La Zorra Para Presidenta/EN EDICION/

Capítulo 8: ¿Qué demonios?

¡La que comente mucho se lleva el próximo capítulo dedicado!

Dedicado a: @ValenTorres5
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@JoselinNiebla
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Capítulo 8: ¿Qué demonios?

-¿Quién carajo son? ¿Y qué hacen sentados cerca de mis hijas?-preguntó, su expresión se tornó a ira.

Aquellas palabras por poco sacaban a Bruce Allen de quicio, nadie se metía con sus hijas sin su permiso.

Mathew por poco se le derrumbaba el mundo. Ahora debía enfrentarse al padre de su amada. Era ahora o nunca.

-Soy Mathew Cooper, el prometido de su hija Rylee...-comenzó y agregó-Señor.-dijo fríamente, parándose del asiento.

Y fue ahí que se desató la tercera guerra mundial entre Mathew y Bruce.

La rivalidad entre Alpha y Alpha.

(...)

-¿Quién dijo que yo no podía ser presidenta del club? -preguntó Regan.

-Bueno, señorita Allen, los estudiantes han hecho un complot en cómo usted no puede ser la presidenta del club. -respondió el director, calmado.

-¿Cómo? ¿Cómo se atreven a hacer eso? -preguntó, esta vez furiosa. Se levantó de un tiro del asiento y puso sus manos sobre el escritorio. Ira destellaba en la mirada. -¡Seré la presidenta de V.I.R.G.E.N.E.S. y punto!

Se dio media vuelta, haciendo su famosa pose de no-me-detendrás-, su cabello rubio ondulado dando vueltas mientras caminaba a la puerta y la cerraba de un portazo.

Soltó un suspiro de alivio y caminó por el pasillo de la escuela, sus tacones rechinaban, anunciándole a los estudiantes que la diva de Regan estaba de camino.

La mirada de los estudiantes viajaban de Regan a sus otros compañeros, chismeando sobre ella. Se le notaba la ira, sus manos estaban tensa y su rostro mostraba la expresión-te-quiero-matar-pendeja. Regan sabía que la única responsable de eso era Jena y ella debía de pagar.

¿Cómo se atrevía a hacer eso? ¿Hacer un complot en contra de ella para que no sea presidenta? ¿Y así tan rápido? Solo fue ayer que se enteró que no sería presidenta y fue ayer que conoció a Ace, el hermano de Mathew.

Regan está completamente jodida. Su vida ha girado completamente en los pasados tres días.

El timbre sonó, anunciando a los estudiantes a que se fuesen a sus respectivos salones, pero a Regan no le importó. Necesitaba desatar esa ira que la consumía de adentro hacia fuera y el único que podía ayudarla era Jason.

Llegó a la cancha de baloncesto, viendo que habían varios estudiantes jugando baloncesto o simplemente otros viendo desde las gradas. Los ignoró y se fue derechita al camerino de los chicos, para ser recibida por piropos y silbados de parte de aquellos dioses griegos. A Regan no le incomodaba ver aquella escena, ya que estaba acostumbrada a verlos así. Aquellos dioses griegos le lanzaban besos al aire y los piropos cada vez se hacían más sexual e inapropiados.

Cuando Regan llegó al casillero de Jason, este no se encontraba. A esa hora de la mañana, él siempre estaba ahí para cambiarse al uniforme, ya que debían de practicar dentro de unos minutos.