunté

-¿Esto? – me habló Daniel señalando la montaña de papeles y carpetas – Es nuestra única pista.

-¿Trabajaste toda la noche?

-Así es mi querida Watson, pero gracias a eso tengo lo que parece ser nuestra siguiente parada.

-¿Watson? ¿Ese es mi nombre? – pregunté algo emocionada

-¡Ah! ¿Qué? – Daniel me miró confundido – ¡No!... No...claro que no...yo...solo hice referencia a Sherlock Holmes y ya que eres mi compañera...

-Está bien, entiendo.

No tengo ni la menor idea de lo que me habla.

-Aunque es verdad que no tienes nombre y no podré llamarte siempre "señorita"o algo así... ¿Qué te parece si te pongo uno?.

Lo miré con duda, por un momento sentí que era algo como un gato o un perro que acaba de adoptar y le ponían nombre.

-¿Qué te parece Anastasia? – dijo al final

-¿No tienes algo mejor? – le repliqué al ver su sonrisa irónica

-¿Sabrina?

-No creo que vaya conmigo

-¿Riliane?

-No lo creo – sonreí

-Está bien, "alteza" definitivamente nada cabe con sus gustos – me miró como si fuera un niño malcriado cuando tiene un enojo falso.

Le sonreí y atravesé saltando todas las carpetas, para dirigirme a la cocina a preparar algo para el desayuno, ya que el trato era que yo cocinara mientras Daniel compraba la comida y la limpieza la dividíamos a la mitad.

-Veamos – hablaba Daniel mientras yo preparaba un sanduche – Tienes cabello negro, ojos grises, te encontré en medio de una fuerte lluvia... - Daniel se tomó unos momentos mientras yo terminaba de hacer los sanduches - ¿Qué te parece Rain?

La lluvia, lo único que me hacía pertenecer a este mundo, lo único que me recuerda que aún soy real.

-Suena bien – le respondí con una sonrisa

-Entonces... señorita Rain, será mejor que escuches lo que diré atentamente.

Serví los sanduches, los llevé a donde estaba Daniel, quien quitó sus papeles con cuidado y se giró para quedar enfrente de mí.

-Hay una casa abandonada, una vieja floristería... la dueña del lugar fue asesinada, muchos dicen que era por un préstamo que hizo con alguna mafia para salvar la vida de su único nieto... al final ambos terminaron muriendo y su única pertenencia es esta. Mi padre tuvo que cerrar este caso por falta de denunciantes, ya que la señora solo tenía a su nieto y ningún otro pariente consta en el registro.

-¿Y esto que tiene que ver?

-Fíjate bien – me indicó el boceto que había dibujado yo apenas llegamos al departamento – La flor es un lirio, esta señora era famosa por sus lirios y la W en el tallo indica una coordenada que coincide con el lugar ya que la casa se encuentra en el oeste.

Efectivamente la casa señalada con un círculo rojo en una impresión de Google Maps indicaba exactamente lo que Daniel había dicho.

-Tenemos que ir allá, pero por precaución ordené estos – señaló dos bolsas entre todo el desorden.

The Joker's ListDonde viven las historias. Descúbrelo ahora