Séptimo Disparo: La mira de un cañón (Primera parte)

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Y de nuevo estábamos cada uno por su lado. Daniel en su cuarto arreglando papeles o al menos es lo que me imagino, y yo en el mío pensando en todo el escandalo armado en la cafetería. Quería disculparme con Nath después de todo Daniel había sido muy grosero, pero antes él ojiverde debía darme una disculpa y una grande por lo visto.

-Rain ¿estás ahí? – Escuché que aquella voz me llamaba del otro lado de la puerta – Quiero hablar contigo un momento.

Abrí la puerta, Daniel estaba apoyado junto a la pared se lo veía demasiado agotado, como si hubiera peleado con un ejército. Ambos nos dirigimos a la sala, son sentamos en un mueble cada uno. Daniel suspiró antes de hablar.

-Te debo una disculpa, lo sé. – Daniel me miró fijamente – estaba de mal genio y bueno...no me medí. Te traté mal, lo siento mucho.

-Entiendo – hice una pausa – pero creo que también le debes una disculpa a Nath

Daniel se tensó como si fuera un gato y lo hubieran hecho enojar.

-Ese es el nombre del tipo de ayer ¿cierto? – se volteó como un chiquillo haciendo berrinche

-Que yo sepa él no te ha hecho nada para que estés así – lo miré molesta - ¿estas celoso o algo así?

-¿Por qué yo estaría celoso? ¿Tienes evidencia?

-¿Por qué te enojas solo con mencionar su nombre?

-Porque es detestable y más encima playboy

-Ni siquiera lo conoces

-Soy un detective, tengo instinto ¿sabes?

-No me convence tu argumento

-Solo te protejo, porque eres mi compañera de equipo y el único respaldo que tengo ahora.

Un minuto, ¿único respaldo?

-¿A qué te refieres con eso? – indagué

-Ayer fui a retirar los documentos de mi padre, pero también me sorprendí al ver que cambiaron de jefe en la policía, al parecer creen que Billy ya está viejo para el cargo.

-¿Qué hay del caso del salón?

-El nuevo jefe me ha prohibido el acceso a toda información de la policía, ni siquiera de los archivos de mi padre. Hemos perdido todo apoyo de parte de ellos y Billy no puede seguir ayudándonos a consta de su cargo... estamos solos.

-Pero tú aportaste con la policía, incluso trabajaste con tu padre. ¿Cómo pudieron hacerte esto?

-Estoy pensando en que nunca podré ser como mi padre – Daniel escondió su rostro – le habré fallado a quien creyó en mí siempre.

-¿Y si les demostramos que acaban de rechazar al heredero del puesto a mejor detective?

-¿Estás loca? Nos arrestarían, y a ti no sé qué te pudieran hacer. – me miró como si fuera la idea más absurda que haya escuchado

-Lo sé – tomé su mano y la sostuve justo frente a ambos – pero hicimos una promesa ¿no? Y hay un loco fuera matando gente que debemos detener.

-Tengo que ver al psiquiatra un día de estos

-¿Eso es un sí o un no?

-Eres una mala influencia

-Al menos tienes una excusa para que no te arresten, puedes decir que es culpa mia.

-¿Y dejarte encerrada por el resto de tu vida?

-Solo hasta que me ayudes a fugarme

-Eres un caso perdido, Rain

The Joker's ListDonde viven las historias. Descúbrelo ahora