Jeon Jeongguk.

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-Aún no se sabe quien fue el causante de aquella explosión - el canal diario de las 9 recitaba aquellas palabras, mientras los hermanos Jeon veían la escena de la explosión de la noche anterior.

-No entiendo -Decía el menor - es como si fueran tras nosotros.

- Yo tampoco entiendo -Dara con los ojos rojos por tanto llorar apoyó a su hermano -Tengo miedo.

La conversación murió ahí. Había pasado un día desde la última muerte, y cada una había sido muy frecuente. Dara miró a su hermano, este mordía sus uñas en señal de desesperación, el no saber que hacer para evitar morir.
Un estruendoso sonido interrumpió aquel infernal silencio. Dara y Jungkook se sobresaltaron, pensado que el fin de los hermanos Jeon llegaría allí.

Dara a pasos temblorosos se acercó a la puerta y miro a través del pequeño vidrio que estaba incrustado en éste. Sus ojos se abrieron al ver a los hermanos Kim detrás de la puerta. Abrió esta y vio con preocupación al menor de los dos, destrozado con ese insoportable olor a alcohol.

Se acomodaron en la pequeña sala del departamento de Dara y Jungkook. Seokjin estaba preocupado por el estado de su hermano, y por ser el mayor, sentía aquella responsabilidad de cuidarlo, y de detener cualquier intento de que ellos murieran.

-Debemos hablar sobre lo que está pasando -Jin decidido habló sacando el incomodo silencio.

-pero en realidad, ¿qué está pasando?- Dara preguntó a Jin buscando alguna señal. Sus ojos pasaron a los de Jungkook, se notaba su miedo, y luego a los de Taehyung. Su corazón se encogió al verlo en aquel estado. Taehyung era tan alegre, tan feliz, extrovertido, 4D y otras cosas que le habían enamorado, pero que simplemente calló y ahora ya habían desaparecido. Su mirada tenía un sentimiento extraño a los ojos de Dara, una mezcla de pena y arrepentimiento adornaban estos. Taehyung no quería romper el contacto visual que tenía con ella, pero no era el momento para estar así, no en aquella situación.

- Yo creo que alguien está detrás de nosotros - Jungkook hablo por primera vez desde que habían llegado los hermanos Kim. -Es extraño que sólo nuestros amigos hayan sido asesinados.

-Aún no se sabe si es suicidio o un asesinato Jungkook - la mayor de los Jeon interrumpió al menor, ganándose una mirada enojada por parte de éste.

-Apoyo a Jungkook -El apodado V hablo, su voz flaqueó a causa del alcohol. -Yo vi a Namjoonie Hyung antes de lo sucedido... Y él... Él... -El nudo en la garganta de Taehyung comenzó a molestar a la hora de hablar -él me prometió que no nos dejaría... Creo en él, creo que él no se quería suicidar.

-Pero Tae -Dara volvió a hablar- piensa en esto. Tal vez, el asesino sean ellos mismos ¿no? - con un dolor en su pecho similar a el que tenía diariamente Hoseok prosiguió - Tal vez todos estaban aburridos de esto, y tal vez es la misma razón por la que nos distanciamos. Tal vez, ya hicieron lo que debían, tal vez no eran aptos para vivir...

-¡Cállate! -Taehyung gritó logrando sorprender a los presentes - Tú que sabes sobre ellos, ¡los mataron! ¿El asesino ellos mismos? Es algo estúpido Dara.

-¡Taehyung! -Jin regañó a su hermano mientras este se dirigía a la puerta enojado. Dara se quedó estática por la actitud de Taehyung, realmente ya no era el mismo.

La sala quedó sola, Dara no notó cuando Jungkook dejó el departamento, y es que Taehyung tenía razón, era estúpida.

Jungkook se refugió con la primera chaqueta que había encontrado. Las oscuras y frías calles de seúl le impedían ver hacia dónde había ido Taehyung junto a jin, quería arreglar las cosas entre ellos, quería ver sonreír a su todo, Dara.

Ella se había encargado de enseñarle a leer, de a pesar de sus dos años de diferencia ser su figura materna, a pesar de ser la causa de que su madre ya no estuviese con ellos.

Jungkook sentía aquel sentimiento de culpabilidad, por el simple hecho de nacer. Si el no hubiese nacido, su madre estaría con vida. Él no entendía, por que su madre dio su vida por alguien como él, en vez de hacer feliz a Dara. Por aquella misma razón, lo que menos quería es que Dara sufriera, y si tenía que salir de noche sólo para hacerla feliz, lo iba a hacer.

-Tae donde estás - murmuraba Jungkook a la vez que doblaba en una calle. Debía encontrar a ese idiota antes de que se echara más alcohol, y antes de que su hermana colapse.
Corrió buscando a el castaño o a su hermano, habría dado ha unas 5 vueltas en la misma calle y en otras distintas, pero era como si Taehyung hubiera desaparecido de allí.

Sumido en como encontrar a su amigo no se dio cuenta que había chocado con un chico más alto que él, y de una apariencia para nada amigable. Tragó duro mientras subía su vista, encontrándose con los chicos pero furiosos ojos de aquella persona de unos 25 años. Trató de seguir avanzando, pero los fuertes brazos del hombre lo acorralaron, dando un gran golpe en su cara. Jungkook gimió por el dolor, por el miedo, ¿acaso el estaba detrás de ellos? Una pizca de adrenalina llegó a su ser logrando darle un puñetazo al hombre.
-Maldito bastardo, ¿que te crees?- es hombre tocó su mandíbula.

Jungkook sentía furia, quería matar a esa persona por el hecho matar a sus amigos, por destrozar a Dara. El hombre sin piedad comenzó a darle una paliza a Jungkook, dejando su ojo morado y su labio junto a la nariz sangrando. Continuó mientras, parando de un momento a otro buscando una cuchilla. Jungkook se alarmó, y soltó un gran y sonoro grito en cuando sintió el filo en su estómago. El encapuchado sacó el arma blanca y la alzo para nuevamente enterrarla, pero unos pasos me detuvieron. Salió corriendo dejando aquel oscuro callejón. Jungkook pensó que tal vez un oficial había escuchado todo el alboroto, pero se decepcionó al ver sólo un perro que pasaba por allí.

Sobó su herida y su mano quedó teñida con el líquido carmesí. Gimió, dolía mucho y el líquido no dejaba de fluir.

Como pudo, se levantó. Apoyado contra la pared en donde le habían golpeado comenzó a avanzar mientras apretaba la cortadura para que dejara de sangrar. Sus piernas fallaron, logrando que jungkook cayera. Aquel perro que estaba hace algunos instantes se acercó, pero paso de largo al ver a un gato jugando al otro lado de la avenida.

Nuevamente se levantó y pudo caminar un trazo más. La herida dolía mucho, y debía llegar cuanto antes a su departamento, y así evitar encontrarse con aquel sujeto. A duras penas avanzaba, llevaba al rededor de una cuadra recorrida.

Hasta que el momento llegó.

Cruzó la calle y un gran dolor le llegó hasta los huesos, logrando que cayera. Logró levantarse por tercera vez, pero al ver a su izquierda noto la luz alta de un automóvil.

Estaba en shock. No tuvo tiempo para reaccionar, para hacer algo, para salvar su vida.

1, 2, 3, el cuerpo estaba a varios metros tirado en el suelo, casi inerte.

 Prologue || BTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora