Capítulo 5: En el vacío

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¿Dónde estoy?  ¿Todo fue un sueño? 

Estoy confundida. Todo esta oscuro... y no siento mi cuerpo, solo escucho mis pensamientos. ¿Así se siente morir? 

No se cuanto tiempo ha pasado, tal vez semanas, días o simplemente segundos; o quizás ya no existe el tiempo. 

Aun no creo que esto haya ocurrido, en un segundo perdí la vida que mantuve durante 16 años, en un solo segundo, con una sola decisión, o tal vez un conjunto de ellas. Todas las decisiones que tomé me llevaron a esto... si no hubiera doblado, si habría arreglado mis frenos, si hubiera saludado como quería a mis compañeras, si no hubiera salido de casa ese día, o si el conductor del auto se habría quedado en su casa, daría todo por cambiar una sola...

Los deseos que se piden en los dientes de león se cumplen... o en este caso así parece. Si tan solo hubiera alcanzado despedirme, decirle a todas las personas que pertenecieron a mi vida que las quiero, que cada una de ellas formaba parte de mí y siempre lo será. 

Atreverme a hacer tantas cosas, no arrepentirme de nada. Declarar mi amor, gritarlo a los cuatro vientos sin importar lo que digan o piensen los demás, qué importa si es visto como tabú, la vida es para vivir siendo uno mismo. Hay que disfrutar el ahora, ya que puede que no haya un mañana. 

Tal vez me llevé la vida esperando el momento perfecto para hacer las cosas, pero me doy cuenta que el momento perfecto no llega de la nada, no hay que esperarlo, cada momento es único y tú decides si lo haces perfecto o no. 

****

Pienso en mi familia, en mis amigos... ahora es cuando me gustaría abrazarlos para no soltarlos más. Ellos son lo más importante que tengo, mi apoyo, mi felicidad, el motivo de seguir viviendo, ¿De qué me serviría una vida sin poder compartirla?

Pero... ¿por qué pienso todo esto si ya no tengo la oportunidad de hacerlo? Ahora que lo perdí, me doy cuenta la real importancia que tenía. Al igual que cuando se fue mi amiga Isabela, su vacío fue lo que hizo darme cuenta lo importante que es para mí. Me hubiera gustado que supiera todo lo que pensé en su ausencia.

****

Muchos pensamientos me abarcan y es difícil ordenarlos, cada vez van llegando más y más, como si estuvieran flotando en el aire y se adhieren a mí. Sin embargo, lo que más me intriga es donde estoy. 

Poco a poco veo un pequeño destello en la inmensa oscuridad, un punto de luz que crece ligeramente, pero es muy pequeño para que me permita ver que hay a mi alrededor. Trato de acercarme, solo que no se como hacerlo, mi conciencia flota al igual que aquel granito de luz. No me queda de otra que ser paciente y esperar lo que suceda.

Mediante pasaba el tiempo iba aumentado su tamaño; estaba creciendo o se acercaba. Pero luego su luminosidad baja y lo distingo con más claridad, era un capullo. ¿Qué hacía un capullo en medio de la nada? Empieza a moverse ligeramente, abriéndose en dos. De él sale una hermosa mariposa dorada, tan brillante como lo era su capullo. Aletea suavemente, dejando un rastro de su mismo color en el aire. ¡Era hermosa!

Pasa muy cerca mío y comienza a dar vueltas a mi alrededor. A pesar de que estoy flotando, veo igual como si tuviera cuerpo, tengo que girar para no perderla de vista. Sigue dando vueltas hasta que en un momento se detiene y se aleja... ¡No puedo dejar que se vaya!

Intenté moverme de todas las formas que se me ocurrieron pero no podía, era desesperante. Su tenue luz ya casi se apagaba en la oscuridad. ¡Tengo que tranquilizarme!... relájate Fran. 

Los pensamientos se fueron, la preocupación, el miedo, la angustia, el arrepentimiento...todo, solo quedó la curiosidad por aquella mariposa. La imaginé en mi mente junto a su delicado aleteo y su tenue rastro dorado que se desvanecía en la oscuridad. Era tan fuerte su pensamiento que veo como se viene acercando del final donde se hallaba...o yo me movía hacia ella. No puedo darme cuenta ya que no tengo ningún punto de referencia.

Finalmente está conmigo devuelta. Se detiene frente a mí, dándome tiempo de observar sus bellas alas. No se por qué apareció de la nada, sin embargo me agrada su presencia, no me hace sentir sola. 

Veo como empieza a dar pequeñas vueltas, haciendo una especie de círculo con su rastro dorado. Al comienzo son vueltas lentas, pero su velocidad va aumentado rápidamente a tal punto que el círculo queda marcado en el aire y se empieza a extender, quedando del porte de una pelota de fútbol. Ya no logro distinguir la veloz mariposa.

Dentro del círculo veo una borrosa imagen, pero no logro reconocerla. Trato de asomarme un poco más, y... no puedo creer lo que mi alma ve. Dentro de ella se veía un fondo negro con pequeños puntos luminosos, era como una especie de otro universo donde podía ver miles de planetas, todos iguales a la Tierra. ¿Pero qué rayos ocurría? 

Entre todos esos minúsculos puntos, me enfoqué en un planeta específico, mirándolo por largo rato. De repente se acercó en forma de zoom a través del portal que formó la mariposa. Definitivamente era la Tierra. El zoom aumentó mucho más, llevándome a una gran ciudad... en la cual aparecía yo, caminando entre la multitud.

Pequeñas decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora