UNO.

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Capitulo I. 

El sutil gotear que resonaba a través de las paredes haciendo eco, a sus oídos ya comenzaba ser insoportable.  Tomo aire. 

Con las palmas abiertas se arrastro a gatas, las rodillas quemando, sintiendo el cuerpo entero como cien kilos de acero; pudo llegar hasta fuera de las duchas y alcanzar su toalla color arena, se cubrió el cuerpo desnudo con pesar, ¿había hecho mal? ¿Era valiente o estúpida? 

¿Cuantas veces más debía pelear por su derecho a bañarse tranquilamente después de su clase se gimnasia? ¿Cuantas? Daba lo mismo, de todos modos siempre perdía. 

Echo a andar rumbo a su casillero, la llave que casi le cuesta morir ahorcada al atorarse con la perilla de la ducha tras el empujón de Karin hace unos minutos, colgando de su cuello, no se había visto al espejo pero estaba segura de que el cordón anudado le había dejado una marca. Se puso las pantaletas, y con toda libertad el sujetador puesto que no había ya más nadie en la sala, continuo con la blusa, ni siquiera miro el grabado, una sudadera y un par de pantalones negros, se sujeto el cabello en una trenza baja, zapatillas converse y su mochila rosa chicle, el llavero de oso con un diminuto vestido azul junto con un cascabel en los cierres tintinenando. Al menos la escuela había terminado... por hoy. 

Se encamino por los pasillos, algunos más desolados que otros, las decoraciones del baile poniendo un poco de color a las paredes gris oscuro. Justo como ella, uno que otro adorno en su desquebrajada alma. 

Hacía, ya, un año que su madre había muerto, y para ella las cosas solo no mejoraban, la decisión de si era peor en casa o en la escuela la distrajo un momento; recuerda bien que en el funeral no soltó ni una sola lagrima, no podía, no frente a su padre, que de por sí parecía más muerto en vida que nadie, más que su abuela, más que su tía, mas que ella misma. 

No sabe realmente cuando los pensamientos oscuramente siniestros habían comenzado a invadir cada neurona suya, tan solo había pasado y ahora no sabia como echarlos fuera de su cabeza. El que la molestaran en la escuela era un extra. Se había cansado, quizá la próxima vez que Karin tratase de molestarla o golpearla ella no se defendería.... quizá no habría otra vez. Porque si su madre se había ido, sin importarle su buena posición económica, su familia y su empleo, ¿porque ella no podía seguirla? ¿Qué se lo impedía? 

No tenia muchos amigos, y después de haber perdido el negocio familiar por las apuestas de un deprimido señor Haruno viudo ni siquiera podía pensar en seguir su sueño hasta New York, se lo había dicho esta mañana; que tenía que escoger una universidad a sus posibilidades y debía poner los pies en la Tierra, "los garabatos y colores no te van a dar de comer, Sakura".  Caminar hacia la salida entre uno que otro empujón; desearía ser igual de invisible para las enemigas en su clase. 

Una gota de agua surca su mejilla una vez llega a la parada de autobuses, no sabiendo si es lluvia o una traviesa y mal fortunada lagrima, se limpia el rostro y se acomoda la gorra de la sudadera sobre la cabeza, si accidentalmente tomara una o dos píldoras de cianuro, de aquellas que uso su madre, seguro enojaría bastante a papá pero es que el dolor y las ganas de gritar eran tan grandes...el temblor que le recorrió la espalda tras el caer de liquido en la frente le indico que verdaderamente lloviznaba. 

Una calada de aire frió que rasgo su laringe la orillo a tomar una decisión; llegaría a casa, que bien se encontraba sola, buscaría el frasco de pastillas y... agita la cabeza de modo exagerado, no, no lo haría como su madre, no como ella, que la mando por el pastel de cumpleaños de su padre. Escogió uno de chocolate francés, sin saber que al llegar no hallaría una reunión familiar con motivo del natalicio de su progenitor, sino por el suicidio de su madre. Mejor se lanzaría del tejado del edificio en el que vivía, esperaba que un quinto piso terminara con su desgracia. 

Las puertas del transporte se abrieron de par en par, echo a andar como un zombie para subir; un golpe lateral que le lanzo hacia la derecha le despertó de manera efímera, no pudo evitar mirar con molestia a la persona, que, apenada se había detenido un momento y también la miraba; entonces lo vio. Ojos onix, cabello azabache y ojos de sol. 


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HEYYYY, la buena noticia es que no he muerto, jajaja y que aun no me han abandonado, siendo que hacia rato no publicaban, y lo digo seguido, pero siempre me parece oportuno mencionares el porque tardo tanto en actualizar; estudio medicina, ya estoy en mis rotaciones por hospitales, y me consume de tiempo completo, muy en serio, completo. A veces me doy un espacio para escribir entre tareas o eso pero no termino los capítulos o prefiero no publicar porque no los reviso, he de agradecerles el que siempre se queden, y quizá les tenga preparado algo... 

Otra cosa que me gustaria decirles es que, he estado pensando formar un grupo en facebook, y crear un perfil extra en wattpad, junto con escritoras, editoras de imagen, comentariastas, de todo para poder ayudarnos entre nosotras, al organizarnos formar nuestra propia categoría de premios, y apoyarnos para conseguir mas votos y que mas personas conozcan nuestras historias, si alguna esta interesada podría mandarme mensaje a mi perfil. 

Sin más, que tal les pareció el capitulo? 

 






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⏰ Última actualización: Jun 17, 2018 ⏰

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