Min Yoongi.

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Miró su cabello que se suponía que iba a ser de un color durazno, y que, había quedado rosado.

Suspiro lentamente, Tenía 20 años y no podía dejar que a esta edad lo pasarán a llevar.

No nuevamente.

Quitó su reflejo de allí, caminando hacia la puerta para tomar un bus a su universidad. Al subir éste notó las miradas de las personas mayores y algunos jóvenes a causa de su cabello. Sabía que sería un problema, sabía que estaría en la mirada de todos, pero ya no podía cambiarlo.

Colocó los auriculares en sus oídos y una melodía desconocida se reprodujo. Aunque la conocía como la palma de su mano, le hacía oídos sordos a aquella canción que explicaba su estado, como se sentía, todo. Él mismo la había producido. Él mismo había expresado sus sentimientos allí. Él mismo sabía que no volvería a su relación.

Sus ojos ardieron pero no lloró, no merecía llorar por un hombre. Bajo del bus y caminó hacia el edificio que tenía como Universidad. Sintió la fuerte mirada de sus compañeros, sunbaes y sus menores. Suspiro, era la única forma de que no explotara de un momento a otro. Entró a clases y sintió nuevamente las miradas y joder, detestaba ser el centro de la atención.

Sacó la camisa que tenía sobre su polera blanca. No importaba el frío, estaba tan furioso que llegaba a hervir.

Como ningún otro día comenzó a reflexionar. Comenzó a pensar, ¿Porque su vida le había dado un giro tan brusco? ¿Por que su vida lo separó de Jimin?

Frustrado tomo su ahora rosa cabello y comenzó a tirarlo sin una gran fuerza, como obligándose a si mismo superar eso y seguir adelante. Siempre se decía "no me importa", incluso en sus felices momentos se estampó "Never mind" en una polera que estará por allí tirada en su habitación.

Estaba solo allí, sin su familia, sin sus amigos, enfrentando su vida. Enfrentando las burlas por ser homosexual, viendo como Jimin le era infiel con chicas, como lentamente destruía su relación con sus amigos. Sabía perfectamente que Jimin les había dicho a estos que no le hablaran. No porque tal vez Namjoon o Hoseok se lo hayan dicho, si no porque conocía a su ex novio. Lentamente la maknae Line y la única chica en su grupo de amigos dejaron de hablarle, Hoseok a su vez se centro más en lo que era su baile, y Namjoon en su trabajo de medio tiempo y sus notas.

Salió de allí, tenía 20 años y era lo suficientemente maduro para soportar eso. O eso creía creando una fina capa en lo que era su mente y sus sentimientos. Por eso solía ser inexpresivo. Siempre pudo llevar bien sus emociones y separarlas de sus actos, más ahora no podía. Sentía que en cualquier momento se iba a desmoronar, aunque por fuera siguiera pareciendo el mismo Min YoonGi de siempre. Extrañaba escuchar su apodo suga, Extrañaba a su abuela, la única persona que lo apoyo en sus decisiones, la única que lo apoyo cuando decidió rapear, la única que lo apoyo a pesar de su sexualidad, la única persona que en realidad le quiso.

Piso un charco de agua por la reciente lluvia que había atacado seúl. Vio su distorsionado reflejo allí, sus ojeras, cosas que solamente ahora estaba empezando a notar.

Salió de la universidad a pesar de que sus horas aún no terminaban. Pateaba una piedra que había encontrado por allí pero algo hizo que está se perdiese. Sintió la vibración que su móvil proporcionaba, avisando una llamada entrante. Al ver el nombre de su ex su corazón dio un vuelco. Jimin le llamaba todos los días cuando su relación había terminado, sin embargo YoonGi le ignoraba, muy maduro ¿no? Pero era difícil hablar con alguien que había botado un año de relación a la basura. Sintió la necesidad de contestar, de sentir la aguda voz de quien en algún momento fue su novio. Tal vez eso le podría sacar la más mínima sonrisa, o simplemente sumergirlo más abajo en aquel mar de tristeza.

 Prologue || BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora