Décimo primer disparo: Plaga

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-¿Quién eres? - pregunté ajustando el agarre.

-Y-ya te... lo dije - Respondió hablando por el poco aire que le quedaba.

-No me obligues a cortar tu circulación, o la respiración. Creeme, ninguna de las dos te gustará.

-C-conozco a un... uno de e-ellos - lo solté.

¡Maldita sea!

Estoy harta de estar metida en un maldito juego de ajedrez del que ni siquiera sé que ficha soy. Y aun así se me obliga a seguir jugando.

Iba a gritarle algo, pero al verlo este no era él.

Nath recuperaba el aire lentamente desde el piso. Pero por primera vez sentí tanta ira hacia él que me estaba comenzando a arrepentir de haber soltado la chaqueta que envolví en su cuello antes de que su tráquea se cerrara.

Y para empeorar las cosas, había alguien ahí de nuevo. Justo en la esquina dónde el sol no alcanzaba a iluminar.

Este era un hombre de traje de negocios, su rostro se ocultaba bajo un sombrero y su cabeza estaba inclinada como si se hallase dormido.

"Traelo hacía mí"

Habló, pero su voz me provocaba un escalofrío terrible.

Retrocedí.

Él no estaba allí, no era real. No puede hacerme daño...¿o si?

"Traelo" Lentamente fue levantando su rostro, revelando así unos ojos desmesuradamente abiertos y una tez entre azul y morada. Era como si su sangre subiese a su cabeza y la hubiese...

Ahora lo entiendo.

Él murió sin aire.

-R...Rain- Me llamó Nath, aunque apenas pude escucharlo.

"Traelo" El hombre me miró fijamente y luego dibujó una sonrisa, que no quiero describir, en sus labios.

De la nada el hombre se comenzó a acercar, rápidamente tomé una silla y me dispuse a lanzarla cuando sentí que alguien tomaba mi pierna haciéndome perder el equilibrio.

Caí con silla y todo, pero me sorprendió ver a Nath tomando mi tobillo.

-¿A quién crees que atacas?- Susurró

Alguien se encontraba en ese lugar, yo lo había visto. Pero en el fondo sabía que aquello solo existía en mi cabeza. Aquello me fastidiaba, empezaba a perder el hilo de la realidad y la fantasía.

Busqué llenar mis pulmones con todo el aire que en ellos cabía. Debería controlarme o la siguiente cosa que mate no será el aire.

-Escucha, no vas a poder sola y lo sabes. - se tomó una pausa larga y volvió a hablar - Mucho menos en el estado que te encuentras, déjame ayudarte.

-Habrás firmado un pacto con la muerte

-Lo sé

-Tienes una vida, ¿Por qué dejarla?

-Porque hay maniacos buscando el control total y no puedo dejar que más gente muera.

-¿Solo eso? ¿Debería tragarme su discurso de superheroe?

-¿Qué debo hacer para que me creas? -Nath me encaró, aunque su cuerpo aun estaba débil no puedo negar que me intimidaba un poco.

-¿Qué es lo que buscas? ¿Quién rayos eres en verdad? - lo encaré de la misma manera.

-Digamos que hay alguien en esa "cosa" que tiene cuentas graves conmigo, he estado buscando a la misma persona que me arrebató a alguien muy importante. - Suspiró - prometo contarte todo a su tiempo, y lo digo en nombre de mi propia vida.

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⏰ Última actualización: Nov 24, 2017 ⏰

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