RECUÉRDAME QUE TE QUIERA

Capítulo 7. Beso

HARRY

Y ahí estaba ella, plantada mirándonos, mirándome, la sentí extraña, no era la chica dura y fría que había llegado hace una semana a mi casa, se le veía débil, confusa y aturdida, me atrevería a decir que pude ver lagrimas en sus ojos. 

Me aparte de Melanie enseguida, pero ya era tarde, ella nos había visto. Pero, ¿Por qué me apartaba? No estaba haciendo nada malo, es una amiga, además si fuera algo más no era su problema, no sé por qué la aparte de esa manera.

M-¿Pasa algo Harry?

H-No nada, no pasa nada

M-¿Quién era esa chica? Me suena su cara.

H- Oh no es nadie, es una invitada

No podía decirle a Melanie que era ,__, menos mal que no la había reconocido.

M- Am ok, bueno ¿vamos?

H-S, si claro.

Sin más nos fuimos, me sentía mal, tenía una sensación bastante extraña como que lo que estaba haciendo no estaba del todo bien, pero ¿Por qué sentía eso? Era libre de salir con quien quisiera.

Pase una agradable noche con Melanie, estuvimos cenando, tomando unas copas y finalmente nos dirigimos a mi casa. La invite a entrar al jardín, no sé por qué lo hice, pero me apetecía seguir hablando con ella, me distraía bastante. Nos sentamos en el banco del jardín y continuamos con nuestra conversación.

M-Harry todo el tiempo que estuve fuera, veras, no sabía que me pasaría, pero te eche bastante de menos.

La vi ruborizada, tímida, una imagen de Melanie que nunca había visto, ella siempre fue segura y decidida.

H-Oh vaya, la verdad es que pasábamos buenos ratos juntos

M-¿A ti no te ha pasado lo mismo?

H-Oh si claro, claro que te eche de menos y todos los momentos que estuvimos juntos.

Mentí, ¿Por qué mentí? Harry eres un imbécil, ni siquiera te habías acordado de ella en todo este tiempo.

Vi como lentamente Melanie se me iba acercando, ¿Qué pensaba hacer, besarme?

No, no quiero que me bese, pero ¿Qué hago? Le acabas de decir que la echaste de menos y todos los momentos con ella, Harry te recuerdo que los únicos momentos con ella fueron sexo, claro que pensaba besarte.

Ella me agarro la mano y poco a poco vi como se acercaba en una búsqueda desesperada de mis labios, en menos de un segundo estábamos besándonos como si fuera la última vez, sinceramente Melanie era muy pasional y bueno yo, yo que voy a decir, no soy de piedra.