América

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Caminé por los pasillos hasta mi salón, llegué temprano así que casi no había nadie.
Guardaba mis cosas cuando una chica se paró delante de mí. Era algo bajita, cabello negro, lentes, llevaba un pantalón y un suéter dos tallas más grande que ella. Tenía su mochila en sus manos.

—Ho-hola—me dijo tímidamente.

—Hola, mi nombre es Karen, ¿Y el tuyo?

—América. Emm, sólo quería saludarte, y, emm, me preguntaba si... podría sentarme contigo... ayer no hablé con nadie y no pude integrarme...

—¡Claro qué sí! No te preocupes, los primeros días son algo difíciles, pero con el tiempo te integrarás.

Una sonrisa se formó en su rostro— ¿Enserio? ¡Gracias! Se me hace muy difícil hablar con los demás y cuando te vi pensé que podrías ayudarme, y no me equivoqué. Y, emm, tu... ¿Tienes más amigas?

—Sí, cuando lleguen te las presento, de hecho, son sólo cuatro, pero no importa—le dije con una sonrisa.

—¿C-crees que les agrade?

—Oh, claro que sí, son muy amigables, ya verás que les vas a agradar. Y dime, América ¿Te gusta la escuela?

—Supongo que sí. Ya estoy hablando con alguien y eso es un avance.

—¿Un avance?

—Sí... en mi otra escuela nadie me hablaba o me tomaba en cuenta, sólo porque no me gustaba participar en los deportes.

—¿Es enserio? ¡Qué estúpidos! Nadie debería ignorarte ¡Y mucho menos por una cosa tan absurda!

—Pues, ya sabes cómo es la sociedad, no haces lo que les gusta y ya te critican—me dijo algo cabizbaja.

—No te preocupes, aquí te integrarás, te ayudaremos. Sí algo tenemos, es que somos un grupo muy unido. Sólo una pequeña advertencia; puede que casi todos seamos muy amables y unidos. Pero hay un grupito que se dedica a joderle la vida a todos. Se hacen llamar "La triple S" son un trío de chicas que se creen la gran cosa sólo porque son "hijas de papi", tienen dinero y se creen mejores que todos. Sólo ten cuidado de no quedarte a solas con ellas. O cualquier cosa que te hagan o digan me lo haces saber.

—Emm, pues ... ya se quienes son...

—¿Qué?

—Ayer en la salida un grupito de tres chicas, junto con varios jugadores de algún deporte que no supe identificar, pasaron por donde estaba sentada y tiraron mis cosas y una de ellas comenzó a criticar mi forma de vestir, las otras dos se reían con ella, al igual que los otros. La verdad... me hicieron sentir muy mal.

—¡Hijas de Marcie! No saben en lo que se metieron... ¿América?

—¿Sí?

—Te voy a contar algo sobre mi "pasado" si puedo decirle así—suspiré— esas malditas me han molestado desde que tengo memoria, tristemente han estado en mi curso desde la primaria. Me hacían lo mismo que a ti. Pero poco a poco subieron de tono sus "bromitas". Se metían conmigo porque me gustaba leer, y muchas veces por mi forma de vestir. Hasta la fecha, siguen molestandome, ya no me dejo como antes, pero ese trío sí que sabe cómo hacer sentir mal a alguien.

—¿Es enserio?

—Sí—le dije un poco desanimada— he sido una víctima de sus burlas por mucho tiempo, y al parecer, les gusta hacerme sentir mal, tal vez no lo demuestre, pero esa es la verdad. En fin, cualquier cosa que te hagan me dices, ya me cansé de sus cosas.

—No-no vayas a hacer nada, me amenazaron.

—¿QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿TIENEN PLOPUS EN LA CABEZA O QUÉ? ¡MUTOS ASQUEROSOS! ¿DÓNDE ESTÁN ESAS MALDITAS?

Y, cómo si las hubiera invocado, las tres entraron al salón.

Sofía, Sandra y Susana.

Sí, les tenía miedo. Me hacían sentir de lo peor. Pero era momento de ponerles un alto.

Era el momento de enfrentarlas.

«Y yo qué pensé que sería un día tranquilo...»





N/A:
AndreaMireles, capítulo para ti :3

Tenías que ser mundanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora