A pasado una semana y aún no e hablado con Daniel. Sé que a estado evitándome por no haberle dicho nada después de lo que pasó en el coche.
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Me meto en el coche con mi padre, Megan y Kevin. Me a dicho mi padre que vamos al muelle a la feria que hay allí y por supuesto, Daniel no viene ni de broma.
Durante esta semana solo lo habré visto tres o cuatro veces solamente cuando venia a darse una ducha y para pedirle dinero a su madre, ya es bastante mayorcito para costearse él las cosas, pienso yo.Llegamos al muelle y las luces de las atracciones me ciegan durante unos segundos de lo intensas que son, como si del Sol se tratase.
-Anissa, ¿te apetece algodón de azúcar?-le miro con cara de saber de que demonios me habla.-¿No sabes lo que es?-le niego con la cabeza y ae echa a reír.
-Vamos, te enseñaré lo que es. El puesto donde lo venden está al final del muelle.
Empezamos a andar y estoy observando las atracciones cuando veo a Daniel con sus amigos y casualmente tiene a una rubia sentada en su regazo. Se da cuenta de que estoy aquí y mirándole cuando se levanta apartando a la tía y se va por detrás de los puestos ¿dónde habrá ido? La verdad que después de haber visto eso me importa muy poco.
Vuelvo con mi padre que está en el puesto donde venden el algódon de azúcar. Es rosa, esponjoso y suave al tacto. Mi padre le dice a la dependienta que nunca lo e probado y me da un poquito para que pueda probarlo, me lo meto a la boca y ¡está buenísimo!
Le sonrío a mi padre en señal de que me ha gustado y veo detrás del puesto una luz blanca que aparece y desaparece. Me acerco para poder ver de que se trata.
Alguien me coge del codo con brusquedad y me atrae hacía él. Miro hacía arriba y veo que es Daniel.-Por el amor de Dios Daniel, me has dado un susto de muerte.-echa la cabeza hacía atrás y comienza a reírse.-No sé de que demonios te estás riendo. Osea, me evitas durante una semana después de lo que pasó en el coche y además ahora te ríes en mi cara. A ver si aprendemos a controlae ese carácter.-mi voz suena dura y esa era la intención.
-Bueno, bueno, tranquila. Y que sepas que no era mi intención evitarte y tampoco reírme de ti.
-Pues actuas de mala muerte, para tu información.-su mirada se vuelve relajada, como si se acabara de acordar de algo.
-¿Has pensado sobre lo que te dije?-mierda, pues claro que no lo había pensado. ¿Ahora que le digo? Era demasiada información.
-¿Anissa?-escucho como me llama mi padre.
Daniel hace un movimiento tan brusco y rápido que no me da tiempo ni a pestañear. Se asoma y le dice a mi padre:-Está aquí conmigo.-¿está loco? No tenía que haberle dicho nada.
-¿Daniel? ¿Qué haces aquí?
-He venido con unos amigos hasta que me e encontrado con Anissa y hemos empezado a conocernos mejor.-¿va a dejar a la rubia tirada por mi? Eso no es típico en Daniel.-Les diré que me tengo que ir y vuelvo con vosotros.
-Muy bien, así estamos todos en familia.-sonríe de oreja a oreja de lo contento que está de que estemos todos juntos.
Pasa Daniel por mi lado y me susurra al oído que ahora vuelve y que vaya pensando una respuesta y lo último que me dice es lo siguiente:
-No puedo aguantar más sin ti, muñeca. No voy a hacerte nada hasta que no me des tu permiso y tienes de plazo hasta esta noche.-debo de estar hecha un tomate. Mi corazón se a puesto a palpitar de tal manera que siento que se me va a salir del pecho.
¿Esta noche? Tengo que darle una respuesta esta noche... ahora es cuando empiezo a preguntarme si de verdad tenía que haber aceptado el regalo de mi abuela.****
Pasamos el día en el muelle y Daniel, como no, no se separaba de mi, era como una garrapata.
Se nos estaba haciendo de noche y cuando nos metemos en el coche me dice Daniel en susurro en el oído:-Tengo muchas ganas de saber que me dices, muñeca.-le miro, me guiña un ojo y yo le devuelvo una pequeña sonrisa pero la suficiente como para que él tambien sonría.
Llegamos a casa, Daniel sale pitando del coche hacía la casa ¿Qué le pasará?
Cojo mis cosas y me meto dentro. No veo a Daniel por ningún lado. Lo busco por todas partes y la única parte de la casa que me faltaba por buscar es mi habitación, como se haya atrevido a entrar... y por supuesto tubo que entrar y antes de que diga nada, Daniel se abalanza sobre mí y me dice:-Mi respuesta, la quiero ya.-los dos sabemos que le voy a decir.
Todo en él me vuelve loca, pero si carácter de chulo me saca de mis casillas.
Me está observando de arriba a bajo y se detine en mis ojos.-Sabes perfectamente que tu carácter de chulo prepotente no me gusta nada y eso me hecha atrás.-está a milímetros de mis labios y me dice:
-Anissa, por favor, dejame ser bueno para ti.-me tiene entres sus fuertes y tensados brazos. Un brazo lo tiene alfinal de mi espalda y la otra esta en mi nuca.
Estoy apunto de darle una respuesta cuando...
CONTINUARÁ...
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Eternally
عاطفيةA Anissa siempre le han enseñado que los hombres son una perdida de tiempo. ¿Seguirá creyendo en eso o cambiará de opinión?