Narra Thiago
Desperté con el ruido de algo quebrándose en la planta de abajo así que baje de inmediato para ver si todo estaba bien, el ruido provenía de la cocina donde Ryan se encontraba juntando los pedazos del vaso roto.
Me acerqué a ayudarlo pero en mi intento de ayudar me corte la palma de la mano e inmediatamente comenzó a sangrar mucho.-Estas bien? -preguntó Ryan preocupado.
-Si, solo es un ligero corte, nada de qué preocuparse... -conteste mientras enjuagaba mi mano.
-Tendrás que vendarlo, no querrás empeore.
-No creo que sea para tanto, estará bien. -dije sin tomarle importancia, ni que me hubiera cortado el brazo entero.
-Por cierto... No irás a la escuela hoy? -preguntó Ryan confundido-
-Si, aún es temprano.
-Entras a las 11:00 hoy o algo así? -dijo mirando su reloj-
-No, hoy entro a las 9:00 espera... Demonios!!! -maldije y subí corriendo las escaleras-
Eran las 8:30 y yo aún no me bañaba, tomé una ducha rápida, tome lo primero que encontré en el closet y sali corriendo de la casa. Subí al auto y fui a toda velocidad a la escuela.
¿Cómo podía pasarme esto a mi?
Mi cabello era un desastre este día y la playera que me había puesto estaba rota. Tenía un pequeño agujero en la parte de abajo.
Para cuando llegue ya eran las 9:20 me tocaba matemáticas a primera hora así que corrí por medio instituto para llegar a clase.
Los Dioses estaban de mi lado, el maestro aún no había llegado así que tome asiento rápido en los lugares del frente.
Todos estaban platicando, haciendo escándalo.
Del otro lado del salón se encontraba Violeta sentada junto con una chica rubia que nunca había visto o eso creía.
Amelia no se encontraba en el salón, lo que se me hacía demasiado extraño. Ella siempre llegaba muy temprano.El maestro entro callando a todos y comencé a preocuparme por Amelia.
No podía faltar en las últimas semanas eran las más importantes.
La clase comenzó y la pequeña enana seguía sin llegar. ¿Porqué me preocupaba tanto por ella? Ella había decidido sacarme de su vida y yo seguía aquí sentado pensando en ella las 24 horas del día.
¿Cómo es que iba a alejar todos estos sentimientos de mi?
Mi cabeza comenzaba a llenarse de preguntas y pensamientos estupidos cuando ella entró por esa puerta toda agitada.Narra Amelia
Sentía como la tranquilidad invadía mi cuerpo y mi mente, seguía en la cama acostada sobre el pecho de Ian mientras este seguía dormido profundamente. Me sentía mucho mejor que ayer en la noche y sabía que hoy era un nuevo día y que tal vez las cosas mejoraría pero al parecer eso no sería posible.
Mire la hora en mi celular y me levante de la cama como resorte. Faltaban solo 10 minutos para que fueran las 9:00!
No tenía tiempo ni de bañarme, tome el cambio de ropa que siempre dejo aquí, desperté a Ian y me cambie de inmediato.
Ian estaba que se iba a morir de lo tarde que era ya que se había quedado de ver con Kyan antes de la escuela para desayunar.
Mi cabello y mi cara eran un desastre pero no había tiempo de arreglarlo salimos corriendo de la casa, subimos al auto y nos dirigimos a la escuela lo más rápido posible.
Al llegar ya eran las 9:20 era demasiado tarde solo un milagro me salvaría de esta. Corrí lo más rápido que pude para llegar al salón, el maestro ya había entrado pero no perdí la oportunidad de ver si me dejaba pasar.
Abrí la puerta toda agitada con el cabello por ningún lado, casi sin aliento.
El maestro volteo a verme y una pequeña sonrisa se escapó de su boca. Sin decirle nada me indicó que pasara con un gesto. Pero no toda la suerte estaba de mi lado, los asientos estaban llenos a excepción de uno... Justo a lado de Thiago.No quedó de otra y tome asiento junto a él sin dirigirle la mirada. Mi corazón estaba más acelerado que cuando corrí hasta acá y mis manos comenzaban a querer temblar.
Saqué mi libro y comencé a hacer apuntes, no veía la hora en que todo esto terminara y no hablaba solo de este momento si no de terminar y graduarme.
Después me iría de viaje junto a Megan e Ian para festejar nuestro triunfo y días después sería la boda... ¿Habría boda? ¿De verdad quería casarme?
Recordé que Ryan había quedado en pasar por mí el día de hoy. Tenía ya tiempo sin verlo y lo extrañaba un poco aunque no sabía si verlo era lo mejor.
Deje de concentrarme en la clase y me perdí en lo profundo de mis pensamientos. Pensaba en las posibilidades de mi vida. Qué es lo que pasaría si le dijera a Ryan que no me quiero casar o qué pasaría si me casara.
El vestido de novia estaba casi listo, la boda ya estaba completamente planeada mi madre y la madre de Ryan habían organizado todo junto con la prima de Ryan.
Solo faltaban mínimos detalles para que todo quedara al 99% listo.
Pero... ¿Me iba a casar?
La clase termino más rápido de lo que pensé. No había desayunado nada así que moría de hambre, no perdí más el tiempo y me dirigí a la cafetería.
Mi próxima clase empezaba en 20 minutos así que no tenía tiempo que perder. Aunque al final no se me antojo nada y termine comprando un café y un plato de fruta picada.
Me senté en una de las mesas y mientras comía saque mi libreta de apuntes y me puse a ver qué tanto me habían dejado ya.
Tenía demasiados proyectos que debía terminar en menos de dos semanas, afortunadamente a la mayoría ya le había aventajado mucho. Esta era mi excusa perfecta para alejarme del mundo por un rato. Podría terminar mis proyectos y pensar sobre mi vida tranquilamente.
El tiempo había terminado así que fui a clase de biología, había olvidado por completo que hoy tocaba laboratorio y no traía mi bata! El maestro me mataría y no me dejaría pasar.
Tal vez alguien traiga una que me preste... Llegue al laboratorio de biología y le pregunté a unos cuantos compañeros si traían una bata de más, pero nadie traía.
¿Cómo había podido olvidar que hoy me tocaba biología!?

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¿Quien es ese Idiota? (En Edición)
Teen FictionAmelia tenía una vida normal o eso creía hasta que conocio al idiota que pondria totalmente su vida de cabeza.