Capítulo 1. Insomnio

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Las tres y media de la mañana y sin poder dormir.

Me levante a por un vaso de agua; de camino a mi habitación escuche murmullos y sollozos.

Si, venían de su habitación.

No sabía qué hacer, ¿entro? ¿No entro? Quizás si entro me echara, o me mandara su misma mirada fulminante de siempre y la verdad, comienzo a no soportarlas.

Me recorre un escalofrío por el cuerpo, una de las peores sensaciones cada vez que lo hace.

Supongo que aunque todo acabara y lo acabara yo, aún le tenía algo de cariño, claro, solo era cariño.

Recuerdo cuando la volví a ver, había pasado casi un año desde que se marcho, y allí estaba de nuevo, haciendo que volviera a revivir cada uno de los segundos que pase con ella, lo peor, es que volví a revivir cada uno de los segundos de aquellos tres últimos días antes de que se marchara, huyendo de mi, huyendo de la situación, huyendo de todos los problemas.

Recuerdo cuando la vi entrar por las puertas de  casa hace una semana, ¿pero que hace aquí? ¿Por qué trae maletas? ¿Es ella? ¿O lo estoy soñando? ¿Otra vez de nuevo aquí? Pero si, era ella, mi pequeña, que por su mala cabeza hizo desaparecer todo los bonitos recuerdos que siempre había tenido de ella.

Aunque esta última semana, desde que ella volvió, no ha parado de rondarme el recuerdo de cuando la vi por primera vez.

Aquel 10 de Mayo del 2011, cuando llegue a casa después del trabajo, entrando por las puertas de la cocina donde allí estaba ella. Con sus jeans ajustados, una camiseta cualquiera, un pañuelo en la cabeza, y como no, sus auriculares puestos, cantaba y se meneaba mientras limpiaba, se le iba la vida en ello, y recuerdo no poder dejar de sonreír con aquella escena. ¿Quién era esa chica? ¿Y qué hacía en mi cocina? Decidí acercarme a la nevera para tomar un vaso de agua, en ese momento ella se dio la vuelta ruborizada y asustada, amenazante también, nunca me sacare aquel divertido momento cuando me vio y se giro amenazante con el limpia cristales, ¿pensaba que era algún grenli que debía extinguir?, al verla así solo podía reír.

RECUÉRDAME QUE TE QUIERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora