Brotherly

Capítulo 39 - Copenhague (Parte 2)

Abro los ojos y allí está, a mi lado y dormido. Le miro con ternura. Hoy, 23 de diciembre es su cumpleaños. Acaricio su mejilla y me acerco a su boca. Entreabre sus ojos y toco suavemente sus labios.

- Feliz cumpleaños. - le susurro. Me besa en modo de agradecimiento. Bajamos al comedor separados y Ana se abalanza sobre él.

- ¡Felicidades manito! -

- Gracias enana. - la abraza fuerte, eses momentos de hermano achuchable me encantaban.

- Felicidades. - su padre le abraza y su madre destrás suya. Veo como Isabel y Marcos se echan sonrisas. Nos sentamos y desayunamos. Pasamos la mañana viendo monumentos: Rosenborg, Rundetårn, el Museo Nacional, la Gliptoteca y la Iglesia de San Salvador. Luego pasamos la tarde en el centro comercial: Strøget. Me encantaba ver lo bien que se lo pasaba con sus padres y su hermana. Realmente no habían perdido el espíritu de familia. Mi madre me mira y me sonríe, se que le pasa algo.

- Mamá, ¿Qué pasa? -

- Nada hija. - me dice muy seca.

- Es por Isabel. -

- Ay, no te metas en estas cosas Laura, haz el favor. -

- Eres mi madre, si te veo mal tengo derecho a meterme. - suspira. -¿Quieres que vayamos al hotel? -

- No Laura. -

- Mamá. -

- Me siento un estorbo Lau... Y cuando ella está yo como que desaparezco, pero sigo ahí, ¿Entiendes? -

- Sí... Yo también lo noto. -

- Me siento estúpida. Hemos cambiado radicalmente de vida por él pero no se si ha valido la pena... -

- Míralo por el lado bueno... Tenemos casa. -

- Ya... De eso no me quejo. -

- Es normal tener crisis de pareja. -

- Tú que sabrás. -

- Se más de lo que crees. -

- ¿Tienes novio y no se lo has contado a tu madre? -

- No tengo mamá. - miro a Javi y disimulo la sonrisa que me provoca. Vamos a un restaurante de la zona y a la hora del postre los camareros traen una tarta coronada por el número 19.

- ¿Te gusta? - le pregunta Isa a Javi.

- Mucho, gracias. - sonríe, es tan tierno. Acabamos en el restaurante y volvemos al hotel y me meto en su habitación. - La reina del disimulo. - nos reímos.

- Quería darte algo pero... No era plan de dártelo con nuestros padres delante. - le entrego una caja cuadrada color gris, la abre y saca con cuidado el medallón. - Se que es un poco cutre pero... La paga no me da para más. - no se ríe, abre el medallón y se queda mirando la foto. - Di algo, me estás poniendo nerviosa. -

- No es cutre, es perfecto. En mi vida no he tenido ninguna joya tan preciada y ahora tengo dos: este collar... Y tú. - sonrío, quiero llorar de emoción pero no lo permito, nos besamos y dejo lentamente disfrutar de cada segundo que paso haciéndolo. No quiero malgastar el tiempo, solo quiero besarle.

- Tengo miedo. - me rio y él hace lo mismo.

- ¿De qué? -

- De enamorarme de ti. - él se extraña al oir eso. - Porque se que esto no va a ser así eternamente. -

- Para mi sí. - hace una pausa larga. - Para mi nuestros besos, nuestras caricias y nuestros abrazos perdurarán eternamente. - nos volvemos a besar.

* Narra Ana *

He tenido una pesadilla, mamá está dormida así que voy con mi hermano. Abro con cuidado la puerta y voy a la de Javi, está abierta así que me asomo. Veo a mi hermano y a Laura besándose. Estaba confusa, no sabía como Javi estaba besándo a Laura, se llevaban bien pero... ¿Eran novios? Salí de allí y volví a mi cama.

- Ana, ¿Dónde estabas? - me pregunta mami.

- Fui a beber. -

- Vale, a dormir que es tarde. - me tapa y me duermo.