Capitulo XII
Los Celos de Draco.
Mortagh, se había puesto al tanto, pero no podía creer que la ayuda solo fuera un mago y una bruja.
—Esto es una broma, ¿verdad? ¿Dime que estas bromeando y que allá afuera hay un ejército para combatir a Galbatorix?
—No es una bromas, se que te resulta incomprensible, el que solo estén aquí dos personas y no un ejército como lo habías pensado, pero talvez cambies de opinión, ven, tengo que mostrarte algo. Esperare a que descanses—Eragon, sorprendería a su amigo, pero no con el estómago vacío.
— ¿A qué te refieres? No entiendo ¿acabas de decir que solo son dos personas? —Mortagh, no comprendía las palabras de su amigo.
—Ya lo veras, te sorprenderás... por ahora dejare que comas un poco—Eragon, deslizo una manta, era una charola con carne, sopa caliente, pan y una variedad de frutas.
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Ministerio de Magia.
En la oficina del ministro, frente al ventanal, se distinguía una silueta que observaba los rascacielos, aquellas múltiples luces que se forman en los cristales formando un arcoíris. Unos ojos platinados le prestan atención en silencio, de pronto se escucho el crujir de la puerta.
—Señorita Granger, señor Malfoy.
—Señor ministro... —Respondieron ambos jóvenes.
— ¿En qué les puedo ayudar? —dijo, mientras les ofrecía tomar asiento.
—Señor ministro... ¿ha tenido noticias de ellos?— Hermione, sonó preocupada — ¿de Ron y Pansy?
—No, Ronald aun no ha enviado información.
—Pero pueden estar muertos... —Grito, la joven castaña —Perdón, estoy preocupada por ellos.
—¡Es suficiente Hermione! ellos se pueden cuidar solos, no son unos inútiles. —Interrumpió Draco. La actitud de la joven lo celaba, no podía evitarlo.
—¡Yo no he dicho eso...! —Respondió molesta.
—Acaso te preocupa no volverle a ver... Dime Hermione... ¿Te preocupas como su amiga, o como la mujer que lo ama? —Señalo, Malfoy.
— ¿Qué quieres decir? —Hermione, comprendió la mirada de su prometido.
—Te preocupas por él como si tuvieras miedo de no volverlo a ver. —Malfoy, se sentía enojado, celoso, por la actitud de ella. —Te inquietas demasiado por el...
—¡Por Merlín...! ¡Fuimos amigos!, conozco a su familia, mi mejor amigo también es su amigo. —Grito, Hermione.
—Pues son ellos los que deberían preguntar por él, ¡no tú!. —La conversación se estaba saliendo de control.
—¡Señores... este no es el lugar para sus discusiones maritales! a todos nos preocupa no recibir noticias de nuestros compañeros. —Intervino el ministro. —Señorita Granger, estoy seguro que ellos están bien. — pronunciando con mayor énfasis la primer palabra, dirigiéndose a Malfoy. — la princesa Arya, ya nos hubiese informado y solicitado mas refuerzos. Estoy seguro que el señor Weasley está manejando muy bien esta situación, y si requiere de nuestra ayuda nos lo hará saber.
—Lo siento señor, disculpe. —Ambos jóvenes se sintieron avergonzados por tal actuación. — Pero... ¿Por qué no enviar una lechuza? —Sugirió Hermione. —Solo para estar tranquilos, no solo se lo pido por mí, usted sabe muy bien que su familia esta angustiada... —Malfoy, se mostro enfadado por tal insistencia, pero a Hermione, no le importó. — es otro mundo, el no está con los moggles. Por favor...
El ministro, sentía la angustia de la joven, pero tampoco negaba su propia preocupación, a él también le inquietaba no saber de ellos. Tomo asiento, después de pensarlo unos cuantos segundos, tomo su decisión.
—Está bien, pediré información a mi agenté... —Hermione, se sintió aliviada. —Pero no lo hago por usted. Si no porque me interesa saber la situación de Alagaësia.
—Gracias, señor ministro. —Hermione, ahora tenía más esperanza. Sabía que el no tener noticias de Ron era buena señal, pero quería estar segura de que así fuera.
Por otro lado, a Draco Malfoy, no le gustaba sentir celos del ex novio de su ahora prometida. Pero debía confiar en ella. Por otra parte estaba Pansy, sentía remordimiento por ella. Aun cuando no la amaba había sido una de sus mejores amigas en tiempo de guerra y le preocupaba su situación.
—Ya escuchaste al ministro, será mejor que lo dejemos hacer su trabajo, él nos pondrá al tanto cuando tenga noticias. —Drago, la tomo del brazo. — ¿No es así, Señor Ministro? —Le miro fijamente.
—¡Por supuesto...! —respondió, sin mencionar ninguna otra palabra, el notaba la molestia de, Draco, y lo entendía. ¿A qué hombre no le molestaria escuchar hablar del ex novio de su prometida?
La pareja se retiro a la brevedad. Cuando el ministro se vio solo, tomo tinta y pergamino, y comenzó a escribir. Posteriormente con un movimiento de su barita encendió la chimenea, lanzo un conjuro y arrojo el documento al fuego, chispas de color verde salieron de él, haciendo desaparecer aquel rollo.
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"Corazón de Dragón; la Última Batalla"
FanfictionUn nuevo mundo, una nueva magia, un nuevo amor, sera la nueva aventura de Ron Weasley, ¿lograra su objetivo? ¿Podrá olvidar y darse una nueva oportunidad con otro amor? El futuro de Alagaësia esta en manos de dos guerreros legendarios. "Corazón de...