Capítulo 5 - Mr. Batman

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Cuando mi madre viene por quinta vez a despertarnos, por fin nós levantamos. Maca aún no sabe lo de ayer, en realidad nadie lo sabe, y no estoy segura de contárselo. Parece que me he quedado un rato embobada frente al espejo pensando, ya que me pregunta si me pasa algo.

- No, estoy bien, no te preocupes. - le digo un tanto nerviosa por ocultarle lo que pasó con Javier.

- ¿Segura? Desde ayer estás muy rara... Desde que viste a Javier... - alza una ceja, se lo que está pensando, pero ni en mis peores pesadillas lo haría.

- ¡En serio Maca, estoy bien, dejemos el tema! - digo irritada y gritando.

Ella me ve con los ojos muy abiertos, veo mi reflejo y mi cara llena de furia con las mejillas rojas como tomates. No entiendo como me he puesto así, tardo unos minutos en recapacitar.

- Lo sien... - no acabo la frase. Maca se va dando un portazo, está enfadada, y lo entiendo, yo también lo estaría, soy una idiota.

Termino de vestirme, me pongo un vestido básico azul que llega por debajo de los gluteos y unas sandalias blancas. Mi pelo suelto y no llevar maquillaje me deja un aspecto más natural y llamativo. Hoy nos quedaremos solos en casa: yo, Maca y el gilipollas de Javier. Bajo la cocina y cuando veo el panorama, desearía no haber pasado por allí. Me encuentro al Mr. Batman en boxers, ¡De Batman! En mi cabeza solo cabe el pensamiento "menudo freak".

- ¿Quieres una foto? - dice seco con aires chulescos. - ¿O prefieres que me los quite y te los regale? - dice señalando sus boxers. Aunque yo, no se ni como, me quedo mirandole... El amiguito...

- No gracias, tengo suficiente con verte todo el día, ya si ves que tal, puedes quitartelos. - dije acercandome a él con sus mismo aires. - y regalarselos a un niño de 5 años, seguro que le irán mejor que a ti. - pone cara de no entenderme, lo sabía, demasiado idiota para pillarlo.

Cojo una manzana chocando mi brazo con su torso desnudo y con la vista de Javi fija en mi vuelvo a mi cuarto. Me pregunto dónde está Maca, llevo como una hora sin verla. Estará por el jardín, quiero darle tiempo y no molesta. Me tumbo en mi cama con el móvil y dejo pasar el tiempo.
Media hora después escucho ruidos en la habitación de al lado, me levanto decidida a que pare ese molesto ruido, sin pensarlo abro la puerta de la habitación y me encuentro lo peor...

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