Noveno Disparo: Apuesta

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-¿Qué quieres decir? – Pregunté casi soltando el teléfono – Habrá que revisar la lista...no...no podemos dejar esto sin resolver

-Pero...si la... respuesta esta... allí – hablaba Nath mientras se daba la vuelta para acomodarse y volver a dormir.

Por un momento me quedé tiesa, Nath habló alto pero no lo suficiente para que Daniel lo escuchara...o eso creo.

Hubo un silencio incomodo hasta que escuché un suspiro por el otro lado de la línea.

-Rain... ¿con quién estas? – y mis temores fueron confirmados.

-Amm...larga historia que prometo contarte luego, sin falta – le respondí casi inmediatamente.

-Dame tres razones para confiar en que no tienes a alguien peligroso durmiendo en tu misma habitación en este momento.

-Pues...- tenía que pensar rápido y las ideas no me ayudaban mucho que digamos – Uno: Es un rollo envuelto en sabanas que rueda por el piso.

-Rain, eso no dice nada

-Eso dice que es un rollo, los rollos no atacan gente ¿no?

-Hablo enserio – Daniel usó voz seria y pausada con tono de amenaza.

Ha sido muy efectivo.

-De acuerdo, me encontré con Nath anoche y para evitarme problemas con los borrachos de un bar, me llevó a su habitación para que pase la noche aquí...eso es todo.

-Así que estas con tu querido Nath

-Espera, no es "mi" ni "querido" solo es Nath... mejor centrémonos en investigar, daré una vuelta a ver que encuentro.

-Y el "señorito" estará allí contigo, supongo

-De hecho planeaba hacerlo sola, pero ya que insistes tanto

-¡Rain! ¡Esto no es una broma! – esta vez gritó fuerte

-¿Crees que no lo sé? ¿Por quién rayos me estas tomando? – Alcé la voz un poco, Nath se volvió a girar, suspiré al ver que no lo había despertado – Tenemos que detener toda esta locura, además hay otra persona que tal vez muera hoy mientras estamos discutiendo por algo sin sentido.

Daniel no respondió.

-Se supone que somos compañeros así que solo confía en mi ¿sí?

-Bien – suspiró – Pero tendrás que contarme todo luego.

-Afirmativo

-Cuídate y no te metas en líos – cerró la llamada

Suspiré, ahora tendría a un Daniel al cual tendría que contarle hasta el más mínimo detalle de lo que hice. Me parecía molestoso, era una mala manera de comenzar el día.

-¿Tu novio? – preguntaba una voz casi apagada

Dirigí mi vista a la bolita de sabanas en el piso y unos ojos dorados me devolvieron la mirada con curiosidad.

¿Ahora él también?

-No es mi novio – le arrojé una almohada y me levanté dispuesta a cambiarme y a salir por comida.

-Lindos modales para ser mi invitada – respondió con burla.

No respondí. Solo salí de la habitación a buscar mi mochila.

***

Y ahí estaba yo, sentada desayunando en la mesa del departamento de Nath...con Nath.

Si Daniel me pregunta le diré que me amenazó con llevarme a la policía por... algo como allanamiento a la propiedad privada y ¿entrar a bares clandestinos? Definitivamente no le confesaría que me quedé aquí solo por los panqueques recién cocidos, con canela, miel y fresas...tampoco sobre el delicioso moca que tenía entre mis manos...No, definitivamente eso nunca pasó.

The Joker's ListDonde viven las historias. Descúbrelo ahora