"Corazón de Dragón; la Última Batalla"

Confianza

Capitulo IX

Confianza

Eragon, guiaba a Ronald hacia los campos de entrenamiento que solía utilizar el y Saphira. La hora de aprender nueva magia había llegado. Los dragones dejaron a ambos chicos en las faldas de unas cavernas.

-Los llamaremos cuando terminemos ¿de acuerdo? -Dijo Eragon

-De acuerdo... traten de no matarse ¿quieren? -Sugirió Saphira.

-No pasara nada Saphira.

-Confió en ti Ron...

-¿en verdad? Es bueno saberlo, gracias.

-Pues no deberías Saphira -Exclamo Eragon al subir a la cueva.

-Vamos, tu dragón es muy inteligente sabe lo que hace.

-Espera... Eragon, antes de entrar, quiero pedirte un favor.

-¿De qué se trata? -Cruzo los brazos, esperando que Ronald hablara.

-Solo quiero que nos llevemos bien... no tienes que estar a la defensiva, Pansy y yo estamos aquí para ayudar, y créeme lo aremos hasta el final.

-¿Me pides que confié en ti cuando no te conozco?

-Sí, ya lo hizo Saphira, ¿por qué no hacerlo tú?

-No es fácil confiar en un extraño.

-Dime una cosa ¿no confías en tu dragón?

-Por supuesto que confió, le confiaría mi vida.

-Si yo igual... entonces si ella confía en mi ¿Por qué tu no? Vamos te he dado un dragón y una varita mágica con la que en estos precisos momentos te enseñaré a utilizar, ¿crees que si fuera tu enemigo, lo aria?

-No lo sé... - Eragon dio media vuelta y entro en la cueva, Ron no tuvo más remedio que seguir.

-"Si que es difícil, lo intentare más tarde, después del entrenamiento, no me daré por vencido" -Se decía Ron mientras caminaba al interior de la cueva.

Al llegar a su destino Ronald se dio cuenta que la cueva sólo era el camino para llegar a un lugar mágico, nunca había visto nada igual. El lugar estaba rodeado por enormes cuevas, en el centro una ramificación de tierra y pasto, le seguía un enorme lago, por techo, el sol, la luna y las estrellas (cual fuera el caso). Ideal para entrenar sin ser vistos.

- Este lugar es magnífico - Ronald palpó las rocas. -Podemos realizar un hechizo... un campo de fuerza para que los conjuros que hagamos no hagan daño y quede intacto, esto es muy hermoso como para destruirlo.

-Me gusta la idea, limito mi entrenamiento para no dañar el lugar, si funciona lo que tú dices podríamos entrenar al máximo.

-Ya que estamos de acuerdo comenzare con la protección... ¡Protecto Absor! - comienza a salir humo blanco de la varita, la cual se va extendiendo en lo ancho y alto del lugar, al quedar completamente rodeados por el hollín, se escucha un leve chasquido en la unión para sellar el hechizo. -Listo... ahora veamos si funciona. -Menciono Ronald - ¡Bombarda! -La explosión choca contra el campo de fuerza, esta no se inhabilita, el campo había absorbido el impacto.

-Un momento... por que en lugar de ocultar el castillo lo protegemos con este conjuro, así Galbatorix se dará cuenta que no podrá hacernos ningún daño -Pregunta Eragon al darse cuenta que no es necesario ocultarse.

-No podemos Eragon, este hechizo solo es temporal, al recibir fuertes ataques el campo puede ser destruido, nosotros lo usaremos sólo para no dañar el lugar con nuestro entrenamiento esto nos dará tiempo para volver a realizar el hechizo.