Prologue || BTS.

Kim Taehyung.

Corría por los pasillos del hospital, buscando la habitación que le habían dicho en recepción. Sabía que no podía ver a Jungkook, sin embargo, quería aunque sea apoyar a Dara.

Dio vuelta en el el pasillo y escuchó los sollozos de la chica. Se sintió culpable, lo más probable es que Jungkook lo estaba buscando a el, y ahora el estaba luchando para vivir. Se sentó a su lado, acariciando el negro pelo de la mayor de los Jeon. Esta levantó su vista, rodeando a Taehyung y dándole un fuerte abrazo. Él ya no tenía aquel asqueroso olor a alcohol, Jin lo había dejado en su casa y había aprovechado darse una larga ducha. La llamada de Dara lo había hecho salir, y por sobre todo en su forma de hablar. Su corazón había dejado de latir por un segundo, cuando había escuchado lo de Jungkook. Sin pensárselo fue al hospital, y ahora estaba allí con ella, brindándole su apoyo. Dara balbuceaba cosas como "es mi culpa", "soy una mala hermana", "debí ser más responsable".

Las caricias que Taehyung le daba estaban tranquilizándola lentamente. De sus ojos seguían aquellas líneas de lágrimas, pero su respiración ya se había normalizado, y los ruidosos sollozos se habían callado.

Rápidamente muchos especialistas entraban y salían, Dara junto a Taehyung se desesperaron. Rápidamente un doctor entró con un desfibrilador. Dara soltó un grito, no podía perder a su hermano.

A medida que los segundos pasaban, el llanto de Dara comenzaba a incrementarse. La desesperación la consumía, no podía hacer más.

Taehyung la miraba, la consolaba, la apoyaba en lo que podía. Sus ojos estaban rojos y centelleantes, las lágrimas estaban acumuladas allí, esperando la noticia para que hicieran su camino a través de su cara.

De un segundo a otro, los sonidos cesaron. Lo único que se escuchaba eran sus respiraciones, esperando cualquier noticia, esperando lo peor.

El paramédico salió de la sala donde el menor de los Jeon se encontraba luchando por su vida. Su cara estaba afligida, ¿cómo le iba a decir a aquellos jóvenes que ya no se podía hacer nada? ¿De que Jeon Jeongguk está muerto?

- El paciente acaba de fallecer.

Los ojos de Dara se abrieron, estaba en shock. Taehyung abrió paso a sus lágrimas, cayendo silenciosamente. Ya no se podía hacer nada, él también se había ido.

Salieron del hospital, Mientras que el chico le daba suaves caricias a Dara, tratando de que se tranquilizara.

- Me debo ir - comento en cuanto llegaron al departamento de la única Jeon. - ¿estarás bien?- su voz se oía algo apagada y a la vez, ahogada. Dara asintió lentamente con los ojos llorosos, haciéndole competencia al castaño. Se despidió con un beso en la frente, sabía que ella estaría bien, pero la pérdida de alguien cercano como tu propio hermano debía ser bastante dura.

Puso su capucha en su cabeza, caminando por las vacías calles de seúl. No tenía ganas de ir a su casa, aquel infierno que le asechaba, pero no tenía a donde ir, Jin no dejaba quedarse en su casa.

Suspiró al ver la puerta de su departamento. Traía consigo algo de licor, ya que, supuestamente había salido a comprar éste para su padre, su alcohólico padre.

Giró la perilla y los gritos se hicieron presentes. Con suma delicadeza cerró la puerta, haciendo el mínimo de ruido. Un grito desgarrador sonó desde la cocina. Taehyung dejo la botella en el comedor de diario, asomando su cabeza en el lugar de los gritos. Sus ojos se abrieron de golpe cuando vio a su padre golpeando a su progenitora. Sus manos tiritaron al ver como un cuchillo era enterrado en el cuello de esta última. La sangre caía de la herida como si se tratase de una lluvia en una sequía. Los ojos del agresor se encontraron con el menor de los Kim. Una furia se desataba allí, entre las miradas que se daban.