Capítulo 15: El día antes del fin de la guerra

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La llegada de Jung tenía otro significado, del que yo pensaba:

-¿Jung? ¿Cuando te vas?, es que no quiero que te vayas-.

-Em..., no me voy me quedo aquí- se rasco la parte de atrás de la cabeza nerviosamente , sabía que yo  estaría interesada en saber el porque.

-¿Porque? Si se puede saber-.

-¡EM...! no se como explicártelo, presentamos rendición-.

-¿Rendición?-.

-Si, es decir que..., que ya no habrá guerra-. respiro profundo.

-¿Enserio? ¿Ganaron?-.

-Yo no diría eso, en verdad, no ganamos, incluso todo lo contrario, pero tenemos nuestros planes-.

-Ah bien-.  intente contener los llantos, pero fueron más fuertes, los ojos hinchados por el llanto,  y envuelto en los brazos de mi amado, pensaba que todo había acabado, todos mis planes estaban arruinados, tendríamos que quedarnos en Argentina, pero ¿Cuales serían sus planes?, la rapidez con la que habían ocurrido los hechos me tornaba a un mundo diferente.

Nos tiramos a descansar, tome los libros y comencé a releerlos y a tomar nota, Jung miraba con tristeza los libros y decía que para que sacarse buenas notas y estudiar, si no había podido aprovecharlo, el quería ser profesor de matemática, ya había pasado casi un año, el mundo parecía desmoronarse, y la nueva República de Corea, estaba unida, pero en vez de un gobierno comunista parecía ser una dictadura.

Muchos coreanos quedaron divido en muchísimas partes del mundo, y no quisieron volver a su patria, no querían sufrir, querían vivir en paz, esa misma tarde luego de ver el noticiero, fui hacerme el test ya que al parecer mi regla no había aparecido, mi sensación fue horrible, no era el momento, podía ser algo normal o que mi vientre podría estar ocupado por alguien, solo nos acostamos 3 veces  y siempre con los cuidados necesarios.

El resultado, ya podrán imaginarse cual fue, positivo, la impresión de Jung fue de tristeza, una pareja coreana tradicional, no tendría hijos hasta comprometerse, en cuanto a mi,caí en depresión eterna. Comía mucho, estudiaba, miraba televisión, mientras tanto Jung y yo estuvimos separados, por peleas, Jung negaba al niño en mi vientre, y demás está decir que  la aparición de su madre, modifico nuestra relación, la madre le daba consejos como: Ignórala, no es coreana, ese bebe no es tuyo, o cosas así, como ustedes saben o abran escuchado, para un coreano la madre lo es todo y al aparecer su madre era del bando conservador.

Cumplí 3 meses de embarazo, ese día a la salida de la universidad me crucé a jung, ya tenía el cabello largo, y llevaba una mochila, libros en la mano, parecía el mismo, pero no lo era, siquiera volteo a verme continuo caminando, lo tome del brazo, el intento escapar, pero se volteo, lagrimas se derramaron sobre el, mi rostro se torno pálido, jamás había visto a un hombre llorar. 

Coloco su mano en mi vientre, mi rostro se volvió rojo, el de él también me toco los labios con sus suaves dedos y acarició mi rostro  con sus delicadas manos, mis ojos se cerraron cuando sus labios rozaron los míos y la calidad aquella, sobresalto mi corazón...

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