Salgo del auto y camino hacia el memorial. Las flores estaban empezando a morir y las fotografías se estaban destiñendo. Me arrodillo y recojo una pulsera de plata que alguien había dejado junto a una vela deshizo.
Habíamos tenido un memorial. Todos nos reunimos y nos despedimos con discursos, todos muy shockeados como para llorar. Habían fans que lloraron también, pero para nosotros, quienes pasamos cuatro años de nuestra vida junto a él, no pudimos.
La familia de Harry tenía su cuerpo. No nos habían invitado al funeral, pero era entendible. Era su único hijo, y lo matamos, en la forma en la que vivíamos y en la que éramos. Él aun estaría vivo de no ser por nosotros.
Su muerte se me hace aun más profunda cuando lo único que queda de él son fotografías desteñidas y flores marchitas, bajo la luz de un farol en una calle desierta.
Me quito las lágrimas y le doy vuelta a la cinta.
"Algunas veces, las promesas se hacen para ser rotas. A veces, hay cargas que uno no puede llevar solo- y algunas veces, hay veneno en tu sangre, y hay solo una manera de quitarla.
Para aquellos que nunca se han cortado- asumo que la mayoría, o todos- no saben lo liberante que puede ser, presionar una navaja en tu piel y sentir que todo el mundo se reduce a eso, un pequeño corte, sangre goteante."
Muerdo mi labio lo suficiente como para sentir el sabor de la sangre, el sabor a hierro en mi boca.
"Nunca debí haber empezado de nuevo. ¿Pero con toda la presión que llevaba sobre mí? Necesitaba algo, cualquier cosa, y cortarme hizo 'eso' para mí. Sé que a alguno de ustedes les doy asco por cortarme. Pero es- era- más fácil lidiar conmigo causándome dolor, que cualquier otra persona.
Era tan fácil que era mi salida. Y siempre fue más fácil- y mejor- lidiar con mis problemas sin herir a nadie más, excepto a mi."
Desearía que me hubiese herido a mí. Siempre estuve ahí y pude haber ayudado, si hubiese sabido. El problema era que no sabía.
Liam viene a sentarse a mi lado, con las piernas cruzadas.
-¿Cuánto más hasta la mía?
Liam no responde.