t r e s

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Alma;

Hoy no te vi, y eso me tuvo preocupado toda la mañana.

No realmente preocupado, porque no te conozco; sería hipócrita de mi parte decir que me preocupo por ti.

Y sé que no te gusta la gente hipócrita.

Tu ausencia me hizo pensar que de verdad me gustaría conocerte.

¿Qué pasaría, si este día, en realidad son semanas, meses, años, toda una vida?

¿Que pasaría si tu ausencia de repente se hace eterna?

Me quedaría con aquél pensamiento que no me deja dormir en las noches, de saber que quizás podría haber hecho algo, y no lo hice.

Como suele sucederme con muchas cosas.

Hoy no estuviste, y no pude hacer otra cosa que imaginarte a las 3:00 AM con las lágrimas cayendo por tu rostro, tus pulmones inundándose de aquél humo que tanto te gusta hasta que tu garganta ardiera; bebiendo algo para olvidar, para olvidar que estás sangrando por fuera y por dentro;

Que estás cayendo;

Dime, si te ofreciera mi ayuda, ¿la aceptarías?

Ya que no estuviste, te compré un paquete de cigarros;

Y te los dejé con una pequeña margarita.

Espero que te guste, Alma.

Y espero que no caigas;

Dime, por favor: ¿tomarías mi mano?

¿Por qué, Alma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora