Sus manos temblaban. Detestaba la soledad, detestaba la oscuridad. Cuando esto pasaba, recordaba con su poca y borrosa memoria aquella vez, aquel día que ella y su padre se habían vestido de negro. Ella, con tan solo dos años, él, alrededor de 27, y por último el más pequeño, que se encontraba en el hospital por no llevar ni siquiera un día de nacido.Si bien las pocas imágenes que tenía de ese 1 de septiembre eran pocas, lograban ser claras. Recordaba la tristeza de su padre al llegar a la casa de sus abuelos, quien le estaba cuidando. Aunque no entendía con sus dos años y medio de edad, sabía por lógica que algo iba mal. Quería ver a su madre, y ésta no estaba.
Con el paso de los años, la escena se había vuelto borrosa. Comprendió con el tiempo que su madre no iba a volver, pero al tener la pérdida tan pequeña y tan inocente, no había sido mucho el daño.
Sin embargo ahora, una vez en su casa después de ir al hospital, la escena se repetía. Se sentía mal, horrible. La madre de los Jeon había dejado su vida a cambio de la de Jungkook, y sin embargo, este con tan solo 15 años de edad estaba muerto. Por más que intentará asimilar algo, conectar los últimos sucesos, no podía. Ella había muerto en el momento de que Jungkook lo hizo. Su mundo se había derrumbado, él era su todo, su pequeño hermanito. Siguió abrazando la almohada, tratando de buscar refugio. No quería que Tae se fuera y la dejara sola, no sabía que locura podría hacer.
Ya eran al rededor de las 7PM, y Dara ni había ni siquiera tomado una gota de agua. No tenía apetito, ni sed, sólo quería desaparecer e ir con su hermano.
Cuando las ganas de comer ganaron por sobre todos sus pensamientos tristes y oscuros, se levanto a preparar esas comidas que están listas en tan solo 5 minutos en el microondas.
Buscó entre los cubiertos un par de palillos para así poder llenar su pequeño y vacío estomago. Mientras revolvía su muñeca sin revisar el contenido del cajón, un cuchillo con demasiado filo rozó esta logrando que un quejido saliera de los labios de la chica. Dolía, aunque fue un simple roce el corte había sido profundo y doloroso. Sacó está con rapidez, provocando otro corte menos profundo. Las lágrimas producidas por el dolor cayeron al mismo tiempo que las gotas de sangre, manchando los cubiertos. Su mano dolía en exceso, apretó de esta intentando parar el sangrado.
Retrocedió asqueada por su propia sangre. Le tenía fobia, la detestaba con todo su ser. Tropezó con un paño de losa, cayendo de lleno al piso y golpeando la cabeza con la muralla. El dolor no tardó en llegar de manera bruta, mareando de una forma impresionante a la chica. Su borrosa vista logró con suerte enfocar el hilo de sangre que rodeaba la muñeca derecha, cayendo en su blanca polera.
Dos, tres, cuatro gotas cayeron, propagándose por la tela. Dara toma de la mesa para así ponerse de pie, pero cayendo nuevamente en el intento. Su mente no estaba trabajando bien, razón por la cual no podía levantarse con facilidad. Todo daba vueltas y vueltas, como si en cualquier momento se fuese a desmayar.
Se apoyó en la pequeña mesa donde solía comer con su hermano. Una pena gigante le invadió, de la misma forma que el dolor hace algunos segundos. Rabia e impotencia también, le había prometido a su padre que protegería a Jungkook con su propia vida, pero le había fallado. Sabía que en algunos de los días que quedaban el recibiría la noticia en japón. Trabajaba allí desde ya más de un año, y cada mes le mandaba algo de dinero para que sus hijos pudieran tener una buena vida, un buen departamento, buena ropa y se pudieran dar los gustos que deseasen. Se sentía mal, era un gran hombre que sin saberlo había perdido a su único hijo.
Miro las cosas que estaban sobre la mesa. Dos fotos, una de su madre, su padre y ella tan sólo una bebé. Otra, ella, su padre y su pequeño hermano con tan solo días de nacido. Su madre, tan hermosa, había tenido un desenlace tan triste, sacrificando su vida por su hijo. Dara ya no tenía motivo para vivir, vivía por Jungkook y su bienestar, y él ya no estaba.

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Prologue || BTS.
Fanfic"Quizás ellos no pertenezcan más a este mundo, porque tal vez el asesino sean ellos mismos. Lo que no sabían es que ese era tan solo su prólogo". Autor: byun_ny Pareja: mención Yoonmin. Extensión: 10 capítulos. Advertencias: violencia, suicidio, dañ...