Capítulo 10 - Frente la Chimenea.

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*Narra Javier*

Salgo por la puerta principal del hospital y el aire frío de la noche me da en la cara. Son las tres de la mañana, ha sido un día largo y estoy cansado, pero irme sería hacer daño a mi padre, a Laura y a mi mismo. Meto las manos en los bolsillos y camino por la acera.

No es por ellos, es por ti...

Recordar lo que me dijo Laura me hizo reflexionar, parecía conocerme. Es por ellos, ¿no? Pienso. Sí, es por ellos.

- Aggg... Vaya mierda de día. - digo en alto -

Me siento en un banco aún intranquilo por la situación y mi conversación con Laura, maldita cría. Lo que más me fastidia es que tenga razón y me cueste tanto reconocerlo.

- ¡Javi! - oigo la voz de Laura a lo léjos, veo como corre hacia mi -

- ¿Qué haces aquí? - le pregunto molesto -

- Quería pedirte perdón. - coge aire - No debí hablarte de esa manera y menos tratar este tema con tanta... Frivolidad... - se sienta a mi lado y me aparto un poco, no la conozco para saber si su perdón es sincero o no -

- No hace falta que te disculpes, tú tienes tu opinión y la respeto. - no aparto la vista del suelo y vuelvo a introducir mis manos en los bolsillos.

- Eres orgulloso, te cuesta decir lo que sientes. - me había calado -

- Lo hago por mi, echo tanto de menos estar los cuatro, juntos, en una noche como esta estaríamos frente la chimenea bebiendo chocolate caliente y viendo una película de dibujos animados. Todo era pefecto, eramos la típica familia de club de campo que nunca mantenían una palabra subida de tono. - Laura lanzó una carcajada - Hasta que mis padres empezaron a discutir día sí día también, por cualquier cosa, era exagerado. Hasta que mi padre vino y me dijo que se iban a separar y que me iría con él. - una pequeña gota resbaló por mi ojo hasta llegar a la comisura de mi labio, de pronto Laura me arrastró la lágrima hacia mi mejilla. Nos quedamos viéndonos y de pronto ella apartó la vista.

- Venga, vamos. - me dice -

- ¿Tienes frío? - le contesto viendo como le castañean los dientes -

- Bastante. - me dice riéndose. Me quito mi sudadera de cremallera azul marina y se la pongo en los hombros - No hace falta, Javi. -

- Sí mujer, yo no tengo frío. - le digo mientras le dedico una sonrisa. Me he portado muy mal con ella, parece buena chica, es buena chica.

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