Las cortas vacaciones de invierno habían acabado para los alumnos del instituto Kwang. Nunca son suficientes, ¿verdad? Sean las vacaciones de verano o las de invierno, en su totalidad cualquier día "libre" no era suficiente. Los alumnos estaban entre contentos y tristes, pero nadie les culpaba. Cierto es que quizás te aburra lo que estudias, o bien los profesores son unos pringados, pero por dentro, al menos la mayoría, sentía felicidad de volver al instituto Kwang.
-Dios me voy a morir. Tengo jodido sueño. - Habló una chica bajita de pelo rosa, medio arrastrándose por el pasillo. Sus ojeras eran de un tono ligeramente morado y ni siquiera se había esforzado en ocultarlas.
-Bueno bueno, Hae. Todos estamos así. - Su amiga habló, se encontraba al lado de ella, manteniendo ese ritmo que fácilmente podría igualar al de un zombi. No dijo nada más tampoco, porque mucho tenía que soportar ya.
Si algo las irritaba a las dos, era el hecho de que todo el maldito pasillo estaba lleno de niños. Niños de 12 años a 20, o 21. En la clase de artes en la que ambas estudiaban había un chico de 21 años. Sí, era ese.
Entre codazos disimulados e intentos de escurrirse entre la multitud de niños, las dos no llegaron a escuchar un grito. Una ciega, la otra sorda, no pudieron escuchar ni ver nada.
Ley del superviviente Nº1: Si quieres dirigirte a un lugar desconocido/difícil de encontrar, llévate contigo siempre una Yoon.
Yoon era la tercera integrante del mini grupillo de amigas. Era la "viva" del grupo. Una chica de cabello increíblemente rojo, con ojos de cachorro.
Quizás ser la "viva" del grupo no siempre era tan bueno, porque en momentos como estos, tenía que ir tras sus pequeños bebés.
-¡Que me hagáis caso!- Gritó, pasando por el largo pasillo que comunicaba la cafetería con la zona de aulas de Artes. No hubo respuesta alguna, porque nadie oyó tampoco.
Codazos y más codazos, casi llegaban a las escaleras cuando Yoon las cogió a ambas de los brazos. Sul soltó un grito tras sobresaltarse, sus ojos se abrieron como platos, provocando la risa de sus dos amigas...
Este era su día a día, desde que se conocieron las tres a principios de curso del año pasado. Era una amistad que surgió por tonterías, pero aun así, seguía siendo duradera.
-Vamos a clase, anda. - Hae se adelantó, bajando por las escaleras y dejando sus dos amigas atrás. Bendita suerte. Sus ojos le ficharon, un chico nuevo. No, un chico nuevo no. Era EL CHICO nuevo, eso, o antes no se había fijado en él. No, imposible. Definitivamente, ese chico era EL CHICO nuevo.
Casi se cae delante de él por los nervios, pero continuó de largo, tras un repentino ataque de risa. Porque sí, cuando Hae se ponía nerviosa, se reía cual hiena.Clase tras clase, día tras día y no coincidía con ese chico. Ella les había estado comentando a sus dos amigas sobre EL CHICO, pero las mencionadas tampoco sabían nada.
Fue así como pasaron varias semanas, entre bailar en medio de la clase en los recreos, estar en modo zombi en las clases, y sobrevivir a las aburridas lecciones de inglés y filosofía.
Era recreo y todos estaban emocionados. Ese "todos" eran unos cuantos alumnos que se quedaban en el aula porque o bien no tenían qué hacer o bien les daba pereza moverse. Estaba también la tercera y cuarta opción, aquellos que bailaban o aquellos que jugaban a las cartas.
Min Hae estaba ahí, intentado seguir a Yoon y a Sul Sang Ah, y de verdad que lo intentaba duramente, pero no era muy agradable a la vista, que digamos. Ella era torpe, muy torpe.
Volviendo al tema. La maldita emoción de todos era a causa de la noticia. ¡Oh y qué noticia! Hoy sería el día en el cual por primera vez asistiría a clases el profesor ayudante del maestro de historia. Todos decían que era un hombre joven que haría sus prácticas de universidad en el instituto Kwang. Aleluya.
-Ya sabes, solo sígueme. - Le dijo Yoon a Hae, con todas las buenas intenciones del mundo, y ella intentaba seguir, de verdad que lo intentaba... La cosa era que le daba algo de pereza. Seguir a Yoon era difícil, porque Yoon era buena bailando.
No se dieron cuenta de que el profesor de historia había entrado hasta que no dijo su típico "Vamos chicos, a sentarse" y fue ligeramente ignorado, pero como siempre.
Sul dejó de bailar, cogiendo el móvil y caminando hacia su mesa. Ella se sentaba al lado de JunMyeon, el delegado de la clase. Myeon era un chico bajito y delgado, callado. Su habilidad de expresarse mediante el dibujo era increíble. Su último cuadro estaba inspirado en el estilo vanguardista, asemejando extrañas explosiones.
Explotar. Sí, eso quiso hacer Hae cuando vio quién era el maldito profesor nuevo de Historia.
-Bueno chicos, este es Oh SeHun, será un profesor temporal de este centro hasta hacer sus prácticas... - Habló el chiflado del profesor de Historia, el viejo, mientras era observado en silencio por los ojos del tal Oh SeHun.
Así que EL CHICO ... EL CHICO era su profesor nuevo de Historia.
"Buena esa, Hae. Buen hallazgo" Se dijo a sí misma, para luego empotrar su cabeza al duro pupitre.Esta evaluación no sería la típica aburrida evaluación, desde luego.
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Bien, aquí os dejo las chicas.
Hae.
Sul.
Yoon.
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New Teacher
FanfictionCuando todo parecía indicar que sería otro aburrido trimestre, llegó él y cambió todo. SeHun era su profesor y el mejor amigo de su hermano, LuHan. LuHan haría todo para evitar que su hermanita cayera en las manos del payaso de su mejor amigo y anti...