¿OPPA?

Capítulo 13: Guerra de Amor

-No, no aceptó tus disculpas, eres una insolente, te odio, ahora vete con Jung, me ignoraste-.

-Naeul-.

-¿Que? ¿Quieres de mi?, ¿Acaso te gusta jugar?-.

-No, simplemente quiero que sepas que yo estaba confundida me enamore de Jung, pero sin embargo sentía algo por ti, por favor no terminemos así, ¡Lo siento!, mucho en serio lo siento-.

-Te entiendo, pero no puedo perdonarte, espero que nunca nos volvamos a ver-.

Baje la mirada y me di vuelta, con pasos lentos, Jung me tomo en sus brazos y acaricio mi rostro, mi mirada se volvió relajada y me sentí protegida. Entramos al salón y la profesora continuó con la ultima clase de historia que tendríamos ese semestre, ¿O tal vez por 3 años?.

Esa tarde regresé  a casa un poco preocupada por la situación en la que estaba metida , las cosas que oía sobre mi en los pasillos eran una terrible distorsión de los hechos, teniendo en cuenta que la mayoría de las mujeres coreanas pensaban que era mejor casarse con un hombre bello y exitoso que con un loco y tímido nerd, Jung era incluso aún más profundo que Naeul, podía expresarme sus sentimientos de una manera mucho más dulce, ¿O sería yo quien las veía de esa manera?.

Mis ojos se entrecerraron en el sillón, y así fue 5 horas mas tarde, cuando desperté sobre saltada por una alarma que rompía los tímpanos de todo el vecindario, "La bomba norcoreana cayo en el extremos sur de Seúl"eso decían las noticias del KBS NEW, por suerte mi caza no fue totalmente destruida pero mi cara cubierta de escombros y de polvo, daba entender que por más de que Corea del sur fuese mi país soñado, no era el momento para vivir aquí.

 A la medía hora desperté en el hospital con los ojos entrecerrados busque a Jung, pero no lograba verlo, el estaba a mi lado con su mano sobre la mía, observándome, mis ojos se abrieron del todo.

-Marlyn ¿Tenemos que hablar?-.

-¿Que sucedió? ¿Que que paso?-.

-La bomba norcoreana 366, cayo en tu vecindario, y el gobierno decidió declarar la guerra-.

-No, no ¿Sabes lo que mi padre me dijo?-.

-No ¿Que te dijo?-.

-Que si las cosas se complicaban volveríamos a Argentina ¿Tu piensas que la guerra comenzara?-.

-Es justo de lo que quería hablarte, como ciudadano coreano debo ir a la guerra-.

Lagrimas y llantos desesperados envolvieron mi alma y corazón, destino no quería que estuviéramos juntos, creo que todos los surcoreanos sabían que la guerra no tardaría mucho en llegar. 

Dos semanas más tarde me estaba embarcando junto a ancianos, niños, madres y algunos padres, hacia Argentina, la gente ya comenzaba a especular que Corea del sur, ya no sería Corea del Sur, yo solo pensaba como estaría Jung en este preciso momento, el barco navego durante mucho tiempo.

Y en cuanto se desembarco en el Puerto de Buenos Aires, los recuerdos más tristes de mi infancia comenzaron a aparecer, Color Ring resonó en mi cabeza, el taxi me llevo a la antigua casa, y la tristeza cayo en mi, mi padre se sentó en la vereda, y se agarro la cabeza, yo esperaba con ansias d e que todo fuera un mal sueño el cual debía despertar antes de que me consumiera.