*Esta historia quedo en Tercer Lugar en el Reto de abril*
La oscuridad se había apoderado de la Edad Medieval. Los dos reinos más grandes, el reino Sirlock y el Xirac, estaban en guerra. Esta había resultado tan extensa y sangrienta, que en los ocho años que llevaba, se había llevado la vida de más de mil guerreros, y destruido cientos de provincias.
Pero esta discordia, según algunos, comenzó hace mucho tiempo, específicamente en la infancia de los dos reyes en disputa: Zac Prock, soberano de Sirlock, y Jack Prock, dominador del Reino Xirac.
Estos habían pasado la mayoría de su vida juntos. Y es que la madre de Jack, para entonces la Reina Amanda, encontró un día a un niño pequeño, de aproximadamente 5 años, sentado en una roca, al lado del Bosque Evergings. Al verlo con las ropas maltrechas, enlodadas hasta los pies y delgado, tanto como el palo con el que jugaba a cazar hormigas, la madre decidió adoptarlo.
Sin preguntarle a nadie se lo llevo a su majestuoso reino para que compartiera vivienda con el Rey Erick, y su pequeño hijo Jack. Lo primero que hizo fue otorgarle uno de los bienes más preciados a los niños: Un nombre, Zac.
Jack nunca simpatizo con él. Más bien lo veía como una amenaza. Zac destaco por ser hábil e inteligente, talentos que nunca tuvo Jack. Los dos monarcas rápidamente se encariñaron con Zac, a tal punto de quererlo más que a Jack. Este, solo observaba como su hermano se llevaba la fama y atención del pueblo, que para aquel entonces era llamado Arkak. Su odio hacia el creció, y como era de esperar no tardó mucho en demostrarse.
Una tarde, Zac presumía su más reciente logro: Una medalla de oro, pequeña, la cual se la había otorgado un famoso sabio, como premio a su especial inteligencia.
- ¡No es gran cosa!- Se dijo a si mismo Jack, mientras observaba la actitud arrogante de Zac- Yo podría haberla ganado si me lo proponía- Y al decir esto, se trono los dientes entre sí, y cerro los puños.
Pero lo peor fue cuando se la presumió a Jack. Aunque solo fueron unos segundos de alardeo, bastaron para enfurecer a Jack. Lleno de envidia, hizo algo que en sus 10 años de vida nunca había hecho: Le soltó un fuerte puñetazo en la cara. Zac cayo, y se golpeó la cabeza contra el suelo. Y aunque la Reina lo azoto a palos a manera de castigo, no fue tan malo. Es más, se sentía aliviado al golpear a Zac. Muy aliviado. La sensación de aquello era indescriptible.
Esto se repitió varias veces, llegando a convertirse en algo normal. Jack golpeaba a Zac por varios motivos, algunos no tan importantes, y la madre le hacía lo mismo como castigo, y el ciclo volvía a repetirse. Esto era cada vez más frecuente, pero los castigos le dolían cada vez menos y menos a Jack, llegando a no sentir nada. Se había acostumbrado a eso.
Los chicos se convirtieron en adultos, y cada uno se fue por su lado, hasta que la Reina murió a causa de una enfermedad, y siete años después, el Rey falleció por los mismos motivos. Esto causo una gran conmoción en Arkak, y surgió la duda de quién sería el heredero del trono, el nuevo rey. Pero este fue claro en sus últimas palabras: Zac era el elegido. Y así, Zac fue coronado como el nuevo soberano, desatando la rabia e ira de Jack. Este decidió enmendar aquella terrible injusticia, y dos días después de la coronación, Jack se infiltro en el palacio real de noche, dispuesto a matar al nuevo monarca.
Con una espada de hierro, se dispuso a entrar en el cuarto real, pero cual no fue su sorpresa al descubrir al rey aun despierto. Peor fue cuando Zac saco su propia espada y la clavo en la mano de Jack. Este grito de dolor.
- Esto es por todo lo que hiciste por mí, hermano- Le dijo Zac- Y quiero que sepas que desde hoy eres mi enemigo, y a los enemigos no hay que tenerles compasión- Y después de decir esto, Zac le corto tres dedos de la mano, el pulgar, meñique e índice.
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RETOS CyE
RandomLibro lleno de retos, historias y demas, cada uno participando en los fantasticos RETOS CyE de Coser y Escribir. Ademas de ser mi medio de participacion en estos retos, es un espacio en el que el lector puede leer variedad de historias, y espero que...