Prologue || BTS.

Kim Namjoon.

Suspiró con pesadez al ver la hora, 1AM. Sacó su gorra y arregló su platinado cabello que se encontraba graso, causa de la falta de tiempo.
¿Cuando pensó que estaría en una situación así? No era un chico que creía que las cosas iban a ser fácil, sin embargo, tampoco pensó que sería casi imposible.

Vio como un auto llegaba a aquella bomba bencinera. Arregló su chaqueta de cuero y se acercó al hombre de unos 35 años.

- Buenas noches -Namjoon saludó de una manera formal.

-20.000₩ de petróleo -el señor dijo con un tono autoritario. El rubio asintió dando la vuelta y dejando que bencina entrara en el auto mientras hacía la respectiva boleta.

Una vez que el estanque estaba lleno, cerró la tapa y se encaminó para cobrar el dinero, más lo único que consiguió fue una serie de envoltorios de snacks, papeles y pañuelos usados.
Por la oscuridad no pudo apreciar la patente del auto, mientras éste desaparecía por la penumbra de la noche. ¿Qué había hecho para merecer todo eso? Era un excelente estudiante, y que él supiera nunca le hizo daño a alguien a propósito
¿el karma? Creía en él pero era injusto que le atacase a él sin haber hecho algo.

¿Suerte? Tal vez era algo que le faltaba y le jugaba en contra.
¿Destino? Detestaba aceptarlo, pero creía que era la causa más lógica para esta situación, a pesar de ser inverosímil.

Se había esforzado, y nada daba frutos para poder ser un rapero profesional, nada de aquel libro que había llevado a la editorial, y le enfurecía ya que éste fue publicado, pero con otro autor.

Odiaba su puta suerte, su puto karma, y su puto destino, porque, ¿que era lo que le impedía poder avanzar? ¿Porque no podía romper aquel cubículo de vidrio que lo encerraba?
¿Por que no se podía mostrar al mundo?

Apretó su gorra y la lanzó lejos, escucho un quejido y se dio cuenta del dueño, Taehyung. Hace mucho que no le veía, menos en el estado que se encontraba, destrozado y con los ojos rojos, además de tener un insoportable olor a alcohol.

- Vete a tu casa, es tarde -Sin ni siquiera saludar ordeno Namjoon a su menor.

-No quiero -Dijo y por su tono se podía apreciar que se estaba ahogando con su llanto. Era entendible, cada uno de sus amigos se estaban yendo uno a uno -No quiero perderte tampoco a ti.
Taehyung se sentó en el suelo, sintió el olor a bencina y lo absorbió como su fuera una de las drogas más caras y adictivas. Le gustaba aquel olor.

-No me vas a perder -Namjoon se sentó a su lado y se estiró. -Es lamentable lo de los chicos.

- Aún no saben quien fue el asesino - Taehyung se acostó a su lado, poniendo la cabeza sobre su brazo - Es como si fuera detrás de nosotros.

- ¿Pero no que lo de Hoseok fue negligencia médica? -preguntó Namjoon. -Es un idiota, no nos dijo su enfermedad. De haber sabido lo hubiésemos controlado.

- Pero ya no se puede hacer nada Hyung, no porque lo insultes mágicamente va a resucitar - Taehyung limpió una lágrima que caía por su ojo izquierdo - sin embargo aún no se puede explicar la muerte de Suga Hyung y Jimin, por más que han investigado no hay muestras de que se haya acordado un suicidio, pero tampoco se muestra quien es el asesino.

Namjoon sólo pensaba, era un rompecabezas con una pieza faltante, y justo la más importante.

-Dara también está mal- comentó Taehyung- ella quería hacer algo por nuestra amistad, pero ahora con la muerte de los chicos está destrozada. No habla con nadie, no está comiendo y no sé que hacer.

-Ella aún te gusta, ¿no? - dijo y comenzó a ver a su alrededor. Una sonrisa se asomó, un lugar donde habían hecho sus locuras era este, cuando Seokjin había llevado su auto y comenzaron a correr.

-Si - respondió. - pero como nos distanciamos no sabía cómo decirle lo que sentía. Ya casi somos desconocidos, incluso contigo, se nota que ya no eres el mismo Namjoon, se puede apreciar de que estás destrozado, al igual que cada uno.

-Tú también cambiaste Tae, has madurado -Namjoon habló como si se tratara de su padre, aunque claro, éste no era alcohólico. -Anda al local y saca unos snacks para que comamos.

-¿Pero y tu jefe?- Tae levantándose preguntó.

- Lo más probable es que mañana me eche porque nuevamente se han ido sin pagarme - dijo encogiéndose de hombros -Anda, saca lo que más te guste.

Tae se adentró al pequeño local mientras el ex rapero reflexionaba. Esa pregunta que a cada uno azota aunque sea una vez en la vida llegó a su mente, ¿Que soy? ¿Que hago acá? ¿Por que existo? ¿Porque existe la vida? Y una infinita e innombrable lista de preguntas de ese tipo. Las tres bolsas de snacks lo sacaron de su gran interrogativa. Taehyung le miraba, su mirada ni tenía su brillo característico, ¿cuando se había ido? Verdad, cuando todo había acabado.
El menor le entregó un dulce a Namjoon, mientras el saboreaba el suyo. Con el palito jugaba, como si de un cigarro se tratase.

-Se que necesitas fumar, pero entiende que no es el cigarro - Nuevamente el castaño sacó de sus pensamientos al rubio. El dulce cayó a un pequeño charco que estaba a unos centímetros de ellos. Entre sus bolsillos buscó aquellos papelillos con tabaco y otras sustancias químicas. - Hey -Taehyung movía la mano frenéticamente en frente de su cara, intentando llamar su atención. Lentamente Namjoon se volteó a ver la cara preocupada de el apodado V, mientras entre sus labios ponía el cigarro -Acá no, nos puedes matar.

Namjoon se encogió de hombros, realmente no le importaba que la estación explotase con el adentro. Aquellas preguntas nuevamente hacían espacio en el cerebro de Namjoon, logrando fastidiar a Taehyung.

-¡No entiendo! -Gritó el menor notablemente molesto, además de que el alcohol en su cuerpo no ayudaba mucho -Te vengo a ver para mejorar nuestra amistad y me ignoras, ¿quieres morir? Hazlo sólo, no me metas a mi - mientras Tae gritaba en frente, Namjoon sólo para fastidiarlo más prendió el cigarro en frente de el, tirando el humo en toda la cara del menor -¡Qué te pasa idiota! -.

Taehyung con rabia tiró la botella de cerveza que tenía en mano. Generalmente cuando tomaba se ponía agresivo. A paso rápido salió de allí, dejando a su ahora ex amigo solo. Era increíble como de un estado de ánimo había pasado a otro, todo a causa de su ahora notable depresión por la pérdida de sus amigos, por el distanciamiento de los que aún quedaban, por tener lejos pero a la vez cerca a Dara, y por sobre todo aquellos problemas familiares.

Namjoon miró nuevamente a la nada. ¿Qué le quedaba? Su familia estaba en Ilsan, y aunque apoyaban sus sueños, no hacían para ayudarle. Dio una calada a su cigarro, relajándose un poco.

-Realmente estoy aburrido de esta mierda - Exclamó, ya en si la vida no tenía sentido, no por la pérdida de sus amigos, no por ser un fracaso de rapero o porque simplemente no poder cumplir sus sueños -¿De que sirve vivir si en algún momento voy a morir? -dijo sacando el cigarro y mirándolo -de todas formas, lentamente estoy muriendo, tal vez mi destino no sea estar aquí, tal vez debo cederle mi puesto a aquella persona que realmente le encuentra un sentido a la vida.

Cerró sus ojos. Las cenizas del cigarro volaban, a Namjoon no le importaba, quería sentir la brisa del próximo invierno que venía, aquel que ya no iba a vivir.

Se posicionó sobre el charco de bencina. Sintió su olor combinado con el del cigarro. Con la poca luz que había no podía apreciar su reflejo, pero en realidad no le importaba.
Ya nada le importaba, ya nada tenía sentido, porque, ¿de que sirve encontrarlo si aquel sentido un día va a desaparecer, como todo?

Sin pensarlo más soltó el cigarro. El piso comenzó a arder en llamas, y un delgado hilo de gasolina que unía al estanque lentamente se prendió, logrando que a una velocidad impresionante, la estación explotara.

-Realmente lo siento Tae, no cumplí mi promesa -las últimas palabras del moreno quedaron en el aire, mientras el castaño de una gran distancia observaba las llamas de el lugar en donde hace algunos minutos se encontraba.

Cayó al piso, ahora, sólo quedaban 4 de ellos, en tan sólo una semana.