Alma;
Hoy de nuevo estabas mal; lo supe en cuanto me observaste desde tu asiento.
Me lanzaste una mirada, como esperando que viera lo que había en tus ojos; dolor.
Créeme, Alma; lo vi.
Estaba tan emocionado de que por lo menos compartieras eso conmigo; te devolví una mirada, diciéndote «lo sé».
Seguías rota, eso nadie lo puede arreglar; no sé exactamente qué o quién te hizo esto, pero estoy seguro de que es permanente.
De que estas heridas no cierran.
No te preocupes Alma; te regalaré unas vendas;
te ayudaré a cubrir las cicatrices que nadie ve; y si lo necesitas, puedo darte un abrazo.
Creo que nunca te han dado uno, o al menos no desde hace mucho tiempo.
Un abrazo de verdad, Alma; que junte un poquito todas tus partes rotas.
Volvimos en el autobús, sentados los dos en el mismo asiento; y fumamos un cigarrillo cada uno
Me prestaste uno de tus auriculares; una música tan rota y maravillosa como tú.
¿Recuerdas cuando éramos niños y solíamos ser amigos?
Luego, la sociedad nos separó, como suele hacerlo con todo el mundo.
Me observaste a los ojos todo el camino; como queriendo decirme algo, queriendo que entendiera;
parecías a punto de estallar.
Todo esto sin decir una palabra.
Dime, Alma;
¿Que sucede dentro de ti?
¿Qué es eso que te llena los ojos de lágrimas?
¿Qué es lo que quieres decirme?

ESTÁS LEYENDO
¿Por qué, Alma?
Short StoryAlma; Tan fuerte, tan fría; Tan frágil en el fondo, tan rota; ¿Por qué, Alma?