Capítulo 2: ¡Oh Regan!/editado/

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Capítulo 2: ¡Oh, Regan!/editado/

Aquella chica de los ojos color marrones, miró a la de los ojos azules grisáceos. Su mirada mostraba envidia al ver a su mejor amiga, babeándose por aquel chico llamado Dylan.

-Dylan es horrible. No veo que le encuentras de lindo.-comentó, celosamente.

-Bueno, para mí es lindo. -confesó la de los ojos azules.

-Es horrible.-contestó, haciendo una mueca de asco. -Tiene granos por donde quiera y no está en muy buena forma. Es muy pálido y parece un fideo de tan flaco y alto que es.

-Para mí es lindo, Sam.-escupió Regan, irritada de los comentarios de esta, quién se hacía llamar mejor amiga.

Samantha iba a decir un comentario inapropiado, pero el profesor Mathew apareció en el salón de clase. Era un tipo muy joven y guapo, aproximadamente de veinticinco años. Sus ojos verdosos viajaron por cada estudiante hasta que llegó a los de Regan.

-Buen día, Regan.-dijo con una sonrisa que parecía salir de un anuncio de pasta de dientes Colgate.

Regan sonrió tímidamente mientras murmuró un "buen día, profesor Mathew."

Él profesor acomodó su maletín en el piso y se sentó encima del escritorio, mirando a cada estudiante como si los estuviese leyendo detenidamente.

Samantha miraba de reojo a Regan, no le gustaba que Regan tuviera toda la atención. Ella quería ser la atención.

Al contrario, Regan odiaba la atención. A ella le gustaba estar en su comfort zone, pegada leyendo un libro que la hacía sentir miles de emociones por cada palabra que leía.

El profesor Mathew dio un aplauso  mientras ojeaba a los estudiantes, una sonrisa formándose en aquellos labios carnosos.

-¡Voy a asignarles a un compañero para el trabajo escrito sobre la historia corta que tienen que escribir!-la mitad de los estudiantes gruñeron mientras que otros comentaban en lo injusto que era el profesor. A veces, a los estudiantes les gustaba el profesor Mathew, pero la mayoría del tiempo no tanto. Creían que él era medio raro...raro y apuesto. Habían chicas que se babeaban por él y es ahí donde entran las gemelas Kiara y Kira. Ambas estaban locamente enamoradas de él, sin que ni la una ni la otra se enterará.

El profesor Mathew comenzó a asignar las parejas mientras que los estudiantes asignados se intercambiaban de número telefónico.

Al llegar al turno de Regan, solo quedaba ella sin compañero. Al principio, se sintió nerviosa, pero luego pensó en que le vendría bien hacer el trabajo sola. La mayoría del tiempo hacia los trabajos con Samantha, pero esta vez no. Este asignó a Samantha con Dylan y Regan sintió una puñalada en su corazón, al ver como Samantha coqueteaba con Dylan.

-Regan, necesito hablar contigo al finalizar la clase.-susurró el profesor, apoyándose a la mesa de Regan, tratando de que Samantha no escuchase la conversación.

Regan asintió tímidamente y miró como el profesor se sentaba en la silla del escritorio, cruzado de brazos, mirando a Regan.

-Se que traman entre los dos, Regan.-susurró, su mirada mostraba envidia.

-¿Regan? ¡Regan!-la llamó, haciendo que Regan sobresaltara un poco, alejándola de aquel pensamiento que la perturbaba. Por culpa del jalón de Patricia, Regan arruinó como se aplicaba el lápiz labial en sus pomposos labios. Había una línea rosa que le cubría el cachete derecho. Regan soltó un gruñido y se limpió el desastre con una servilleta, mirándose atentamente en el espejo del baño de las chicas.

La Zorra Para Presidenta/EN EDICION/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora