Curación

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Corría con desesperación, no sabía hacia donde, sin embargo, era consciente de que su vida estaba en peligro. La ciudad estaba sumida en la oscuridad, y aunque eso podía ser una ventaja para él, no lo era, pues aquellos seres que lo perseguían eran capaces de encontrarlo.

Divisando un edificio abandonado a lo lejos, aumentó su paso hasta adentrarse en él. El lugar estaba completamente en ruinas, y parecía que en cualquier momento caería, pero eso a él no le importó, pues su prioridad era ponerse a salvo.

Completamente agitado, se dejó caer al suelo, esperando a que su respiración se acompasara. Minutos después y ya más calmado, dejó que las lágrimas lo abordaran. Mirando sus manos llenas de sangre, lanzó un sollozo, sintiéndose inútil en su única labor. Sus amigos se habían quedado atrás peleando contra los seres que los atacaron, fatigados y heridos, y aunque quiso quedarse a luchar con ellos, fue obligado por su pareja a huir y ponerse a salvo.

Suho, su alma gemela... En esos momentos se preguntó si estaría bien, o si se encontraba vivo. Ante ese pensamiento dejó salir otro sollozo reprimido. Sabía de antemano que su destino era morir y renacer, como en sus otras vidas, pero eso no le quitaba el dolor de perder a su amado. Ya muchas veces en el pasado le había tocado presenciar la muerte de Suho en sus brazos y esperaba que esta fuera la excepción.

Un ruido lo puso en alerta, ya lo habían encontrado y eso sólo significaba una cosa... Sus compañeros y guardianes posiblemente ya estaban muy heridos o muertos. Pero él se negaba a morir sin dar lucha antes, así que tomó un hierro oxidado que estaba a sus pies, esperando el ataque de los seres. Los segundos pasaron y la adrenalina recorría su cuerpo, de pronto la puerta del lugar fue abierta y antes de que pudiera siquiera moverse, un haz de luz lo golpeó directo en el pecho, acabando con su vida en instantes.

Lo último que vio fue a Suho casi inconsciente, mirando con dolor cómo su vida se consumía...




Despertó sobresaltado, con la respiración agitada y su ritmo cardíaco alto. Yixing sintió ese sueño muy real, al grado de sentir sus calientes lágrimas bañar su rostro. Temeroso y con necesidad de que su novio lo estrechara entre sus brazos, el chico se levanto de la cama extraña y salió del cuarto. Caminó por un largo pasillo blanco, que daba paso a otras habitaciones, marcadas con extraños símbolos de color plateado.

Siguiendo con su recorrido, llegó hasta una sala, donde los meseros del café, los chicos nuevos y su amigo Yifan estaban platicando, de algo serio al parecer, por la expresión en sus rostros. Sin embargo, no pudo divisar a Junmyeon en ningún lado, y eso lo estaba preocupando, pues necesitaba verlo.

-Yixing. ¿Estás bien? Me preocupé mucho cuando te desmayaste.- Suho dijo tras él, asustándolo un poco.

-¡Junmyeon!- Lay se lanzó a los brazos de su novio, escondiendo su rostro en la curvatura del cuello del mayor, mientras las lágrimas caían.

-Shh, tranquilo. ¿Estas bien? ¿Por qué lloras?- Suho pasaba su mano sobre la espalda del menor para apaciguar su llanto. La verdad es que le había preocupado verlo en ese estado, pero hasta que no le explicara qué le pasaba, no podía hacer nada.

-Tuve un sueño muy feo, donde era perseguido y un ser me mataba frente a tus ojos. Fue horrible y tenía mucho miedo- Yixing le contó lo que soñó cuando su llanto se calmo. Ahora se sentía seguro por estar entre los brazos de su novio.

-Sólo fue un sueño. Ven, es mejor que te sientes- Suho lo guió a la sala donde estaban los demás.

-¿Qué pasó? ¿Está bien?- Minsook se acercó a Yixing en cuanto Suho lo sentó en uno de los sofás.

MAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora