Prologue || BTS.

Epílogo.

Frotó sus pequeños y gatunos ojos con el reverso de su mano. Observó con atención el lugar, tranquilo, verde y hermoso. A lo lejos se podía divisar una gran cabaña, entremedio de todos aquellos árboles. El canto de algunas aves se escuchaba, todo en perfecta armonía, y eso a YoonGi le encantaba.

La tranquilidad que le brindaba el lugar era alucinante e increíble. Con tan solo cerrar sus ojos y respirar ese puro aire una sonrisa salía de sus labios, y que Min YoonGi sonriera de esa forma era extraño.

Dio tranquilos y largos pasos hacia la cabaña. Recordó rápidamente está, era una de las tantas maquetas que había hecho en la universidad. Construida era mucho más hermosa de lo que había imaginado, mucho más hermoso que aquellos simples bocetos que había hecho con la ayuda de Jimin.

"Jimin", pensó YoonGi y aquella sonrisa que tenía dibujada desapareció en un segundo. Apretó los puños, no debía recordar aquello en esos instantes, pero una vez lanzándose al negro sillón recordó todo. Recordó su pelea con Jimin, recordó su cabello rosa, sus problemas, y como había "solucionado" todo de la manera más terrible que existía, el suicidio. Frotó sus ojos, ¿estaba muerto? Se levantó con miedo de allí y vio su reflejo en un espejo que adornaba la sala. Su cabello ya no era rosa, si no rubio y le sentaba de maravilla.

Sacó su mirada de su reflejo y vio el hermoso paisaje. Grandes árboles estaban a los alrededores, y más adelante se podía apreciar algo de arena. "Playa", fue lo que llegó a la mente de YoonGi, y la idea de escuchar las olas golpeando la orilla no era nada desagradable.

Salió de allí. El sonido de una que otra ave se podía escuchar a la perfección, las hojas moviéndose al compás del viento, todo tan utópico. Arregló su camisa al mismo tiempo que abría la puerta, y no esperó encontrarse con aquello.

Sus ojos comenzaron a picar, sin embargo, ninguna lágrima cayó. Extraño verlo después de tanto, después de las peleas, después de todo. La imagen de Jimin, observando cada objeto que se encontraba en su campo de visión era hermosa.

Recordó el latido frenético de su corazón cada vez que lo veía, que lo abrazaba, que sentía sus labios en un pequeño compás de movimientos, o cuando sus desnudos cuerpos se pegaban con sudor, disfrutando mientras se hacían uno.

(Cr: @nooniedraws.)

La mirada de Jimin se conectó con la suya. Sus ojos se abrieron sorprendidos, mientras que YoonGi esbozaba una pequeña sonrisa, la cuál lentamente se hacía más y más grande.